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Por comenzar
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Atenas vive por estas horas un remanso en medio de la tormenta. La victoria por penales ante Juventud Unida de San Luis por la Copa Argentina trajo sonrisas en un panorama que pinta cada vez más oscuro. Si bien el ingreso del premio por haber pasado de fase y el envión anímico pueden pensarse como aspectos positivos, la dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores del "albo" no deben desviar la mirada de la realidad institucional que vive hoy el club. Debe quedar claro que por más fases que se avancen en el torneo "copero" no se van a solucionar los problemas que se tienen en el Argentino B y en la Liga Regional.
Más allá de la victoria en San Luis el presente del equipo de Drago está lejos de ser de rosas. El nivel exhibido en los partidos por la Copa Argentina no se traduce en el Argentino y la imagen que deja el equipo es bien distinta. El equipo irresoluto que se observa domingo a domingo juega como si estuviera con la soga al cuello, evidentemente no puede resolver la presión que significa estar en una zona tan comprometida. Por ende resulta difícil predecir que lo realizado entre semana se traslade al partido del próximo lunes ante Ferro, por más optimista que el hincha quiera ser.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es el aspecto físico. La pregunta antes de viajar a la provincia vecina era que formación dispondría el DT, optaría por los titulares a pesar del desgaste físico o jugaría con juveniles dejando de lado la Copa Argentina. Se decidió por lo primero, tomando el riesgo de quedar afuera y encima desgastar a un plantel que es muy corto en su conformación. La victoria llegó, pero no debe ocultar el cansancio que los jugadores acarrearán para el partido del lunes. Recordemos que Atenas ya no tendrá a Nicolás Gatto hasta diciembre y Jorge Alturria puede que corra el mismo destino. La pregunta vuelve a ser si valió la pena jugarse todo por el todo el jueves.
Pero al "griego" no solo lo apremia el Argentino, sino que también es angustiante su situación en la Liga Regional, donde el martes se definirá si se ve condenado a jugar la promoción para no descender a la segunda división. Esto le suma una presión extra al equipo, debido a que no podrá utilizar el plantel del Argentino para el partido decisivo con Estudiantes, deberá recurrir a un equipo demasiado joven que ha tenido que sobrellevar esta campaña tan negativa. Además en caso de tener que jugar la promoción deberá afrontarla como pueda en este calendario tan apretado.
La dirigencia festejó con algarabía el triunfo "copero", pero debe entender que la situación no se soluciona solo con esto. Los ingresos por avanzar de fase no resolverán los problemas de la institución. Tampoco subsanarán los inconvenientes que Atenas ha tenido a la hora de completar un plantel superior de jerarquía en calidad y en cantidad. Ni hablar de lo sucedido con la liga regional que quedó demasiado relegada y ni siquiera ha podido servir de preparación para los jugadores del club. Recordemos que en muchos casos los hombres que el club puso en primera en la liga tuvieron muy pocas chances en el Argentino siendo tapados por refuerzos que después no rindieron lo esperado. De hecho hoy muchos de esos jugadores que serían de ayuda en este momento están en otros equipos de la liga.
Los problemas que Atenas sufre hoy no tienen que ver con cuestiones del presente, sino que tienen sus raíces más profundas en el tiempo. Hace por lo menos 3 años que el club viene defeccionando en la manera de encarar el Argentino y la Liga Regional. Por esto no debe la dirigencia verse enceguecida con lo realizado en la Copa Argentina. Avanzar unas rondas mas no servirá de nada si el club pierde su lugar en el torneo nacional y además cae a la segunda división en la liga. El renombre y el dinero de la copa no deben tapar las necesidades de un club al cual no le será fácil recuperarse de los golpes que puede llegar a recibir.