Los dos anteponen la palabra ojalá antes de la frase. Son expresiones de deseo en común, pero contrapuestas por los intereses de unos y otros. Uno quiere romper el maleficio que se inició en la reanudación de los duelos riocuartenses en el Torneo Argentinos B; el otro prolongar la mejor racha de la historia en partidos clásicos.
Uno es Hugo Mattea, DT del escolta Estudiantes, el otro es Néstor Billalva, orientador del líder Atenas. Los dos, desde hace un buen tiempo, ya están jugando el clásico del domingo que viene. Es cierto, todavía no saltaron a la cancha con sus equipos, pero ya lo palpitan, ya lo viven, ya lo sienten.
“Ojala que esta vez se no dé”. Hugo Mattea no ve la hora del desahogo. Hace varios partidos que su Estudiantes no puede salir victorioso de un choque ante Atenas y eso lo inquieta, como a todo hincha del “celeste”. Y el último clásico estuvo cerca. Lo ganaba 1-0, pero Nicolás Gatto salvó al “albo” de la derrota con un agónico gol sobre el final. “Se nos escapó por muy poco el último partido, esperemos que esta vez la balanza se incline para nuestro lado”, dijo el DT “celeste” que aún no confirmó el once titular de cara al duelo del domingo 21.30 en el estadio Ciudad de Río Cuarto (dirige Sergio Victorino).
Por su lado, la tónica de las declaraciones de Néstor Billalva es otra. Pues, el DT de Atenas hace mucho tiempo que sabe lo que es salir derrotado de un clásico. Es más, la mayor parte de las veces fueron éxitos. Por eso, el técnico se ilusiona: “Ojalá podamos darle otra alegría a la gente de Atenas”. “Este grupo de chicos ha demostrado una gran predisposición al trabajo en estos días en donde se trabajo muy intensamente, ojalá tengan su recompensa el domingo”, manifestó.
Mientras Mattea considera que será un partido tan cerrado como el común de los choque de Argentino B, Billalva avizora un duelo sin demasiados miramientos defensivos por la calidad de los protagonistas, aunque reconoce que la presión es en parte de Estudiantes, que juega de local y debe darle alcance al líder “albo”.
Ellos no entran a la cancha, ellos lo viven desde afuera. Lo vienen jugando desde que terminó 2008 y arrancó el nuevo año. El clásico de los técnicos, un partido aparte.
Redacción Al Toque