A principios de la década pasada Lucas Castro comenzó a transitar por los estadios de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto. Primero lo hizo como jugador de Universidad para luego ir proyectando su carrera futbolística por distintos equipos de los campeonatos domésticos. Pero en 2010, con tan solo 28 años, su aventura futbolística iba a comenzar a desandar otro camino. Tras el alejamiento de Diego Olarán de la dirección técnica de Renato Cesarini, Castro – junto a Bruno Gagliesi – se hizo cargo del elenco “naranja”. Primero como jugador y director técnico y luego solamente como orientador. Tras dos años y medio al frente de la institución que comanda Blas Mariscotti, Lucas Castro decidió dar un paso al costado al considerar que su ciclo ha llegado a su fin.
¿Cuál es el balance que haces de tu primera experiencia como director técnico?
El balance es bueno. El primer medio año (segundo semestre del 2010) en donde me tocó jugar alcanzamos la clasificación en donde quedamos afuera en un play offs ante Deportivo Municipal de Adelia María que luego terminó jugando la promoción. En el 2011 realizamos otro gran primer año en donde llegamos con posibilidades de ser campeones del apertura que finalmente logró Alberdi. Ese mismo torneo del 2011 clasificamos al reducido varias fechas antes y estuvimos a un punto de jugar la promoción. Mientras que en el 2012 terminamos el clausura invictos de local y también logramos la clasificación al reducido. Por eso, creo que en lo deportivo ha sido positivo porque se volvió a poner el club en un lugar protagónico como hacía mucho tiempo no pasaba.
Y lo más valorable es que se realizó con material genuino y un plantel muy joven
Siempre digo que más allá que han ido cambiando las generaciones en cómo toman al fútbol y que a veces es más fácil llegar a jugar en equipos que no contratan jugadores rentados, en Renato Cesarini hay muchos chicos con condiciones y con mucho hambre para defender los colores del club. En muchos de los casos nos encontramos con jugadores que estuvieron a la altura de las circunstancias y han demostrado que son grandes proyectos para nutrir a equipos de esta liga que juegan en otras instancias.
¿Por qué tomaste la decisión de cerrar tu ciclo como director técnico de Renato Cesarini?
Me parece que el objetivo del año pasado era jugar una promoción o tratar de ascender. Pero también creo que dos años y medio de trabajo es un tiempo importante en donde uno siempre manejó la misma base de jugadores y en lo personal creo que era el momento de un cambio de aire tanto como para los jugadores como para mí. Pero siempre voy a estar agradecido a Renato Cesarini tanto por mi paso como jugador como mi experiencia en la dirección técnica y le deseo a Bruno (Gagliesi) que continúe trabajando de la mejor manera.
Hace mucho tiempo que estás ligado al fútbol pero tu camino como director técnico recién comienza ¿Cómo te resultaron estos primeros años de experiencia?
Descubrí una profesión que es apasionante. Tengo la suerte de haber sido dirigido por muchos técnicos que hoy son colegas y que siempre han sabido darme una palabra de aliento o algún consejo importante. Me costó mucho la cuestión de los impulsos porque cuando jugaba era muy temperamental y al costado de la cancha he cometido muchos errores. Pero sé que recién estoy comenzando y con el tiempo esas cosas las voy a ir mejorando. Por eso, es importante rescatar el respeto de los jugadores de Renato Cesarini que estuvieron a disposición y entendieron la idea que uno les planteaba lo que hizo más fácil alcanzar los objetivos en todos los aspectos.
Tu curriculum va a decir que Renato Cesarini fue el primer equipo que dirigiste pero tu experiencia personal va a decir que te tocó dirigir un club que tiene complejidades que van más allá del fútbol ¿También tuviste que hacer docencia más allá de dirigir?
Sí, porque nos tocó dirigir jugadores jóvenes. Teníamos que hablar de cosas que van más allá del fútbol como por ejemplo orientarlos con sus relaciones y aconsejarles para que puedan atravesar esa etapa de la vida de manera ordenada. No todas las familias de los jugadores están bien constituidas, tanto en Renato Cesarini como cualquier otra institución, porque la crisis sociocultural atraviesa a toda la sociedad. Por eso, es necesario que los entrenadores estén preparados para identificar ese momento porque hacer una intervención vale más que una enseñanza táctica.
¿A la hora de dirigir un equipo se corre con ventajas al tener conocimientos en la preparación física teniendo en cuenta que cursaste Educación Física en la Universidad Nacional de Río Cuarto?
Sí, tal cual. Tener la parte pedagógica y de enseñanza incorporada al aspecto físico permite que uno pueda agregar su conocimiento en los diversos trabajos de entrenamiento.
¿Cuál es tu objetivo más próximo? ¿Te gustaría seguir dirigiendo?
Voy a estar ligado al fútbol por siempre porque es una cuestión que va en la vida con uno mismo en paralelo. Ahora a esperar. He tenido algunas llamadas con propuestas lo cual agradezco que confíen en un técnico joven, pero la verdad es que estoy tranquilo y si llega alguna oferta que me convenza se analizará.
¿Te gustaría dar el salto de dirigir en el torneo de Primera División A de la LRFRC?
Me parece que es un proceso. Si bien uno en Primera B no ganó nada, más allá de que a mi entender se hicieron buenas campañas, es una plaza dura y competitiva. Pero obviamente que me gustaría poder dirigir un equipo de Primera A pero también soy consciente que todo es cuestión de tiempo.
Redacción Al Toque
Foto: Al Toque