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  • PRIMERA A

    Final

    Renato Cesarini 13 Toro Club (CM)
    CRC TCSD

24-01-2009 08:00

Reaccionó como lo hacen los líderes

El traspié ante Estudiantes parece no haber hecho mella en el ánimo de Atenas. Cinco días después del 0-1, el “albo” venció, con tanta claridad como autoridad, a un apático Atlético Argentino de

Antes del partido ante Atlético Argentino de Mendoza, las preguntas rondaban el estadio 9 de Julio: ¿Cómo irá a reaccionar desde lo anímico el plantel “albo” tras la caída ante Estudiantes?, ¿le impactará desde lo futbolístico haber perdido un clásico después mucho tiempo?, ¿sentirá la presión de estar a tan sólo un punto de sus escoltas cuando la diferencia era de cuatro?...
Parece que nada de eso ocurrió. La respuesta de Atenas quedó plasmada en el nítido 4-2 sobre un “boli” mendocino que lejos está de ser aquél que le llevó dolores de cabeza a más de uno en condición de visitante.
Con un rendimiento parejo, basado en la presión del medio juego, el vértigo de los volantes y el peso específico de sus delanteros, Atenas consiguió aceitar un funcionamiento que resultó demasiado para un oponente anémico ofensivamente hablando.
Desde el primer minuto y hasta la finalización del partido, las riendas del partido las tuvo Atenas. Las soltó solamente un par de minutos. Y fue más por impericia propia (errores puntuales que sembraron dudas) que por mérito rival.
Atenas supo golpear en los momentos justos. Encontró la luz cuando las sombras podían opacar el panorama. Y lo hizo a través de una notoria superioridad futbolística. Es cierto que no deslumbró, pero le alcanzó para marcar diferencias. Desde lo colectivo con un fútbol vertical –en ciertos pasajes- y desde lo individual por el peso de sus valores. En este último rubro, apareció la cuota goleadora y el aporte de experiencia de Juan Alberto López. El “cara” apareció en los momentos para rumbear la historia a su favor. Primero abriendo el marcador, y luego cuando Atenas parecía sentir el impacto de un regalo otorgado por un ayer desconocido Ezequiel Bardín (nada se le puede reprochar, tuvo un mal partido después de mucho tiempo). El “1” se mostró tan inseguro que incurrió en yerros (inexplicablemente le cedió el 1-1 a Portillo Alvarenga, en un remate que no parecía tener demasiadas complicaciones) que no se corresponden con el arquero que le salvó la ropa a Atenas en más de una ocasión.
Pero en lo momentos clave, cuando hacía falta de su presencia, allí estuvo Juan López. El refuerzo de Atenas volvió a estampar el 2-1 sólo 2’ después del cimbronazo del inesperado empate de un Atlético que nada había hecho para estar tan cerca del empate.
En el complemento, los mendocinos arriesgaron algo más desde lo táctico. Pasó a defender con tres en el fondo, agregó un enlace bien vertical, pero sólo se quedó en ensayos. Porque, si bien Atenas se complicó más de la cuenta en lo defensivo, no pasó demasiados sobresaltos. Y marcó, por intermedio de Gatto –cuando no-, el 3-1 cuando hacía falta estirar la diferencia para intentar pasar los últimos minutos del juego tranquilo. Sin embargo, fiel a su estilo, terminó sufriendo. Pues, en una ofensiva sin demasiada elaboración Argentino encontró el 3-2 a poco del final. Pero sólo fue una ilusión óptica la remontada mendocina. Es que un minuto después, ni bien sacó del medio, Atenas liquidó el pleito con una enorme definición del delantero proveniente de Talleres de Córdoba Mauro Herman, cuya carta de presentación para con la gente “alba” fue una definición de real jerarquía.
Algunas cosas quedan en el debe y otras en el haber para quien sigue siendo el líder de la Zona 6 del Torneo Argentino B. Las cuestiones por pulir están centradas en los desfasajes defensivos puntuales que hacen de un partido controlado un desarrollo de final incierto; la intermitencia de un Víctor Beraldi que aparece con chispazos de su fútbol, pero que está algo alejado de aquél que deslumbró en buena parte de 2008 (igual Atenas logró sobreponerse a su dependencia); y los momentos en donde el “albo” entra en lapsus que lo llevan a arrojar pelotazos cuando sabe que el negocio está en el juego asociado que proponen los volantes, las incursiones de los laterales y el desequilibrio de los puntas.
En las ponderaciones, Atenas demostró tener reacción ante golpes anímicos importantes como lo son perder los partidos que nadie quiere perder (como el clásico); supo superar desde lo futbolístico a un equipo que se presentaba como peligroso desde los antecedentes; logró ser oportunista cuando las circunstancias del juego lo ameritaban a través del aporte goleador de sus puntas; y plasmó –en ciertos pasajes- un juego a ras de piso (vertical y profundo) que le marcó el camino a la victoria.

Redacción Al Toque