Costa Rica dio la primera gran sorpresa del Mundial 2014, clasificándose en el grupo de la muerte, y por segunda vez en su historia logra entrar a los octavos de final.

La ocasión anterior en que alcanzó tal mérito fue en Italia 1990, cuando la selección era dirigida por Bora Milutinovic. Cuenta la revista El Gráfico que en 1990, antes del inicio del mundial, el excéntrico Bora Milutinovic les dio dos días libres a sus jugadores para que aprovecharan la estadía en Francia para conocer la costa azul del mediterráneo. Estaban en los amistosos previos a la copa y las palabras de Bora fueron: “Aprovechen, quizás sea la última vez que vengan aquí”. Así vivía el país centroamericano su primera copa del mundo, sin saber que pocos días después iban a dar una de las grandes sorpresas.

Un 20 de junio de 1990 Costa Rica derrotó a Suecia por 2 a 1 y se clasificó segundo en el grupo C detrás de Brasil. Primer mundial y ya entre los 16 mejores. Un logro inmenso para un conjunto de jugadores en su mayoría amateur y un técnico que empezaba a demostrar sus cualidades para hacer que, equipos sin historia, dieran que hablar en los mundiales.

La travesía empezó en Génova, en el estadio Luigi Ferraris, cuando el equipo “tico” derrotó a Escocia por 1 a 0 con gol de Juan Cayasso. El árbitro del partido fue el argentino Juan Carlos Loustau y el autor del gol se ganó un breve paso por el Stuttgarter Kickers de la Bundesliga alemana.

En ese partido comenzó a brillar Luis Gabelo Conejo, el arquero de esa selección. Más allá de ese apellido particular, el uno de Costa Rica tuvo un torneo excelente y fue nombrado como el segundo mejor arquero del mundial por la revista France Football, detrás del italiano Zenga. Conejo es uno de los héroes del deporte costarricense y llegó a atajar en la liga española en el Albacete, equipo con el que consiguió un ascenso en sus tres temporadas.

El segundo partido fue derrota contra Brasil. Esto obligaba a Costa Rica a por lo menos empatar con Suecia para tener alguna chance de clasificación. El partido empezó cuesta arriba para los centroamericanos ya que Johnny Ekström, la figura del Bayern Munich, puso en ventaja a Suecia a los 32 del primer tiempo. Parecía que se terminaba la aventura “tica” en el mundial, pero a falta de 15 minutos Flores consiguió el empate y la obligación pasó a ser escandinava. Allí, con una Suecia jugada, Hernán Medford, de contraataque, le dio la victoria y aseguró la clasificación.

La Checoslovaquia de Skuhravý fue el rival que eliminó a Costa Rica en Octavos con un categórico 4 a 1. Ni las atajadas de Conejo fueron suficientes para evitar los tres goles del astro checo. Más allá de la goleada, Costa Rica se fue festejando de la copa.

De esto hacen ya 24 años, los “ticos” se clasificaron a dos mundiales más en ese lapso (2002 y 2006) y se fueron en primera ronda. Cuando parecía que la premonición de Bora sobre quizás no volver a los octavos de final de un mundial sería eterna, apareció nuevamente Costa Rica para dar una sorpresa. Con jugadores profesionales, jugando en el exterior y con otro estilo, esta generación costarricense acaba de sortear el grupo de la muerte dejando a dos campeones del mundo en el camino. Nombres como Ruíz y Campbell irán a estamparse junto a los de Conejo y Cayasso. Curiosamente también un 20 de junio, fecha que parecer ser la ideal para el fútbol “tico”.

Redacción: Al Toque

Foto: Sitio Oficial CONCACAF