La reciente clasificación al grupo TNA1 de la Asociación Atlética Banda Norte en la Liga Nacional de Clubes de Basquetbol, no es –por no haberlo alcanzado en las temporadas precedentes - el primer mojón trascendente del baloncesto “verde” en la segunda división nacional. En rigor, en las dos experiencias del “lobo” en esta categoría - en los ’80 conocida como Liga B - vivió más temporadas de zozobra que de tranquilidad.

El club del Parque Sarmiento - uno de los históricos fundadores de la Liga Nacional de Basquetbol - tuvo en sus primeras tres participaciones (1984, ’85 y ’86) que alcanzar como primer objetivo “salvar” la categoría. Fue en la temporada 1987 que se despreocupó de esa cuestión - como sucedió, también, el viernes último frente a Huracán de Trelew -, bajo la conducción técnica del bahiense Carlos Spacessi quien - al igual que con Alberto Finguer en 1983 y Luis “El Macho” Rissi en el ’79 - sacó de su estado de aletargamiento al basquetbol riocuartense y lo proyectó a un nivel nunca antes alcanzado.

Es interesante apuntar las semejanzas entre la reciente clasificación y aquella que lideró Spacessi como estratega técnico. En aquella recordada plantilla también estaba Fabián López; entonces, como jugador; ahora, con la responsabilidad de conducir técnicamente el equipo.

Fue - como sucedió el viernes - el resultado de otro encuentro, el que terminó clasificándolo para continuar alimentando la esperanza de llegar lejos en la temporada. Aquel conjunto “verde” había exhibido una de sus más pobres actuaciones colectivas e individuales en Santiago del Estero, cayendo - el 5 de junio del ’87 - frente a Juventud por 94 a 79. La tranquilidad - y la clasificación - se alcanzó el domingo 9, cuando Fábrica Militar venció a Unión Central de Villa María por 106 a 98, sepultando las esperanzas de los villamarienses y afirmándose en el segundo lugar el club del Barrio Libertador con aquel triunfo en su gimnasio de la Avenida General Savio.

Ahora, el desencanto fue en su propio estadio frente a Huracán, pero su clasificación la aseguró la caída de Ciudad de Bragado en su visita ante Ciclista Juninense, por 102 a 98. En los dos casos, el desenlace se produjo una fecha antes de terminar la ronda clasificatoria. Y curiosamente, también, Banda Norte, en la última fecha estuvo “libre”. Pero, en el ’87, se debió a otra razón.

En efecto, forzosamente la mayoría de los clubes que compartían su grupo evitaron enfrentar a Salta Club que a poco de comenzar la temporada regular abandonó el torneo. En la última fecha debía enfrentar al “verde” en el viejo estadio del Parque Sarmiento. Por ello, Banda Norte sumó dos puntos que le bastaron para acceder al grupo de “elite” y olvidarse de la fatídica lucha por conservar la categoría.

También ocupó la última plaza vacante para la Fase Dos de aquella temporada - que se disputaba regularmente de marzo a noviembre y modificada por la actual luego del Mundial de básquet 1990 de Buenos Aires-, siendo el tercero en su grupo escoltando a Instituto de Córdoba y Fábrica Militar, respectivamente. Detrás quedaron Unión Central de Villa María, Juventud de Santiago del Estero y Salta Club.

Por el otro grupo de la entonces Región B-2 (Noroeste, Cuyo y Córdoba) - la denominada B-1 - era Capital Federal, Provincia de Buenos Aires y toda la Patagonia. En la B-3 - compuesta por el Litoral y el Nordeste -, se clasificaron San Martín de Marcos Juárez, Sportivo 9 de Julio de Río Tercero y el Centro Deportivo Rivadavia de la ciudad homónima de Mendoza. 

Hoy, como hace casi un cuarto de siglo antes, queda un dificultoso camino por recorrer. Al final de la temporada se sabrá si todos - o algunos - los curiosos paralelismos hasta aquí enunciados se repiten en el tiempo o no. En el año de las “Bodas de Plata” de aquella epopeya, no estaría mal que se repitiera. Así acabaría con aquella fatídica sentencia que asegura que “segundas partes nunca fueron buenas”.

* Periodista – Secretario General del Cispren Río Cuarto

Gráfico: Al Toque