Que lo sucedido en el primer partido avizoraba un gran segundo match, no había dudas, por eso la cita era para alquilar balcones. Y literalmente se dio así. Muchos espectadores presenciaron el clásico desde los balcones y la terraza de uno de los edificios lindero al estadio 9 de Julio. Lo curioso es que desde ese sector se lanzaron en el segundo tiempo varios fueron artificiales dando un visto bueno desde las alturas al espectáculo ofrecido por los jugadores. Un dato de color que se repite cada vez que el “albo” juega en su reducto.
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Redacción Al Toque