Es uno de los secretos más preciados de Pamela Domínguez, la enorme gimnasta riocuartense, que a sus 37 años continúa destacándose en la disciplina. Las claves de su notoria carrera deportiva y su labor como docente. Pensamientos y reflexiones de una personalidad del deporte a imitar.
Es un ejemplo como deportista, su profesionalismo y dedicación por la gimnasia artística la han transformado en uno de los nombres más importantes en la historia de la disciplina a nivel local y provincial. Tiene 37 años, se llama Pamela Domínguez y competencia a competencia sigue dando que hablar.
La destacada atleta riocuartense, que también se desempeña como profesora de educación física, gimnasia y psicología, y cursa sus estudios en la carrera de psicomotricidad, accedió amablemente a una entrevista con Al Toque Deportes, dónde contó de todo. Su historia, secretos, virtudes, mensajes que intenta reflejar en sus alumnos, siempre acompañados por un dejo de pasión y emoción que la pintan de cuerpo entero en cada entonación.
“Empecé en Central Argentino cuando recién comenzaba la gimnasia y era el único lugar en el que se practicaba. Después emigré a otros clubes; estuve en Acción Juvenil, en Estudiantes, con otro entrenador hasta que él dejó gimnasia y volví a Central, con un grupo de compañeras con las que buscábamos otro lugar”, recuerda sobre sus inicios. Luego, se toma un tiempo para explicar cómo y por qué arribó a esa disciplina: “Tenía hermanas con problemas de salud, entonces mi mamá siempre nos llevó a deportes y probamos de todo: danzas, patín, hasta que nos llevó a gimnasia. Y al final la única que quedó haciendo gimnasia fui yo”, comentó y agregó: “Igual ya era grande de edad para comenzar la gimnasia, tenía 9 años. Por lo general se detectan a los gimnastas cuando empiezan a los 4 o 5 años, y a los 9 años ya están compitiendo”.
Si bien no deja de valorar todo lo conseguido, Domínguez lejos está de creérsela como gimnasta. Muy por el contrario, se describe como un atleta pasional, esforzada y con mucha dedicación desde sus comienzos. “Cada gimnasta sabe hasta dónde puede y uno aprende hasta dónde puede, después mantener cierto nivel es complicado. Por ejemplo, mi categoría comienza a los 16 años, compito con chicas de 15 o 16 años o sea que podrían ser mis hijas directamente. Y en este deporte la experiencia sirve para ciertos momentos pero se complica mucho en lo que es mantener un nivel de dificultad. Uno piensa que podría haber estado en otro nivel pero yo no era ni de las talentosas ni de las flexibles, ni nada de eso, entonces a mí me costó muchísimo lo que iba logrando. Es pasión y dedicación”.
La gimnasia, el encanto inicial y la actualidad
“Era distinto a todo, siempre había algo nuevo para hacer”, con esas dos frases, Pamela define qué la sedujo de la disciplina que la acompaña en los últimos treinta años. “Tiene muchísimas técnicas y para lograr cada cosa se necesita de tanta preparación física, flexibilidad y un montón de cosas. Es muy distinto a todos los deportes, y por eso sigo haciendo gimnasia artística, porque los otros deportes no tienen ni la adrenalina ni la dificultad que tiene la gimnasia. Y a mí me gusta mucho competir, más allá del resultado hay que superarse siempre”, explica respecto de su continuidad en la disciplina pese a la multiplicidad de actividades que conviven en su cotidianeidad.
Actualmente, se desempeña en el nivel Mayores B2, al que caracteriza como “uno de los más altos de la provincia. Hay pocas gimnastas de ese nivel y mantenerme me cuesta muchísimo no solo por la edad sino también porque no soy de las talentosas”.
Una forma de vida
Respira gimnasia. No hay otra caracterización que defina de mejor manera a Pamela Domínguez. Sin embargo, es necesario conocer ciertos secretos que le permiten mantenerse vigente en la competencia. “La dedicación está en todo porque es como un estilo de vida, es cuidarse en las comidas, en el descanso, en el entrenamiento constante. Es mucha dedicación, mucho esfuerzo”, expresa al develar la clave de su exitosa trayectoria. Una definición sencilla pero, a la vez, muy difícil de alcanzar. Además, añade: “La gimnasia es mi cable a tierra. En ese momento, en el que uno hace tantas cosas complicadas, uno no puede pensar en otra cosa más que donde tiene la punta del pié, donde tiene la cabeza y dónde está todo. En ese momento uno deja de pensar en todas las preocupaciones del día. Es el momento en que estoy sola con lo que puedo hacer”
Domínguez, en la docencia
Evidentemente, tener la posibilidad de formar parte del alumnado de Pamela Domínguez debe ser más que enriquecedor. No sólo por su exitosa trayectoria, sino también por los valores que trasmite con simpleza y claridad.
