BERNA.- Un partido pensando en el futuro y con la mirada puesta en la defensa. Ése es el concepto del encuentro que jugará la Argentina con Suiza, en el Stade de Suisse, este miércoles desde las 16.30, y que le permitirá al entrenador Alejandro Sabella observar alternativas para el sector más endeble que muestra desde hace un tiempo la selección. No esconde el técnico cuál es su búsqueda, aunque la temática no resulta novedosa. Las deficiencias están instaladas desde hace un par de ciclos atrás, porque ni Maradona ni Batista pudieron descubrir una fórmula sólida, que entregara seguridad al resto del equipo. Movió nombres el actual técnico. Las convocatorias de Hugo Campagnaro, Ezequiel Garay, Daniel Díaz y Fabián Monzón reflejan la necesidad de ensayar con nuevas caras o darles rodaje a aquellas que siendo citadas en el pasado no tuvieron suficiente espacio. 

"Vamos a probar a algún futbolista que nunca jugó para que conozca a los compañeros, al cuerpo técnico y podamos sacar conclusiones para más adelante", resaltó Sabella en la conferencia de prensa, en donde no dio nombres pero confirmó que el sistema será un 4-4-2. El trabajo táctico ratificó aquella frase, porque Campagnaro apareció en el lateral derecho -en Napoli, que defiende con línea de tres, se mueve como stopper por la derecha- y Ezequiel Garay se desempeñó como segundo marcador central; los dos puestos restantes fueron para Federico Fernández, con poca participación en Napoli, aunque el entrenador lo conoce de su exitoso paso por Estudiantes, y Pablo Zabaleta, que deberá cambiar su perfil, aunque no es la primera vez que desandará la banda izquierda.

"Los primeros defensores son los delanteros y los primeros atacantes son los defensores, eso tienen que entender los jugadores, más el amor por los colores y la solidaridad para ayudar al compañero dentro del campo de juego", mencionó como fundamentos de su filosofía de conducción Sabella, que no quiso profundizar en cuestiones de escasez de recursos en ciertas posiciones. Sin embargo, con Campagnaro actuando como lateral y trasladando a Zabaleta a la izquierda reafirma el pensamiento en el que sostiene que en el fútbol argentino ése es un puesto en el que falta gente porque se perdió la tradición, mientras que en otros lados esa función tiene otra jerarquía.

Entremezclar juventud y experiencia, renovar piezas, provocar alternativas es la tarea que se impone Sabella, que por primera vez -exceptuando aquellos partidos con Brasil en los que se citaron a futbolistas del medio local- dejó afuera a Martín Demichelis, de floja actuación y factor determinante en el gol de Bolivia en las eliminatorias, y que empezó a pagar sus flaquezas al ser marginado del cotejo siguiente, con Colombia. Tampoco figuran Nicolás Otamendi -apareció en dos de las anteriores tres nominaciones-, Emiliano Insúa ni Nicolás Pareja, nombres que se repitieron en la gira por la India y Bangladesh y que formaron parte de la lista antes en la doble jornada frente a Chile y a Venezuela, rumbo a Brasil 2014. Distinta es la situación de Nicolás Burdisso y Marcos Rojo, que no aparecen por lesiones. El caso de Desábato se justifica porque además de conocerlo, los dos futbolistas que completaron la nómina del medio local -Andújar y Braña- pertenecen también a Estudiantes. 

"La clave es tratar de no cambiar el mensaje y corroborar con los hechos lo que se dice con las palabras. Ser el técnico de la selección es un trabajo hermoso aunque haya poco tiempo de trabajo", dijo como norma a cumplir durante el ciclo, mientras se lamentó por no tener mayor cantidad de posibilidades de juntar a quienes se desempeñan en el exterior. Con escasa competencia, la Argentina recién volverá a disputar un encuentro en junio. La única manera de encontrar posibles soluciones es ensayar, descubrir futbolistas que puedan aportar temple para aquellos cotejos donde la experiencia y el carácter son vitales para recorrer el camino rumbo al Mundial de Brasil. Y en eso está Sabella, que frente a Suiza sorprende con Campagnaro, les da minutos a Fernández y a Garay, y reincorpora a Cata Díaz, que regresa después de casi tres años, y a Monzón. 

La restante sorpresa es la aparición de Maxi Rodríguez, cuyo último partido fue en la despedida de la Copa del Mundo de Sudáfrica, ante Alemania, ya que en el debut del ciclo Batista, en Irlanda, fue citado pero no jugó. El resto son viejos conocidos, parte de ese grupo estable, que tiene a Messi, Agüero y Mascherano como puntales. 

Fuente: www.canchallena.com