Inicio Quiénes somos Publicidad Contacto Enlace a Facebook Enlace a Instagram Enlace a Youtube Enlace a Twitter

El día después de la eliminación argentina

17-07-2011 13:46

Tristeza en alta definición

Por Marcelino Gasseuy
Las imágenes en HD reprodujeron una nueva frustración.

El sábado 16 de julio de 2011 el historial futbolístico marcará cómo los uruguayos volvieron a prevalecer frente al seleccionado argentino en un partido trascendental e indicará un nuevo fracaso futbolístico de la selección nacional en un torneo de jerarquía. Uno más y van.

Como muchos argentinos, apoyando a los miles de simpatizantes que alentaban en el estadio Brigadier López de Santa Fe, quien esto escribe vivió el partido a través de la pantalla de la TV. Y por primera vez ante la posibilidad de mirar la transmisión de T y C Sports HD (reproduce las imágenes en alta definición). Fueron esas fantásticas imágenes (y aprovecho para destacar el avance que significa el HD en el mundo audiovisual y sobretodo en la transmisión de eventos deportivos)  las que reprodujeron la triste jornada para el fútbol argentino.

Después del cimbronazo y la decepción de quedar prematuramente afuera de un evento deportivo que nos tiene como anfitriones llegó el momento del análisis. Pero más allá de todo tipo de conjeturas de una vez por todas llegó el momento de realizar cambios urgentes en la estructura futbolística de la selección argentina. El elenco albiceleste tocó fondo y es momento de profundizar el trabajo porque la Copa América 2011 fue el espejo que permitió comprender que contar con un plantel con jugadores de elite no implica tener un equipo de elite. Argentina desde hace varios años dejó de estar en el podio de los grandes equipos del mundo y lo demuestra claramente el flojo desempeño en las competencias relevantes en donde nos hemos vuelto a casa con la derrota bajo el brazo.

Llegó la hora de realizar, de una vez por todas, variantes no sólo el manejo de los destinos futbolísticos sino que también en el plano institucional. Desde hace tiempo venimos reflejando en este medio que el principal responsable tiene nombre y apellido: Julio Humberto Grondona. El dirigente que de manera papal conduce desde hace 32 años a la Asociación de Fútbol Argentino es quien sostiene el timón de una selección que está a la deriva (NdR: al fracaso de la selección mayor hay que sumarle la pérdida de jerarquía que sufrieron en los últimos años las selecciones  juveniles en las que dejaron de ser protagonistas directos y fueron relegadas por equipos en tiempos no tan lejanos aparecían como inferiores).Es él quien toma las principales decisiones que circundan a la selección mayor y desde hace 18 años lo único que se ha cosechado son frustraciones.

Para explicar el delicado momento de la selección Argentina son valerosas las palabras del periodista Daniel Arcucci, quien al finalizar el partido en Santa Fe escribió: “Si los triunfos maquillan defectos, las definiciones por penales le agregan épica a las victorias y les regalan la excusa del azar a la derrota. Y hay que huir de esa tentación. El cuerpo tiembla, en realidad, por una frustración, una más, que vuelve a tener explicación. Como la tuvo la de Sudáfrica, hace un año nomás. Y la de Venezuela 2007, un poco más atrás, y la de Alemania 2006, la de Perú 2004, la de Japón-Corea 2002, la de Paraguay 99, la de Francia 98, la de Uruguay 95, la de Estados Unidos 94. Nos hemos acostumbrado, en todos estos años, a explicar derrotas, más o menos injustas, más o menos justificadas, pero siempre lacerantes”. 

Por eso, a los argentinos nos duele la falta de autocritica y la ausencia sinceramiento por parte del director técnico Sergio Batista quien se excusó diciendo: "Fracaso yo no lo llamo. Nosotros hicimos lo posible para ganar la Copa. No se nos dio. La palabra fracaso es muy fuerte. Hay que seguir trabajando. Hace cinco meses que estamos en la selección.".

Haciendo una clara alusión de que el objetivo son las eliminatorias y el Mundial de Brasil 2014 el técnico argentino una vez más volvió a caer su enredo dialéctico que no coincide con lo que lleva a la práctica. ¿Si se piensa en elaborar un proceso a futuro que sustenta la presencia de Javier Zanetti, Gabriel Milito y Nicolás Burdisso? Los tres jugadores que tuvieron un flojo desempeño a lo largo de la competencia, fueron titulares todos los partidos en una zona clave como la defensa y claramente, por cuestión de edad, no llegarán a Brasil 2014. Si realmente piensa en el 2014 por qué no formaron parte del plantel jugadores como Juan Manuel Martínez, Enzo Pérez, Diego Valeri e Iván Pillud, sólo por nombrar algunos de los nombres ausentes que piden pista competitiva en la selección nacional.

Siguiendo con las incongruencias de Batista¿Por qué insistió con Carlos Tevez hasta el último minuto de la Copa América si el jugador no es de su agrado futbolístico? El DT incluyó al “jugador del pueblo” bajo presiones verticalistas y mediáticas (muchas veces más verticalistas que el dominio de Don Julio) y quedó demostrado que, sin dudar de las capacidades futbolísticas del jugador del Manchester City, una vez más Tevez desestructuró el andamiaje futbolístico que intentó imponer el “Checho” (lo mismo le sucedió a Maradona en Sudáfrica 2010). Es inentendible el ingreso del “Apache” en el partido de ayer. Refleja claramente que el técnico argentino nunca pudo reordenar la brújula del equipo. Ya lo había demostrado en los partidos frente a Bolivia y Colombia. Los dos juegos que nos dejaron afuera de la Copa América 2011.

Y lo preocupante una vez más fue la incapacidad de armar un equipo amoldado a Lionel Messi. Injustamente el mejor jugador del fútbol es la centro de las críticas pero quedó demostrado, más allá desde que asumió el técnico quiere armar un sistema como el del Barcelona para hacerlo sentir cómodo, que una vez más se desaprovechó al as de espadas con el que cuenta el conjunto argentino.

Para encontrar la gloria extraviada. Para evitar las sensaciones amargas y los cachetazos que impregnan las frustraciones futbolísticas. Pero principalmente para modificar el rumbo de nuestra selección es momento de comenzar con la refundación.