“La gimnasia, más allá del deporte y de la técnica, tiene un montón de cosas que yo como gimnasta las sé. Vencer muchos miedos, que el esfuerzo siempre gana, o sea cuando te esforzas más allá de que no salga hoy o mañana, en algún momento va a salir. Hay que repetir, hay que hacer, son muchos valores que en la sociedad por ahí hoy no se ven. El esfuerzo y la dedicación siempre te llevan a la obtención de un premio, pero no del trofeo o la medalla, sino a la satisfacción de haberlo logrado”, sostiene la gimnasta a la hora de explicar qué es lo que intenta trasmitir a los jóvenes que llegan a la disciplina. A su tiempo, realiza una especial apreciación sobre las incógnitas que se les presentan a cada uno de los atletas que realizan sus primeros pasos: “entiendo los miedos, entiendo lo que necesitan mirar, dónde necesitan mirar, cómo darse cuenta dónde está el cuerpo. Son secretos que, por haberlos vivido, uno los puede entender. No es riesgoso en cuanto a lesionarse (NdR: en treinta años se lesionó sólo dos veces), más allá de las lesiones en cuanto a la acumulación del trabajo”.
Si bien se trata de un deporte netamente individual, Domínguez se encarga además de ponderar el colectivo y la necesidad grupal. “Uno pasa mucho tiempo con el resto y necesita del equipo para seguir estando. Porque uno muchas veces festeja los logros del otro y necesita que el otro esté ahí para darte seguridad. Hay muchos valores que transmite el deporte, no solamente la gimnasia, que son muy buenos y que te duran para toda la vida”.
La disciplina, como política de estado
Hasta acá, todo muy lindo. Sin embargo, los gestos de la atleta se modifican sustancialmente a la hora de realizar un análisis de la gimnasia y su vinculación con los organismos del estado. ”Yo, en treinta años de gimnasia, jamás tuve apoyo. Por ahí algún viaje, alguna cosa, pero todo fue esfuerzo personal. Todo lo que he hecho lo he pagado yo, lo he financiado yo o mis padres en su momento. Pasa lo mismo con Antonella (Abataneo), que tiene que ir a Buenos Aires para entrenar, o Eugenia (Ficcoseco) misma, que fue a un mundial y tuvo que pagarse el viaje y comprarse su propia malla”, resalta y agrega: “soy profesora de educación física y veo que el deporte tiene códigos y valores que no están en ningún otro lado, como el cooperativismo y la socialización. No los ves en la calle, muchas veces no los ves en el trabajo, pero el deporte te lo da en la práctica de la actividad física. Pero política de estado no hay. En otros tiempos había mayor apoyo, estaba aquello de ‘masivisar’ el deporte. Me parece que el deporte es una de las salidas, más allá de la educación”, concluye.
Es la parte final de la charla. Pamela Domínguez pasó por sus inicios, brindó una lección cuando tuvo que explicar cómo ha alcanzado tantos méritos en su vigente carrera y qué es lo busca inculcar a quienes tienen la dicha de disfrutarla como profesora. En los últimos minutos, narra una reflexión de manual, que sintetiza su pensamiento.
“Estoy en la gimnasia porque siento pasión por lo que hago y la gimnasia me enseñó a sentir pasión por todo lo que hago. Hago lo mismo cuando voy a dar clases, hago lo mismo cuando estoy en mi casa. Es la pasión la que te lleva a seguir adelante más allá de los dolores, del esfuerzo, la dedicación, el cansancio”, afirma a modo de cierre.
Luego saluda a los presentes y se retira, con alguna lágrima rodeando su mirada. No es para menos viniendo de una atleta de su trayectoria, que a sus cualidades particulares les agregó tenacidad, pasión y perseverancia para transformarse en un ícono local de la disciplina en cuestión o, más bien, en una personalidad del ámbito deportivo a imitar.
Ficha personal
Nombre y Apellido: Pamela Domínguez.
Fecha de nacimiento: 02/11/76 (Río Cuarto).
Deporte: gimnasia artística.
Inicio en el deporte: año 1985/86.
Familia: Gastón, su marido: mamá de León (9 años, jugador de fútbol en la UNRC y practica natación en Centro 11) y Lorenzo (4).
Profesiones: profesora de educación física, gimnasia y psicología. Estudiante de la carrera de psicomotricidad.
Principales logros: Campeona Provincial años 90, 91, 93, 94, 95, 97, 98, 99, 2001, 02, 04, 05,06, 07, 08, 09, 12, 13. // Subcampeona nacional, Buenos Aires, año 1993. // Subcampeona nacional, Chaco, 1999. // 4º puesto, nacional federativo Mendoza 2006. Finales por aparatos: 3° suelo, 3° viga, 2° paralelas. // Campeona nacional en el aparato viga, en el torneo nacional de clubes, Concepción del Uruguay 2009. // 4º puesto, nacional federativo 2009. Final por aparatos, 3° suelo. // Torneos Internacionales. Copa Alemania, Chile: 2006. 4° puesto en la clasificación individual. 3° paralelas, 3° viga, 2° suelo. // 2009. 4° puesto en la clasificación individual. 3° suelo. // 2012. 3° puesto en la clasificación general, 1° puesto en suelo. // 2013. 4° puesto en la general. 1° puesto en viga.
Redacción Al Toque