"No me atiende, no lo puedo creer? No me atiende". Lo que les pasa a los periodistas por estas horas cuando de ubicar a Julio Humberto Grondona se trata, le toca vivirlo a Sergio Batista en carne propia. Llega la hora de las decisiones, o posiblemente la de las confirmaciones. En la AFA se empiezan a trazar las líneas del futuro. Su presidente ya tiene diseñada su estrategia y por una vez dejará hacer a los dirigentes. Algo no menor en el actual contexto, con un entrenador que aún no fue despedido, pero al que ya le están buscando reemplazante.
Parece que las posiciones están tomadas. Cada cual defiende su casillero en un juego de especulaciones y presiones en el que algunos pueden perder mucho y otros, nada. Batista, abatido por toda esta situación, no quiere hacer declaraciones hasta conocer la decisión que tome el Comité Ejecutivo en la reunión de pasado mañana, a las 17, en el predio de Ezeiza. "Me reuní con Julio [Grondona] y me dijo que hay que esperar hasta el lunes", explica repetitivamente el secretario de selecciones nacionales, Carlos Bilardo. Humberto Grondona, subdirector detrás de Bilardo, expresó: "La continuidad de Batista depende de la reunión del lunes; sinceramente no sé lo que puede pasar, en algún momento ganó [Batista] 19 a 1 pero quizás hay sorpresa?". "Llegó el tiempo de que muchos dirigentes digan lo que piensan en la cara, porque hay muchos que hablan por atrás y cuando llega la hora... Hay que buscar una transparencia sobre la opinión del cuerpo técnico actual, puede haber una sorpresa positiva o una sorpresa negativa", agregó Humberto, cuyo trabajo en la coordinación de los juveniles argentinos también fue puesto en duda por el grupo de los dirigentes más instalados en una posición dura.
Los puntos positivos que tenía Batista hasta hace menos de un año, como el conocimiento del plantel, la afinidad con Lionel Messi, la medalla dorada en Pekín 2008, el bajo perfil y, en un principio, el visto bueno para que Bilardo fuera una voz de consulta permanente, parecen haberse esfumado después de la eliminación en los cuartos de final de la Copa América. Y que el ciclo del Checho haya quedado sin respaldo es consecuencia de la movida política y mediática que nació de un grupo de dirigentes. A todos los escuchará Grondona, que por delante tiene la reelección de su cargo y, aunque piensa en cambios en los cuerpos técnicos juveniles, pretende mantener en sus puestos a Bilardo y a su hijo Humberto.
¿Quiénes sostienen al Checho? Luis Segura, presidente de Argentinos y secretario de selecciones nacionales, Mario Contreras (titular de Godoy Cruz) y Roberto Bugallo (máxima autoridad de All Boys). El presidente de Colón, Germán Lerche, cambió de facción y se alineó con la línea más radical, la que agrupa más dirigentes. "Estamos invitados a analizar lo que vamos a hacer. La participación de la selección en la Copa América estuvo por debajo de las expectativas. No quedamos ni en semifinal ni en la final, quedamos en cuartos. Fue un fracaso deportivo", manifestó el dirigente, de los más beligerantes junto con Noray Nakis, de Armenio, para que haya cambios estructurales en todos los seleccionados, incluyendo a Bilardo. "El técnico lo elegimos nosotros, como así si Bilardo sigue en su función", dejó en claro Lerche, que además, en distintos medios adelantó: "Hay que buscar un DT que haya tenido logros deportivos, si estamos decididos a cambiar".
"De Bianchi no sé nada y si lo supiera, sinceramente tampoco lo diría", remarcó entre risas Humberto Grondona. Cada vez que el puesto de DT del seleccionado flaquea, hay un nombre que gana en las encuestas: Carlos Bianchi. Llamativamente, desde su entorno salieron a escena. Su hijo, Mauro Bianchi, por más que se esforzó por remarcar que "hay un técnico trabajando", confesó que su papá tiene ganas de volver a dirigir. Y también habló de los anteriores acercamientos del Virrey a la selección: "En el 98 estuvo cerca cuando se fue Passarella; como no se decidía la situación y apareció Boca en el medio, mi viejo terminó agarrando. La otra fue en el 2004, cuando renunció Bielsa; a través de Pompilio le hicieron una oferta pero él comunicó que no tenía las condiciones adecuadas para hacerse cargo. Después no hubo nunca más otra oferta. No hablé con él ahora, pero me consta que en 2010 se hubiera sentado a hablar si lo llamaban".
Gerardo Martino es el que más consenso tiene entre los dirigentes y goza del visto bueno de Grondona, que a su vez coincide en un nombre con Bilardo y es el de Alejandro Sabella, tentado después del alejamiento de Diego Maradona y antes de la confirmación de Batista. La última vez fueron muchos los dirigentes que no se sintieron escuchados. Ahora conviene todo lo contrario. Las eliminatorias para Brasil 2014 están a la vuelta de la esquina; las desprolijidades, a la vista de todos.
Artículo extraído del sitio www.canchallena.com