21:32 horas. El árbitro Darío Españón pita el inicio el partido. Treinta y dos minutos más tarde del horario indicado en la programación confeccionada por la Federación Cordobesa de Fútbol. El partido estuvo a dos minutos de no ser tal. El juez de la Liga Bellvillense advirtió a los organizadores la ausencia del personal médico y prolongó su espera hasta el tiempo recomendado por el reglamento. “Diez minutos más, sino no se juega”, recalcó Españón apegado a lo estipulado. Mientras tanto ambos equipos realizaban movimientos pre competitivos en el campo de juego. Cuando expiraba la prórroga apareció personal del Hospital de General Levalle y el encuentro inició para no terminar. Tal vez fue un indicio.
Escasa concurrencia
Quizás el anuncio de mal tiempo puede haber complotado. “Faltó difusión”, aseveró un periodista local -casi en una autocrítica- mientras anotaba las formaciones. Ningún medio radial de la zona relató el partido en vivo y directo. La cuestión es que la presentación del campeón reinante no alcanzó a convocar a un centenar de simpatizantes en el estadio “Coco” Bonaza de General Levalle -que lució un campo de juego castigado por el invierno y con una aceptable iluminación-.
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Redacción Al Toque