Final
Final
Por comenzar
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Final
Por Marcelino Gasseuy
En estas horas el fútbol de Río Cuarto está aferrado a la ilusión de la invitación. Tanto Asociación Atlética Estudiantes, equipo que milita en el Argentino B, como Sportivo y Biblioteca Atenas, conjunto que en la última temporada descendió al Torneo del Interior, esperan un guiño por parte del Consejo Federal del Fútbol Argentino (CFFA) para que sean invitados a categorías superiores. Lo que incentiva a la entidades riocuartenses a solicitar este pedido es la política implementada por el CFFA durante las últimas temporadas, en donde las invitaciones pasaron a ser moneda corriente en un fútbol de ascenso que cada día prioriza más la cantidad de equipos que la calidad. Los directivos que administran el fútbol del interior, con la anuencia de Julio Grondona, priorizan la cuestión económica que la jerarquía futbolística. El máximo ejemplo es la restructuración que ha sufrido en las últimas temporadas el Torneo Argentino B en donde llegó a tener 100 equipos y según se deja de prever tendrá más instituciones. Estudiantes, por su cercanía al gobierno provincial que administra José Manuel De la Sota, y Atenas, impulsado principalmente por la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto, quieren aprovechar esta oleada de invitaciones y elevar su rango deportivo fuera del carácter competitivo. ¿Es justo que Estudiantes y Atenas sean invitados?. Por supuesto que no. El “celeste”, luego de su descenso en la temporada 2010/2011, deambula sin un rumbo claro por la cuarta categoría del fútbol argentino, mientras que el “albo” descendió al Torneo del Interior tras dos temporadas irregulares tanto en lo deportivo como en lo institucional. ¿Necesita Río Cuarto estar en otro nivel futbolístico?. Por supuesto que sí. Pero esta no es la manera. Si Río Cuarto está sumergido en el fondo de la estructura futbolística nacional no es por casualidad. Es fruto de las irregulares políticas deportivas que lograron que el fútbol riocuartense deje de ser un actor protagónico para transformarse en un actor de reparto. Por eso, ir tras la invitación es tapar de bajo de la alfombra las malas administraciones de los últimos tiempos. El fútbol de Río Cuarto necesita crecer y para eso es necesario que las instituciones implementen las políticas apropiadas que permitan el desarrollo. Cuando se comience a transitar por el camino adecuado todos lo vamos a festejar. Gráfico: Al Toque Redacción Al Toque