Con relación a lo sucedido en los Juegos Panamericanos de Guadalajara con el entrenador de atletismo Alexis Abot por encontrarlo con una atleta en su habitación, y que tanto el Presidente de COA (Comité Olímpico Argentino) y el jefe de misión Gerardo Werthein y Gabriel Curuchet tomaron la decisión de separarlo de su cargo por una denuncia anónima.
Por esta medida quiero aclarar varias cuestiones. El historial de este Comité no es nada ético y poco decoroso como comunicó el vocero Eduardo Moyano sobre la actitud de Abot.
El Coronel Antonio Rodríguez estuvo como presidente (1977-2005), luego apoyaron al señor Julio Cassanello (intendente de Quilmes 1979-1981), quien fuera denunciado como cómplice civil de la última dictadura cívico-militar.
El señor Werthein fue nombrado jefe de la misión en Beijing 2008, donde tanto él como Cassanello dejaron solos a los atletas en el medio de las competencias, estando ausentes en el logro de la medallas de oro de ciclismo y fútbol.
¿Qué sanción les correspondería a estos dirigentes por abandonar a sus representados? ¿Por qué no tomaron medidas con las denuncias que nunca fueron anónimas como en este caso?.
Que es peor. ¿Un entrenador con su pareja en su habitación o un cómplice de la dictadura?. El señor Cassanello renunció por la presión de denuncias tanto externas como las de un deportista. ¿Qué medidas tomaron entonces Werthein, Curutchet y Moyano?.
Los que antes apoyaban a Cassanello se convirtieron ahora en fanáticos del proyecto Werthein creador del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) donde todos los usuarios de teléfonos móviles le debitan de sus facturas un porcentaje para el deporte y las empresas con ganancias extraordinarias no aportan nada.
Werthein, empresario y que es parte de las empresas, es el actual presidente del COA y también presidente del ENARD.
Todo esto demuestra la doble moral de estos dirigentes: antes amigos de un cómplice y ahora paladines de lo ético y moral.
*Deportista. Militante de Derechos Humanos.