El fútbol organizado en Argentina cumplió el 21 de febrero de 2011 cumplió 118 años de rica historia. No por los últimos mediáticos años, sino por lo que se construyó desde 1893 hasta la fecha.
Con las obtenciones de los campeonatos mundiales en 1978 y 1986, con los subcampeonatos de 1930 y 1990, con las medallas olímpicas de 2004 y 2008, las de plata de 1928 y 1996 y los 14 títulos sudamericanos, nuestro país, es uno de los máximos referentes entre los 208 asociados que tiene la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA).
Si esta introducción fuese escasa, debemos sumar, que en las competencias, cada uno a su tiempo despertó las mayores pasiones, los mayores festejos sociales y también, no hay que negarlos, los mayores hechos de violencia.
Política partidaria, poder económico y pasión, se confunden en los razonamientos de una disciplina deportiva que para orgullo argentino, y porqué no para los riocuartenses, en ese paso de la historia tiene nombre de instituciones del “imperio” que están insertos en ella.
El cambio
Ningún mortal ignorará que el fútbol es uno de los espacios políticos más importantes que tiene el planeta. Lo demuestra el poderío de la FIFA con 208 países asociados, que respetan su reglamento y no aceptan ninguna intromisión de los Estados, más allá de que los gobiernos de cada uno de esos países utilice la pasión de esta disciplina deportiva para generar acciones que modifican el ánimo social de determinadas poblaciones.
Esto es lo que está sucediendo en la República Argentina. En pleno debate político-electoral –sólo una de las formas de hacer política, no la única-, se coló la AFA con un proyecto que innova, que modifica status quo y donde muy pocos han accedido al borrador del nuevo campeonato, pero que la iniciativa política del presidente Julio Humberto Grondona contó con 22 votos favorables, 4 abstenciones y ningún voto en contra.
Pero qué se votó el lunes 25 de julio de 2011. La habilitación para enviar un proyecto de modificación de campeonato a la Asamblea de AFA. ¿El proyecto está cerrado? No, los dirigentes podrán hacer las sugerencias y llegar a un consenso o definirlo por votación en la Asamblea.
Y cómo en nuestro país, todo se personaliza, muy poco se analiza desde la política. Mediáticamente se instaló el proyecto como “Descenso para todos”, o “Fútbol para todos”.
Ni una cosa, ni la otra. Hay líneas interesantes para analizar, para comprometer apoyo y fundamentalmente, para democratizar participación.
En Río Cuarto y después de muchos años, Atenas y Estudiantes son colores de clásico que despiertan pasión. Atrás quedó la época de que todo era “enlatado” y las camisetas de los equipos de Buenos Aires o del exterior invadían nuestra geografía “imperial”, lo que sí, y ya no tiene remedio, es que ninguno de los dos está en el Argentino A, porque se podrían conjugar esfuerzos y plantear un proyecto desde la ciudad para volver a enfrentar por los puntos a Boca, River, etc. Aunque, claro está no es tarde para plantearse el ascenso al Argentino A lo que no haría perder, al menos, la partida del primer tren.
La historia
Alumni, Racing y Boca fueron las instituciones más ganadoras de títulos en el fútbol amateur, que se jugó hasta 1930. Desde 1931 a 1966 se jugó un solo campeonato –el de Buenos Aires-, con excepción de 1936 donde se jugó además del campeonato habitual que ganó River Plate, la Copa de Honor que se adjudicó San Lorenzo de Almagro.
Sólo recordar de esa época al gran Arsenio Erico entre una gran cantidad de grandes jugadores que entre las temporadas 37, 38 y 39, con la camiseta de Independiente anotó 130 goles.
Entre 1967 a 1985, fue el turno de los nacionales y los metropolitanos. Por el interior llegaron en 1967 San Martín de Mendoza, Centra Córdoba de Santiago del Estero y Chaco For Ever y que tiene a Asociación Atlética Estudiantes de Río Cuarto como participante de los nacionales 1983, 1984 y 1985.
Hasta que en 1986 se comienza con la estructura que está hoy en debate y a punto de concluir. La primera B nacional y el campeonato de primera división.
Deportivo Armenio fue el primer campeón de la B Nacional y Atlético Concepción de Tucumán, Central Norte de Salta y Unión de San Juan fueron los primeros equipos en descender a sus “ligas de origen”.
El Club Atlético River Plate en 1985/1986 fue el campeón del torneo y desde 1991/1992, el fútbol mayor consagró a dos campeones en una misma temporada –Apertura y Clausura-. En ese año fue River Plate el campeón del Apertura y Vélez Sarsfield el del Clausura.
En el 2010/2011, Estudiantes de La Plata fue el campeón del Apertura y Vélez Sarsfield el campeón del Clausura.
En este lapso sólo contar algunas “perlitas” de la rica historia, de grandes futbolistas que pasaron por los clubes de la Argentina, incluidos los de Río Cuarto. En el metropolitano 1976 y con la camiseta de Rosario Central, el hombre nacido en Bell Ville y hoy con el máximo estadio de la provincia de Córdoba que lleva su nombre, Mario Alberto Kempes, marcó 21 goles.
La otra en dos años, Nacional y Metropolitano de 1979 y 1980, el jugador más grandes de todos los tiempos Diego Armando Maradona, con la camiseta de Argentinos Juniors, anotó 76 goles.
Lo último, entre 1980, 1981 y 1982, Talleres de Córdoba, Instituto Atlético Central Córdoba y Racing de Córdoba, por la resolución 1.309 llegaba a los torneos nacionales de AFA.
Hasta hoy sólo el Club Atlético Boca Juniors e Independiente participaron en 82 temporadas del fútbol organizado y nunca descendieron de categoría.
El debate
Se viene a la memoria un párrafo de una hermosa y bella canción que escribió un poeta de mi pueblo, “Al Dios de los Potreros”. Una de sus estrofas expresa: “hay Dios de los potreros traigo este verso. Hijo de mi tristeza y de mi silencio, para que se lo lleves hasta tú cielo, para que él sepa siempre, que lo recuerdo”, y otra dice: “Yo sé, que se hizo un arco con dos estrellas y que usa de pelota la luna llena, y que cada domingo su camiseta se abraza con las nubes y un gol festeja”.
Es seguro que el debate nos traerá de todo. Escuchar análisis, parados en su mayoría desde intereses económicos, deportivos o electorales, muy pocos intentarán buscar la esencia social del fútbol para determinar si un campeonato con 20 o con 38 equipos de todo el país es “Crecer” o “Descender”.
La AFA está buscando una salida política a muchos factores: Al descenso de River, al proyecto “Fútbol para Todos”, a la pelea con el grupo Clarín, a la televisación de los partidos, a la violencia en los estadios, al reparto económico, etc, etc, etc,… Y es desde la política donde deben surgir las modificaciones. A esta altura se preguntará porqué “Dios de los Potreros”.
Es muy sencillo, hoy, los intereses personales y económica tapan la política. Qué lejos quedaron las ideas de aquellos dirigentes como Valentín Suárez –dirigente respetado del equipo “del pueblo” y de Evita-, Santiago Leyden, y tantos más. Qué lejos está en el tiempo el pensamiento de Antonio Candini para revolucionar el fútbol de Río Cuarto.
Hoy se propone una nueva estructura para el fútbol organizado. Cuánto se añoran aquellos debates, donde se sabía que la política era un instrumento de cambio para darle mayores posibilidades a la sociedad.
Por eso “Dios de los Potreros”, ilumina la discusión, para que no se entierre esta pasión que se llama fútbol.
El Tordo