“El peor momento fue cuando Andrés (Aimar) erra el penal contra Defensores de Belgrano de Ramallo y empiezo a ver como la gente empieza a irse del estadio”, dice Iván Rozzi al referirse a la situación más dura que le tocó atravesar en Estudiantes en sus cinco años al frente de la institución de Avenida España.
Rozzi, quien asumió en el 2007 en medio de una profunda crisis institucional, vivió las dos sensaciones que el fútbol te brinda: la felicidad de un ascenso y la ingratitud de un descenso de categoría.
“Por el proceso que se armó y por cómo se dio el ascenso fue una alegría muy linda”, expresa Rozzi cuando recuerda el ascenso al Argentino A en la temporada 2008/2009.
A la vez que aclara que el descenso al Argentino B “fue una estocada en medio del pecho”. Y agrega: “No puedo hablar del descenso porque me hace muy mal, sentí una soledad profunda hasta fin de año. Fue un momento muy duro”.
Llamaron a la conformación de una nueva comisión directiva y anunció que han cumplido un ciclo en su gestión.
Redacción Al Toque
Foto: Archivo Al Toque