Por Carlos Valduvino
La muerte de Julio Humberto Grondona sorprendió a propios y extraños.
Es que el máximo dirigente que tuvo el fútbol argentino, con gran inserción en la Conmebol y con incidencia directa en determinaciones fundamentales en FIFA, resumía en él todo un espacio de poder que el “Sistema Organizado del Fútbol (SOdF)” le había generado. Es más, él fue uno de los arquitectos desde su llegada a la dirigencia del fútbol para visualizar desde donde podía edificar poder, no falló, lo construyó y se valió de todos los gobiernos desde el 6 de abril de 1979 cuando llegó a la presidencia de la AFA hasta su muerte para llevarlo adelante.
Por su capilla ardiente montada en la cancha de básquet del predio que la AFA posee en Ezeiza, pasaron dirigentes que resumen el poder actual. Empresarios, banqueros, futbolistas, dirigentes de fútbol, políticos partidarios, políticos sindicales y los dos máximos representantes del SOdF: la máxima estrella del fútbol mundial en actividad, el jugador Lionel Messi, y el actual presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
Cuando el mes de Julio ya se iba, y comenzaba el segundo semestre de 2014, la muerte de Don Julio –como lo nombraban en su círculo íntimo- se adueñó del escenario político deportivo institucional de la Argentina y como nos sucede en muchas oportunidades, no se abrió un debate para modificar aspectos que pueden ser mejorados dentro del “SOdF”, todo lo contrario se cerró hacia donde se orienta el espectacular negocio y negociados que se realizan a través de ésta disciplina deportiva.
Rápidamente apareció la utilización política partidaria que tiene el deporte más pasional y popular del pueblo argentino para enseñorearse de decisiones que, si no se corrigen en un futuro inmediato, traerán consecuencias impensadas para nuestro fútbol.
En este contexto, intentaremos analizar en ésta primera entrega apuntes sobre una de las pequeñas estructuras que tiene el “SOdF” en Argentina, el amateur y, en ese aspecto, el del interior del país. Éste fútbol, cuyos clubes se vinculan a la AFA por medio de una afiliación indirecta a través de sus ligas de origen, y éstas son reconocidas por el Consejo Federal del Fútbol Argentino. Nuclea a 210 ligas, 3.000 clubes y 400.000 jugadores, aproximadamente.
En ésta partecita del fútbol organizado se realizó un golpe institucional en plena democracia, pero el gran negocio que se mantiene dentro del “SOdF”, mantuvo a todos los actores callados.
Desde las empresas periodísticas que tributan en el proyecto político de Fútbol para Todos (simplifiquemos el análisis y llamémoslo gobierno nacional), hasta el monopólico Grupo Clarín (en ese mismo sentido, todo el arco opositor), se escuchó silencio de radio, que en política significa decir mucho.
Destitución del presidente ejecutivo
El fallecimiento de Julio Humberto Grondona determinó que en forma inmediata los cargos de presidente de AFA y del CFFA quedaran acéfalos.
Cuando el Comité Ejecutivo de AFA otorgó ese cargo al presidente de Argentinos Juniors y continuidad hasta 2015, Luis Segura debió renunciar a la presidencia en la entidad de la Paternal para asumir como presidente de AFA. En forma inmediata, se transformaba en presidente del CFFA.
Cuando el dirigente Álvaro Castro falleció en el 2008 siendo presidente ejecutivo del CFFA, quien había llegado en el 2001 al Consejo Federal en representación de una de las tantas de las regiones bonaerenses en las que están divididas las jurisdicciones del fútbol en la provincia de Buenos Aires, asumió ese cargo Gustavo Ceresa.
El dirigente de Ayacucho generó en su derredor simpatías y antipatías. Estas últimas fueron las que pasaron la “factura política” en los últimos días y debió alejarse del cargo.
En su arribo al quinto piso del edificio de la calle Viamonte 1366, el hoy destituido presidente se había ganado rápidamente la confianza de Julio Humberto Grondona. Con su tarea generaba nueva competencia para los equipos indirectamente afiliados a la AFA y Ligas adheridas (llámense torneos de selecciones), que demostrarían números impensados para el Consejo Federal del Fútbol Argentino en dos aspectos: desde lo deportivo (cantidad de competencia) y económico (ingresos superavitarios en todos los años de balance).
Trabajó codo a codo con muchos dirigentes del interior del país que tenían ganas de apertura y la de generar más participación. Pecó en habilitar escenarios de clubes que indudablemente le generaron más críticas que beneficios e intentó despegarse de la estructura dirigencial arcaica del “SOdF” del amateurismo en el interior, que había mantenido privilegios individuales durante décadas utilizando la centralidad que tenía durante esos años la organización del fútbol.
Al igual que en muchos ejemplos de la vida cotidiana, durante la gestión del tándem Julio Humberto Grondona - Gustavo Ceresa se esgrimió que se “federalizaba y había más participación de equipos (en estadística pura es una realidad incontratable)”, pero quienes analizamos el fútbol como política social permanente, llegábamos a la conclusión de que se creaba un sistema de más poder y de difícil acceso.
Con esas reglas de juego se movió la pelota en lo amateur en la última década.
