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Ciclismo

20-10-2011 01:16

Las vueltas de la vida

Coronel Moldes recibió a Edgardo Giovannini como un héroe luego de lograr la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista desarrollado en Manchester. Una historia para conocer y admirar.
Edgardo Giovannini -abajo- logró la medalla de plata en el Mundial.

En cuatro años Edgardo Giovannini pasó de un fuerte golpe a subirse a un podio mundial. Del piso al cielo en 1460 días, un proceso de esfuerzo y sacrificio. El 13 de octubre de 2007 el ciclista moldense sufría una fuerte caída mientras entrenaba en la pista de Sydney, los golpes provocaron lesiones que condicionaron su actuación en el Mundial disputado en Australia. Además el altercado incluyó a otros tres compatriotas: Sergio Gilli, Néstor Torres y Carlos Reybaud -se llevó la peor parte al sufrir la quebradura de siete costillas-. Sin embargo el “negro” Giovannini -maltrecho físicamente- logró un cuarto puesto en la prueba de velocidad y un sexto lugar en scratch. Un premio al esfuerzo y a la capacidad de sobreponerse a la adversidad, pero en el arribo a su ciudad natal el pedalista sacó a relucir su personalidad y dijo que quería revancha e iba a entrenar para lograr un podio mundial.

 

Cuestiones ajenas a la práctica deportiva pusieron en riesgo la continuidad de la carrera del pedalista nacido el 3 de julio de 1970. “En el ciclismo no sólo hay que pedalear sino que también hay que buscar sponsors para poder competir”, mencionó el “negro” como frase de cabecera, propio de una disciplina poco ponderada en la política deportiva. La adversidad fortaleció a Giovannini y cerró un gran 2008 que ni él esperaba. “Hace tres meses ni pensaba subirme a la bici pero son las cosas de la vida y uno ama a este deporte por eso pienso seguir practicándolo”, contó en una entrevista publicada en la revista Compacto Deportivo en noviembre de ese año tras haber logrado la medalla de bronce en el Campeonato Argentino de Junín y las preseas de oro y plata en el Campeonato Panamericano de Mar del Plata. En 2009 el moldense compitió contra pedalistas hasta 20 años menores en la categoría Elite para ultimar detalles de cara a su objetivo mundial, y mal no le fue. En el Campeonato Argentino desarrollado en San Luis culminó tercero en la modalidad keirin, cuarto en velocidad y quinto en velocidad olímpica. En 2010 lidió nuevamente frente a las adversidades y redobló esfuerzos -sumado al incondicional apoyo familiar- para llegar en óptimas condiciones al Mundial de Manchester, tierra conocida para el “negro” porque en 2006 había conseguido un meritorio cuarto puesto.

 

Las vueltas de la vida hicieron que cuatro años más tarde, un 13 de octubre de 2011 en el velódromo “The National Cycling Centre”, el experimentado Carlos Reybaud lograba su segunda medalla dorada y el eximio ciclista oriundo de Coronel Moldes se colgaba la presea de plata. Dos premios mundiales a la perseverancia que excede el plano deportivo. El moldense quedó segundo detrás del australiano Gavin White en una ajustada final válida por la prueba de velocidad en la categoría de 40 a 44 años. Horas más tarde el “negro” se presentó en la modalidad scracht y culminó cuarto, dando muestras de su vigencia y trascendencia en el mundo del ciclismo en pista.

 

El martes por la noche Coronel Moldes se vistió para la ocasión y recibió a Edgardo Giovannini como un héroe. Una caravana lo esperó en el acceso a la localidad –en la intersección con la ruta 35- para abrazar y acompañar al mejor representante de toda la provincia en el Mundial. “Al final soy medalla de plata, por un día fue campeón y recién me avisan que soy segundo”, explicó de inmediato Giovannini luego de versiones que lo daban por ganador. “Ahora voy por el oro en el próximo Mundial”, dijo desafiante y con su temple característico. Los festejos se trasladaron por las calles moldenses, al mejor estilo vuelta olímpica, hasta recalar en la Municipal donde el intendente Jorge Costanzo le entregó una plaqueta en reconocimiento a su desempeño. “La verdad que no esperaba este recibimiento, mucho no me gustan estas cosas, le agradezco a todos por el apoyo (…), le dedico esto a mi familia, que siempre está a mi lado, y especialmente a Sergio Trabucco”, manifestó emocionado en la conferencia de prensa. La noche quedó plasmada en fotografías, imágenes y audios recopilados por las emisoras FM Buenas Ondas y Radio Ciudad en una cobertura especial para una noche histórica para el deporte moldense.

 

Cuatro años, un golpe, imprevistos extra deportivos, un podio mundial y la misma combinación: una condición física sobresaliente y una mentalidad inquebrantable. Que mejor que la historia de Edgardo Giovannini para explicar las vueltas de la vida.

 


Foto: Velo Uk (Larry Hickmott) 

Redacción Al Toque