Guillermo Oviedo Borgognone experimenta días de alegría al igual que el resto del plantel de San Martín de Vicuña Mackenna, a horas del inicio de la serie ante Roncedo, que decretará al campeón del Torneo Apertura de Primera A. "Jugar la primera final de un torneo de Primera A en la historia del club es algo que me cuesta creer”, reconoció el portero.
El arquero Guillermo Oviedo Borgognone, una de las piezas "claves" en la estructura futbolistica de San Martín, está viviendo momentos muy lindos junto al resto del plantel por todo lo que significa para el club jugar, por primera vez en su historia, una final de Primera A y que ellos sean los principales actores de esta película que toda la "Comunidad Celeste" espera que termine con un final feliz.
En el último entrenamiento, realizado el jueves por la noche, el técnico Jorge Garoni paró en la cancha el equipo que supuestamente enfrentará el próximo domingo a Laturaro Roncedo. La única variante sería el cambio obligado de Luciano Grimaldi por Pablo Lazo, expulsado en el último partido ante Banda Norte.
En dialogo con Al Toque, el "Uno” Patriota, que después de la final podría sumarse al plantel de Alianza de Moldes, comentó cómo vivieron la semana previa a la Gran Final. "Jugar la primera final de un torneo de Primera A en la historia del club es algo que me cuesta creer. Es lo que siempre soñé, ser protagonista, es histórico también para nuestra ciudad. Estamos muy entusiasmados y ansiosos que llegue el domingo para comenzar a escribir la página más grande en la historia del club. Además, la mayoría, excepto los jugadores santiagueños, Ángel (Romero) y Francisco (Castro), somos todos jugadores del pueblo y eso es lo que más se valora", puntualizó.
Al referirse al encuentro del sábado, cuando vencieron a Banda Norte por dos a uno, pero debieron esperar cinco minutos a que terminara el partido entre Atenas y Atlético San Basilio, el arquero recordó: "Después que ganamos sufrimos mucho esperando que terminara el partido de Atenas. Fueron cinco minutos interminables. Nunca pensé que podía ocurrir algo así, con tanto hermetismo y toda la emoción y adrenalina que eso implicaba. Escuchar el partido en el medio de la cancha, esperando que San Basilio nos diera una mano, fue algo interminable. Después toda la gente se metió a la cancha a festejar y a saludarnos. Fue algo muy lindo e histórico".
Con respecto a cómo se encuentra el plantel para el partido del domingo, señaló: "anímicamente estamos muy bien, muy unidos y esperando el domingo. Tenemos que imponer nuestro juego y sacar una diferencia de local para después llegar más confiados a Gigena. Sabemos que Roncedo es un equipo que intenta jugar bien al fútbol, muy parecido al juego nuestro. Creo que son dos sistemas parecidos y eso hace pensar que va a salir un gran partido donde los dos vamos a intentar ganar, pero jugando bien al futbol".
Por último, imaginó cómo estará el Parque Centenario el próximo domingo: "Un estadio lleno, con toda la gente disfrutando de una final. Ojalá se nos den los resultados para regalarle a nuestra hinchada, que nos sigue a todos lados, algo que le estamos debiendo: el título de campeón de Primera".
Textos y foto: Alejandro Fernández