- Un buen final.
Gracias a Dios fue un buen retiro. Me voy triste porque perdimos el partido pero gracias a Dios gané muchos partidos y muchos clásicos en esta cancha. Me llevó muy lindos recuerdos, quiero agradecerle a Atenas, a Daniel Tosco porque confió en mí ya que eran todos pibes de 20 años y yo tengo 38. También al “chelo” (Marcelo Sayago), a Diego Escobar, al utilero, al canchero, a los chicos que han confiado en mí y especialmente a mi familia.
- Sensaciones con la que deja el fútbol.
Una sensación linda porque gané muchos títulos, jugué donde quise, jugué en las instituciones más importantes de Río Cuarto: Estudiantes, Atenas, Banda Norte. Logré jugar en condiciones casi semiprofesionales en Monte Maíz, en Mendoza, en Alumni de Villa María. No me puedo quejar, el fútbol me ayudó un poco a ser gente. Tenía pocos estudios y esto me enseñó a ser más gente, más educado. Creo que ha sido buena la carrera.
- Las satisfacciones y tristezas.
Sí, por ahí duele un poco pero ya está; son 38 años y no es fácil entrenar a mi edad con chicos de 19 años. Estaba agotado y no daba más, aparte por el trabajo no podía. Pero me voy muy feliz, muy contento.
- Lo qué deja en el fútbol.
Dejo muchos amigos… Diego Escobar es un amigo y se portó muy bien conmigo y confió mucho en mí. Por todos lados tengo amigos que se han ofrecido para venir a jugar el partido del viernes, de Mendoza, de La Pampa, de Villa María, de Monte Maíz. Todos no podían venir, pero van a venir la mayoría y creo que vamos a pasar una buena noche.
- A descansar.
Voy a descansar un poco, voy a disfrutar con mi familia. Nunca tuve vacaciones ya que siempre jugué Interligas o Torneo Argentino. Creo que se lo merece mi familia más allá de que ya están grandes los chicos. Necesito unas vacaciones y después vamos a ver.
Vas a extrañar el fútbol.
Obviamente, porque es mi vida. Pero son otras etapas de la vida que hay que aprender a vivirlas.
Foto: Al Toque
Redacción Al Toque