Rápido, punzante y fuerte. Esas fueron las cualidades que mostró uno de los jugadores más observados en la fría tarde del barrio Obrero. Ariel Ramírez venía de marcar dos goles en dos partidos hasta que se topó contra Renato Cesarini. Luego del empate sin goles, el delantero dijo que “tuvimos varias opciones pero no estuvimos cien por ciento claro a la hora de definir y nos vamos con un punto que nos sirve porque fue de visitante ante un rival complicado”. La igualdad no desvía el objetivo del futbolista de 20 años oriundo de Cali: “Desde el primer día la idea del profe (Víctor Morsino) es jugar buen fútbol y lograr el ascenso. Por eso se armó un buen equipo y estamos para eso”.
Ramírez vive por un proceso de doble adaptación: por un lado, futbolística y, por el otro, de vida. “Nos estamos adaptando de a poco a la categoría, sabemos que los equipos no te dan mucho espacio y por eso hay jugar más rápido. Con los partidos nos vamos a ir adaptando”, manifestó respecto a jugar en la Primera B. Mientras que en lo personal dijo “Me siento muy contento, la gente me recibió muy bien y uno trata de adaptarse a este fútbol que es muy distinto al de Colombia”.
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Redacción Al Toque