¡Sólo Dios sabe! Así se lee en la remera de Darío Bringas luego del tanto anotado por Fabián Garelli que abrochaba el primer título en la historia de Lutgardis Riveros en el fútbol mayor. A esa hora la tarde otoñal obligaba al menos un buzo, de hecho el DT vivió el partido con uno puesto, pero la situación ameritaba el despojo para mostrar el mensaje. En diálogo con Al Toque, Bringas en medio del festejo dejó en claro su vínculo con el club gigenense (llegó como jugador en 2002 donde descendió, luego ascendió en 2003 y desde 2009 es entrenador) y su pasión por el fútbol.
-¿Fue el partido más esperado de las últimas fechas?
-Sin dudas. Fue un partido donde no hicimos las cosas de la mejor manera, nos faltó fútbol pero bueno el marco nos complicó, es increíble la cantidad de gente que vino y nosotros sabíamos que con un punto nos asegurábamos el campeonato. Los chicos trabajaron bien, dejaron el alma y yo sabía que cuando hilvanábamos alguna jugada íbamos a marcar y por suerte el “carucha” (Fabián Garelli) la mandó adentro.
-Un festejo merecido…
-Es el primer título en la historia del club imaginate el desahogo que significa porque estos jugadores tenían mucha presión. En la semana se acercó gente llorando, agradeciendo, festejando y el jugador va consumiendo todo eso y en el partido no juega libre. Además eso influye mucho en los chicos jóvenes que tenemos en el plantel. Gracias a Dios se nos dio el campeonato y creo que realmente estaba en los planes de muy pocos que Riveros sea campeón. Personalmente sabía que tenemos un gran equipo y se nos dio, ahora queda lo más difícil que es defender el primer puesto del podio.
-Como jugador tocaste fondo con el descenso en 2002, al año siguiente lograste ascender, y ahora como técnico tocaste la gloria…
-El primer año que vine como jugador me tocó descender, las cosas no estaban bien en el club y cuando las cosas no están bien pasan los descensos y los momentos malos. Luego se acomodaron un poco las cosas y se armó un plantel que gracias a Dios logramos ascender al año siguiente. A partir de 2004 fueron todas peleas en los puestos de abajo, luchar contra el promedio, jugar promociones. Desde 2009 que Juan Irigoyen, a quien le mando un gran abrazo, da un paso al costado y me hago cargo yo del equipo logrando zafar del descenso y la promoción, en 2010 hicimos una muy buena campaña y este 2011 lo arrancamos de la mejor manera.
-Sobre la frase impresa en la remera…
-Y realmente sólo Dios sabe lo que siento por el fútbol, el sacrificio que hago, no tengo fin de semana, como jugador quizás haya sido uno del montón pero al fútbol siempre lo amé y lo respeté. Por eso éste es el mensaje que le bajo a los chicos. Sólo Dios sabe el sacrificio que hicimos y la alegría inmensa que siento y mucho más el orgullo de ser el técnico de este equipo.
Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque