En un partido no apto para cardíacos y que tuvo todos los condimentos propios de un superclásico, River se llevó la victoria por 2 a 1 ante Boca en el estadio Mario Alberto Kempes, que presentó un lleno total y un marco impactante para recibir a ambos equipos.
El equipo conducido por Carlos Bianchi comenzó mejor el partido, tanto que a los 5 minutos del primer tiempo, el volante Walter Ervitti abrió el marcador luego de corregir un errático remate de Santiago Silva, entrando por el punto penal, empujando el balón ante el cierre de Carlos Sánchez. River no se podía acomodar en el campo de juego, Acevedo y Cirigliano se mostraban imprecisos y las subidas de Sánchez y Rojas no incomodaban a la defensa rival.
Sin embargo, a los 27 minutos de esa primera etapa, en una jugada que comenzó en la derecha con Carlos Sánchez desplazándose hacia el medio campo, éste metió un buen pase para el zurdo Ariel Rojas y tras un mal cierre de Pablo Ledesma, tocó hacia el medio para la entrada del uruguayo Rodrigo Mora, quien pondría el 1 a 1. Luego del empate, River se adueñó del control de la pelota y comenzó a dominar las acciones pero sin contar con llegadas de peligro para el arco contrario.
Cuando los 45 minutos iniciales llegaban a su fin, en una jugada rápida, el “xeneixe” desperdició una oportunidad inmejorable en los pies del ex jugador de Banfield, Walter Ervitti. El foul en el círculo central de Leandro Gonzalez Pirez a Santiago Silva, le permitió a Juan Manuel Martinez, quien jugaba su segundo partido con la camiseta azul y oro, tocar rápido para Ervitti que partió sólo hacia el arco definiendo la jugada con mucha displicencia ante la salida del arquero Marcelo Barovero.
El complemento comenzó con poco ritmo. Los equipos se prestaban la pelota y no se mostraban jugadas claras que pudieran incomodar a los arqueros. El ingreso de Leonardo Ponzio le brindó mayor claridad al equipo conducido por Ramón Díaz. Por su parte, el “xeneixe” sólo creó peligro con un tiro libre de media distancia ejecutado por Leandro Paredes, enviado al córner por Barovero. A pesar de mostrar algunas pinceladas de buen fútbol, el hábil enganche no gravitó en el encuentro, sin tener la movilidad de otros cotejos.
A los 33 minutos de esa etapa, uno de los jugadores más ovacionados de la noche por la hinchada millonaria tendría su premio. Un centro de Ariel Rojas por el sector derecho de la defensa de Boca, encontró sólo por el segundo palo a David Trezeguet, quién en primera instancia cabeceó al primer palo y el rebote propiciado por Agustín Orión, le permitió sentenciar el marcador.
Al finalizar el encuentro, el franco-argentino recibió el premio como el mejor jugador del partido y luego, todo el plantel millonario levantó la copa por haberse llevado la victoria. Con este triunfo, River se corona como el gran vencedor de los clásicos de este comienzo de año y por el rendimiento que tuvo el equipo, ilusiona a todo el pueblo “millonario” que lo acompañó en todos los estadios donde se presentó.
Redacción Al Toque
*Especial desde Córdoba.