Estudiantes se quedó con las manos vacías en Puerto Madryn. En la revancha de la final, consumada el domingo por la tarde en la cancha de Deportivo Madryn, perdió por 4 tantos contra 0 ante el local y vio esfumarse la chance de retornar al Torneo Argentino A.

Parolari, de penal, Michelena, Domini y Bordaberry hicieron los goles del “aurinegro” en una jornada que se vio tristemente opacada por la labor de la terna arbitral que encabezó Darío López, de la Liga de Arrecífes.

Es difícil realizar un análisis futbolístico de lo que ocurrió en el “Coliseo del Golfo”. De antemano se sabía que el dueño de casa presentaba una localía fuerte pero nada hacía esa presagiar, al menos a los más ilusos, que los contundentes números estarían vinculados a una combinación de desaciertos arbitrales que, en poco más de 35 minutos, desarticularon por completo al equipo de Ricardo Dillon.

La cronología de los hechos precisa que el primer cuarto de hora resultó parejo aunque rápidamente López condicionó al “león” con una batería de amonestaciones. En ese lapso, Michelena había cabeceado a las manos de Cárdenas un tiro libre de Carou y Colazo había sido desestabilizado dentro del área cuando se aprestaba a definir, en una jugada que generó la primera polémica del encuentro.

Pero todo se desmadró a los 17, cuando el juez pitó un penal que en los hechos dejó la impresión de haber sido inexistente. Foglia trabó con Michelena dentro del área, el “9” se dejó caer por el lógico impacto del choque y el árbitro juzgó la pena máxima, que Parolari canjeó por gol al definir picándola suavemente por el medio del arco a los 20.

Estudiantes intentó reaccionar rápidamente y Gigena tuvo la suya, tras un movimiento individual por derecha que culminó con un disparo desviado. Pero a los 27 llegaría otra acción polémica, que junto al infortunio de la última línea “celeste”, daría paso a la segunda conquista de la tarde. Pelota entre líneas para Michelena, presuntamente adelanto, el atacante trabó en el cierre con Formigo, el balón hizo una parábola extraña y acompañada por el fuerte viento dejó sin chances a Cárdenas al colarse por encima de la humanidad del “1” paraguayo.

El 2-0 tiró por bajo toda intensión “celeste” que, además, jugaba con la labor del árbitro en la cabeza. Como si esto hubiera sido poco, a los 36, Jaime y Del Cero chocaron y luego se cabecearon mutuamente. El línea Daniel Raimundo sólo informó al central de Estudiantes y la visita se quedó con diez.

Previo al descanso, el “celeste contó con un par de opciones. Primero con un remate cruzado de Lucero que se fue cerca del palo y luego con un balón detenido que no pudieron empujar ni Foglia ni Formigo. Es que pese a la ventaja, el “aurinegro” sufría en el fondo, concretamente por inseguridades del arquero Pereyra y los centrales a la hora del cierre en las pelotas cruzadas.

El complemento estuvo de más porque ya antes de culminar el primer tiempo parecía todo acabado. No por la distancia en el marcador, sino por cómo se suscitaron las distintas situaciones dentro del campo de juego.

Formigo tuvo el descuento en sus pies a los 7 minutos pero erró en la definición y, tres minutos más tarde, Domini aprovechó una licencia defensiva de un Estudiantes jugado en ataque para marcar el tercer tanto de la tarde.

Con mucha vergüenza y enjundia, el “león” intentó la heroica aunque, como contrapartida, liberó el fondo y se expuso a una goleada aún mayor. En ese contexto, Pereyra anuló el grito de gol de Gigena a los 14 y de Colazo a los 24.

Instantes posteriores a los citados intentos, concretamente a los 28, el encuentro culminó definitivamente cuando López expulsó a Gigena y Elgorriaga por ¿mutua agresión? Sobre el final, a los 42, Bordaberry anotó el cuarto luego de un saque de meta que desvió Gonzalo Gómez y que dejó al futbolista ingresado en el complemento de cara al marco defendido por Cárdenas.

Para Estudiantes, fue la peor manera de finalizar una nueva participación en el Torneo Argentino B y el duelo de la eliminación quedará latente por varios días. No tanto por el resultado en sí, sino por cómo se forjó el destino para que se gestará la imposibilidad de llegar al Argentino A.

Es que el límite entre lo futbolístico y lo antideportivo fue claramente vulnerado en Puerto Madryn, y esa situación motiva aún más el cumulo de impotencia y resignación de los protagonistas de Avenida España, y no es para menos.

De todos modos, para el “león”, la revancha será pronto porque en agosto iniciará el certamen transición de la categoría. Sin embargo, por estos días, a la mente y el alma del mundo “celeste” poco le importará el horizonte cercano.

Síntesis:

C.S. Dep. Madryn (Pto. Madryn) (4): Sebastián Pereyra; Leandro García, Mauricio Del Cero (c), Mauricio Mansilla, Fabricio Elgorriaga; Marcos Rivadeneira, Emanuel Campo, Leandro Domini; Daniel Carou; José Michelena y Matías Parolari. DT: Orlando Portalau.

A.A. Estudiantes (0): Miguel Cárdenas; Ramiro Formigo, Nicolás Foglia, Carlos Jaime, Germán Rivera (c); Cristian Garraza, Ariel Quiroga, Sebastián Pérez, Carlos Lucero; Adrián Colazo y Germán Gigena. DT: Ricardo Dillon.

Goles: en el primer tiempo, 20’ Parolari –penal- y 27’ Michelena. En el segundo tiempo, 10’ Domini y 42’ Bordaberry.

Cambios: en el segundo tiempo, 17’ Martín Dopazo por Garraza (E), 31’ Leonardo Olave por Carou (DM), 33’ Adrián Aranda por Pérez (E), 37’ Juan Manuel Bordaberry por Domini (DM) y 40’ Gonzalo Gómez por Parolari (DM).

Incidencias: en el primer tiempo, 36’ expulsado Jaime (E). En el segundo tiempo, 28’ expulsados Gigena (E) y Elgorriaga (DM).

Árbitro: Darío López (Arrecífes).

Asistentes: Daniel Raimundo y Fernando Márquez (Bahía Blanca).

Cancha: “Coliseo del Golfo”, Deportivo Madryn.

Observación: Deportivo Madryn ganó el global 4 a 1 y ascendió al Torneo Argentino A.

Foto: www.diariojornada.com.ar

Redacción Al Toque