Con la suficiencia de un líder, Estudiantes consiguió golear a 9 de Julio de Río Tercero y está en lo más alto de la zona 6 del Torneo Argentino B.
El triunfo se gestó a partir de las apariciones mágicas de un encendido Nicolás Rodríguez, que hirió en los momentos justos. Dos de sus estocadas resolvieron un partido que por momentos se complicó, no por la propuesta de un anémico 9 de julio, sino por sus propios desfasajes.
Gastón Casasnovas cumplió una gran tarea y aportó dos goles.
Al equipo de Hugo Mattea le costó descifrar los primeros minutos del juego, incurrió en yerros conceptuales en la mitad de cancha lo que le permitió agrandar a un rival sin ideas, pero decidido a salir de pobre (está en el fondo de la zona 6).
Pero de la magia de Nicolás Rodríguez inclinó el partido a favor del “celeste” riocuartense. Primero capitalizando un yerro defensivo.
Otro yerro (más que yerro, bloopers) defensivo de “9” le dio la chance a Casasnovas poner a Estudiantes dos a cero en el primer tiempo.
La contundencia dejaba a Estudiantes en una posición inmejorable de cara al triunfo.
En el complemento, Estudiantes se dedicó a contemplar la propuesta del irresoluto 9 de Julio y esperar el momento de desesperación rival para meter su estocada fatal. Y lo consiguió promediando el segundo tiempo. El “bochita” frotó la lámpara, dejó a tres rivales en el camino y Estudiantes selló el triunfo con el mejor moño.
El cuarto llegó cuando el “celeste” ya se floreaba, Casasnovas decoró el resultado que dejó Estudiantes festejando, como hacía mucho tiempo no se daba, de cara a sus hinchas.
Redacción Al toque