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    Toro Club (CM) 20 Renato Cesarini
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01-12-2008 13:41

Historia de una policía “fajadora” y antidemocrática

Basta. Alguien deberá frenar tanta impunidad. Desde la dictadura militar a esta parte la Policía de la Provincia de Mendoza tiene una triste historia. Desde Sebastián Bordón a esta parte, hay palos e impunidad.

Lunes, 01 de diciembre de 2008. Recorrer los portales de información de los medios de la provincia de Mendoza es tener el retrato de impunidad que nos dio esta democracia. Saber que la muerte estuvo muy cerca de ciudadanos riocuartenses –cualquiera sea su profesión y/u oficio- en un estadio de fútbol en la provincia de Mendoza no hace más que ratificar un pensamiento sobre una línea de trabajo en esa fuerza del orden.

Con excelente criterio periodístico Nicolás Russo reproduce en la página 3 del suplemento de Deportes de Diario Puntal de Río Cuarto, lo que la Real Academia Española señala como definición de Policía: “cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas”.

Será entonces el Ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Mendoza Mario Adaro quien deberá dar las explicaciones, pero si recorremos la triste historia de policía fajadora y antidemocrática que tiene la fuerza del orden en Mendoza es poco menos que un sueño utópico.

 

Los hechos

 

En su portal de internet, el Diario Los Andes de Mendoza señala: “Todo parecía normal en el final del partido, por eso extrañó que los jugadores de Estudiantes, en lugar de dirigirse hacia el vestuario salieron desaforados hacia donde estaban sus hinchas.

Es que la policía de Mendoza “invitó” a los hinchas de Estudiantes (unos 50 simpatizantes) a salir de una manera nada tranquila y el motivo de la represión fue que había algunos simpatizantes visitantes que comenzaron a tirar piedras, una vez que pisaron la calle.

Por los que tiraban objetos ligaron los que quedaban dentro de la popular visitante, que eran familiares de los jugadores.

Esto fue lo que provocó la reacción de los futbolistas visitantes, en especial del arquero José Mancinelli, que fue el primero que se dirigió hacia el alambrado solicitando que la policía no le pegara a las personas que estaban en ese lugar ya que eran sus familiares.

Junto con Mancinelli, otros jugadores intentaron agredir a los policías (Casanovas arrancó el banderín del córner y se los lanzó a los oficiales) que estaban del otro lado del alambrado, esto provocó que los uniformados rociaran sobre la cara de algunos futbolistas el famoso gas pimienta.

Esto hizo que Mancinelli y otros jugadores intentaran treparse al alambrado, lo que le provocó un corte en la zona del oído izquierdo al portero y perdiera sangre.

Otros visitantes que sufrieron los efectos del gas fueron Mauro Búffali y Diego Mansilla, pero una vez en el vestuario aseguraron que no era nada grave, aunque sufrían los efectos de la irritación.

Final de locura fue lo que pasó una vez que el árbitro pitó el final del encuentro y que siguió en la zona de vestuarios, ya que varios plateístas de Guaymallén, en lugar de irse siguieron discutiendo con integrantes del cuerpo técnico visitante”.

Pero que dice el Diario Uno: “Todo comenzó tras la finalización del partido. La Policía, que estaba dentro de la tribuna visitante, quiso desalojar por la fuerza a los hinchas cordobeses que se estaban retirando del lugar.

Con escudos empujaban a jóvenes, mujeres y niños (la mayoría eran familiares de los jugadores de Estudiantes), lo que provocó la reacción de la gente hacia los oficiales y éstos comenzaron a repeler con disparos de balas de goma.

Al ver que sus parientes eran atacados en la tribuna, los jugadores cordobeses corrieron hacia el cierre perimetral y exigieron a los policías que detuvieran las agresiones, pero ellos también sufrieron las consecuencias: los oficiales les dispararon proyectiles y una bomba de gases lacrimógenos”.

 

Una triste historia

 

Carlos Azcurra, fue una de las primeras victimas del accionar vandálico de la Policía de Mendoza, cuando en septiembre de 2005, el defensor fue gravemente herido en un pulmón por una bala de goma que un agente le disparó a corta distancia. La fiscal lo imputó por el delito de “homicidio por abuso de función y uso de arma de fuego en grado de tentativa".

En ese año, Osvaldo Tello era el Ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Mendoza. En ese momento se dijo por parte de quien dependía el accionar de la Policía de Mendoza: "Es un momento malo para la provincia, para el deporte y para la institución policial", señaló el ministro, y dijo respecto de la situación del futbolista: "Gracias a Dios está evolucionando, lo que nos da esperanza de que mejore su estado de salud". Asimismo, Tello indicó que no puede determinar si se trató de un caso de "gatillo fácil" o negligencia, hasta que lo decida la Justicia.

A su turno, quien era gobernador Julio Cobos –hoy vicepresidente de la Nación- pidió "la sanción máxima, que es la separación de la fuerza" para el policía que hirió al jugador y resaltó que al ver las imágenes de los incidentes "realmente me da vergüenza".

Este hecho que se narra se registró hacia el final del segundo tiempo del partido por la Primera B Nacional que Godoy Cruz ganaba 3-0 a San Martín y que el árbitro Jorge Ferro acababa de suspender por desmanes provocados por hinchas del “chacarero”. Las ¿fuerzas del orden? respondieron a esas agresiones con balas de goma, ante lo cual los jugadores de San Martín intentaron detener a los efectivos y, en medio de empujones y forcejeos, Azcurra recibió un balazo de goma que lo dejó gravemente herido.

 

No olvidar

 

Desde el asesinato de Sebastián Bordón, hasta los hechos sucedidos el domingo en el estadio de Guaymallén, la Policía de Mendoza a dado muestras de lo que es: desprecia la vida de los seres humanos, “faja” para prevenir y desconoce la autoridad democrática.

Sólo esperamos en el futuro no tener que cronicar más éste tipo de incidentes, menos aún en este deporte que amamos tanto como es el fútbol.

 

Foto: Diario Los Andes (Mza)

 

Carlos Valduvino – Redacción Al Toque