Más aún. Desde 1988 cuando desde la AFA se creó y se impulsó el Sindicato de Árbitros de la República Argentina (SADRA), muchos árbitros comenzaron a llegar desde el interior, lo que generó una división que hoy es mucho más notoria.
Hoy la AAA dirige en la metropolitana, SADRA en todo el interior, con excepción de algunas ligas del interior del país que contratan árbitros de AAA para sus torneos.
A un mes de la muerte de Don Julio, se produjo la primera destitución en el fútbol organizado pero nada se habla en estos términos políticos-deportivos. Sólo se expresa que Gustavo Ceresa renunció a su cargo, y no que Luis Segura notificó al dirigente de Ayacucho que en su lugar iba a llegar el Dr. Jorge Roberto Fernández, actual asesor legal del CFFA, vicepresidente 1° del mismo cuerpo y presidente de la Liga Marplatense de Fútbol.
Quién es el Dr. Jorge Roberto Fernández
Del riñón del histórico dirigente marplatense Jorge Bosco, éste fue quien tejió por lo bajo con rapidez y con incidencia directa sobre Luis Segura, la llegada del Dr. Jorge Roberto Fernández a la presidencia ejecutiva del CFFA.
Bosco fue a buscar y consiguió los nombramientos que Julio Humberto Grondona en vida no les había otorgado.
Él mismo había declarado a principio de 2014, cuando dejó de ser presidente de la Liga Marplatense, que se iba del cargo –el que ostentó durante 22 años y se autotitulaba el “patrón del fútbol marplatense”- porque “todavía tengo edad para disfrutar otras cosas. Quiero dedicarle tiempo a mi vida. Si bien no me alejaré del fútbol y seguiré ligado a la AFA como secretario del Fútbol Interior (NdR: Cargo en el Comité Ejecutivo de la AFA que es nombrado en forma directa por el presidente de AFA), dejaré gente muy capaz al frente de la Liga, como es el caso de Roberto Fernández, que será mi sucesor después del 28 de febrero (del año 2014)”.
Bosco fue hombre del “riñon grondoniano” distanciado, pero no tanto en los últimos años, con acceso directo al Dr. Jorge Roberto Fernández, con quien compartiría negocios privados en la ciudad de Mar del Plata y además fue quien lo sucedió en el cargo de la presidencia de su Liga.
El principio de distanciamiento de Don Julio con Bosco se generó en los últimos años, por el gran poder de ostentación que el marplatense mostraba para hacer “lobby” a favor de empresas en las que él tendría intereses particulares. Estas actitudes no habrían sido bien vistas por el mandamás que tuvo la AFA cuando se lanzó la posibilidad para que el fútbol ingrese en los “juegos electrónicos”. Los emprendimientos como el “afa-plus” y otros, que Grondona no pudo llegar a poner en marcha, habrían sido el punto inicial del “cortocircuito”.
Con las mismas reglas de juego con las que Julio Humberto Grondona –no con el mismo poder- decretó la llegada a la presidencia ejecutiva del CFFA en su momento del dirigente Gustavo Ceresa, el miércoles último, Luis Segura, a un mes de estar en el máximo cargo de la AFA, no sólo se erigió en presidente del CFFA, sino que designó al Dr. Jorge Roberto Fernández como presidente ejecutivo, y reemplazo de la vocalía al dirigente de la Liga de 9 de Julio, Eduardo Barucco, por el ex presidente de la liga marplatense Jorge Bosco.
Cómo quedó el CFFA
Después de estas designaciones, el Consejo Federal del Fútbol Argentino quedó integrado de la siguiente manera: Presidente: Sr. Luis Segura; Presidente Ejecutivo: Dr. Jorge R. Fernández; Vicepresidente 1°: a designar; Vicepresidente 2°: Sr. Bartolomé E. Abdala; Secretario General: Ing. Alfredo Derito; Prosecretario: Dr. José R. Pierángeli; Vocales: Sr. Mario Gianmaría, Sr. José Bosco, Sr. Abel Martínez Garbino, Sr. Sergio Chibán; Sr. Alberto Beacon, Sr. Angel Gigli, Sr. Darío Eduardo Ranco; Presidente Honorario: Sr. José Camino.
Esta es una primera parte de la historia, la de la política institucional. En las próximas dos notas intentaremos explicar cuál es el verdadero poder que se pone en juego si se intenta democratizar todos los estamentos del fútbol, y cuál es la incidencia económica real de éste deporte amateur en nuestra región, con la ciudad de Río Cuarto como epicentro.
Nota: Fuentes propias. Diario La Nación. Página oficial de AFA, www.afa.org.ar. Página de internet, www.ascensodelinterior.com.ar.
Fotos: www.afa.org.ar.
Epígrafe, Foto 1: Sr. José Camino, presidente Honorario: Dr. Jorge Fernández (flamante Presidente Ejecutivo), Gustavo Ceresa (ex Presidente Ejecutivo), Julio Humberto Grondona (ex Presidente de AFA), Ing. Alfredo Derito (Secretario General). A esta mesa tiene ausencia de dos principales actores y la foto no es de hace muchos años atrás: 2010.
Epígrafe, Foto 2: Los dirigentes de las ligas tienen la oportunidad de democratizar y federalizar el Sistema Organizado del Fútbol o seguirán discutiendo por quienes son los que se sientan en derredor de esa mesa en la sala de sesiones “Jorge D. Propato”.