Lo dijo Juan Manuel García en el día del 98º aniversario de la institución “alba”. El histórico arquero nacido en Alejandro Roca expresó: “Fue el club que me recibió después de mi paso por Boca y fue donde realicé prácticamente toda mi carrera deportiva, sin dudas fue mi segunda casa”.
“Personalmente Atenas representa todo para mí porque fue el club que me recibió después de mi paso por Boca y fue donde realicé prácticamente toda la carrera deportiva. Sin dudas que Atenas fue mi segunda casa”. Así narra Juan Manuel García su sensación hacia la entidad “alba” que este 9 de julio festeja 98 años de vida. El arquero nacido el 9 de diciembre de 1948 le contó a Al Toque sus vivencias en el club de Avenida Marconi.
A los 16 años García dejó su natal Alejandro Roca y emigró a Buenos Aires para atajar dos años en Boca hasta que una lesión lo postergó y su nuevo destino fue Río Cuarto en donde defendió la camiseta ateniense entre 1967 y 1981 logrando los títulos locales de 1970 y 1972. Además fue campeón argentino con el Seleccionado de la Liga Regional en 1973. En el verano de 1974 vistió la camiseta de Talleres de Córdoba en la Copa Neder Nicola y en diferentes ocasiones alternó partidos de torneos interzonales jugando para Banda Norte, Lautaro Roncedo, San Martín de Vicuña Mackenna y Fusión de Coronel Moldes. En el final de su carrera futbolística jugó en Club Sportivo y Recreativo Fotheringham (de General Fotheringham) de la segunda división de la Liga Riotercerense.
El debut del cuidapalos con Atenas fue ideal. Se produjo el 16 de abril de 1967 en la victoria 2 a 1 sobre Acción Juvenil de General Deheza en el marco del cuadrangular organizado por Banda Norte, que finalmente quedaría en manos del “albo”. Ése día, García le tapó un penal a Alcíbar cuando sólo se jugaban 3 minutos. Así nació el vínculo entre el “1” y “su segunda casa”.
Síntesis del debut (16/04/1967):
Atenas: García; Sosa y Oviedo; Gutiérrez, Pérez y Ortega; Ianotti, Peano, Miranda, Amaya y Durán. DT: Miguel Pierini. También jugaron Lucero, Domínguez y Serra.
Acción Juvenil: Giulietti; Acosta y Guerra; Eldo Diema, Oyarzábal y Ribetto; Enrique Diema, Páez, Salinas, Alcíbar y González. DT: Alfonso Faucher.
Goles: a los 18’ PT Miranda (At), 12’ ST Peano (At), 25’ ST González (AJ).
Incidencia: a los 3’ PT García (At) le contuvo un tiro penal a Alcíbar (AJ).
Árbitro: Raúl Moyano. Cancha: Banda Norte.
“Una época memorable”. Así caracteriza Juan García el periodo en el cual enfrentó grandes rivales y compartió plantel con notables jugadores.
-Se anima a nombrarme un equipo ideal de Atenas…
-Te puedo nombrar una línea de cuatro que anduvo muy bien: Gutiérrez, Charras, Sosa y Oviedo. Realmente era un lujo atajar, en realidad es un decir atajar, porque prácticamente no me pateaban al arco con esos jugadores en la defensa. Mirá que esa época había grandes delanteros como Percello, Nazor, Nawaski, Pérez pero esa defensa de Atenas para mí fue una de las mejores.
El “Chacho” Gutiérrez de 5, Anacleto Peano de 8 y de 10 el “Gato” Miranda o el “Loco” Durán. Cualquiera de esos cuatro eran unos fenómenos en la mitad de la cancha.
Nazor de 9, ése era un delantero bárbaro, de 11 alternaban Miranda y Durán y de 7 jugaba Lucero de Villa Mercedes, después llegó el “Rodi” Rodríguez y más tarde apareció Mugnaini. La verdad que había muy buenos jugadores en aquella época y es difícil quedarme con un equipo ideal.
-¿Tenía preferencia por atajar en algún arco en particular en el estadio 9 de Julio?
-Me gustaba atajar en el arco que tenía a la hinchada de Atenas atrás, en aquella época era del lado en donde estaban los viejos vestuarios. Era muy lindo sentir a tu gente atrás apoyándote.
-¿Cuál fue el delantero que más lo complicó?
-Muchos (risas), pero hay dos especialmente: Aldo Arana y Francisco Percello. La “Mona” era indescifrable, mano a mano no perdonaba, porque nunca sabías que iba a hacer. El “Gringo” era pura fuerza, físicamente imponente y le pegaba muy fuerte y muy bien a la pelota, te rompía el arco.
-¿Recuerda alguna atajada en particular?
-Una vez vino River con todas sus figuras a jugar contra nosotros y detrás del arco había un primo mío que durante todo el partido me pedía “dale, sacá una pelota con el codo” y yo le decía “no, dejá de joder”. La cuestión en un momento el “Pinino” Más remató y yo se la saqué con el codo, pero fue intuitivo, no fue para sobrar ni nada por el estilo (risas) porque era un partido amistoso. La gente se levantó como si fuese un gol.
Síntesis del partido (11/08/1968):
Atenas: García; Torres, Sosa, Charras y Oviedo; Peano y Gutiérrez; Lucero, Miranda, Nazor y Durán. DT: Anacleto Peano.
River Plate: Carrizo; Morcillo, López, Guzmán y Matozas; Recio y Rinaldi; Cubillas (Más), Ermingo Onega, Daniel Onega y Montivero. DT: Ángel Labruna.
Goles: a los 10' PT Matosas (RP), 25' PT Cubillas (RP), 43' PT Nazor (A) y 10' ST Durán (A).
Árbitro: Víctor García. Cancha: Atenas. Recaudación: 3.300.000 pesos.
Hace un alto en el relato y rápidamente trae a colocación un nuevo recuerdo: “Tuve muchas atajadas pero lo que más recuerdo es un gol que mi hicieron en un clásico jugado en el estadio 9 de Julio. Tiro libre para Estudiantes, Nazor se para frente a la pelota, toma carrera para pegarle sin embargo pasa por encima y sigue corriendo, viene de atrás Salinas y la pica por encima de la barrera en donde Nazor la toma de aire y me rompe el arco. La verdad fue un golazo espectacular”.
-¿Su estatura representó un condicionamiento en su carrera?
-Siempre fui petiso pero tenía mucha fuerza en las piernas que me daban una buena capacidad de despegue. En Boca pasé tres pruebas sin problemas y lo mismo cuando estuve en Talleres de Córdoba con Labruna como técnico. Sí noto que ahora todos los arqueros son altos y eso no era tan común en mi época.
-En su paso por Boca encontró el modelo de arquero a seguir…
- Efectivamente, cuando estaba en Boca iba a ver los partidos de la reserva porque atajaba Néstor Martín Errea -era suplente de Roma- y aprendí mucho viéndolo, era muy buen arquero y creo que de él tomé muchas cosas que después me sirvieron. También fui varias veces con mi viejo a la cancha de San Lorenzo para ver cómo entrenada Carlos Buticce y Agustín Irusta.
-Si tendría que elegir de nuevo, ¿volvería a calzarse los guantes?
-Sí, seguramente. Sabía jugar de delantero en algunos partidos amistosos aunque me gustaba mucho atajar, me encantaba, pero en realidad disfrutaba volar, dar vueltas, tirarme al piso y por eso elegiría ser arquero siempre.
Foto: Al Toque / Archivo
Redacción Al Toque