En esta temporada de retiros importantes, el domingo el Estadio “José Mellano” fue escenario de la despedida de José María Alovero. Después de veinte años de trayectoria, el arquero cabrerense nacido futbolísticamente en Acción Juvenil de General Deheza, decidió ubicarse bajo los tres palos por última vez. El hombre que vistió además la camiseta de Ateneo Vecinos, Alianza (General Cabrera) y actualmente la de Independiente Dolores se despidió ante casi 1500 personas que vivaron su nombre como una forma de retribuir todo lo que el “flaco” le dio a ambas camisetas. Entre el festejo y las lagrimas José María Alovero habla con el equipo “Al Toque”.
Te despediste del fútbol en un partido que tuvo todos los condimentos…
Creo que es la despedida soñada, jugar en esta cancha y haber ganado un clásico, que la gente de los dos equipos aplauda y grite mi nombre… es muy importante para mí. Estoy muy agradecido a ellos y también por todos lo reconocimientos que me hicieron antes que fueron muy lindos. Le di todo lo posible a la gente y me voy tranquilo porque hice las cosas lo mejor que pude.
¿Qué paso por la cabeza cuando se pitó el final del encuentro?
Y… una sensación de desahogo y recuerdos hermosos que viví dentro de la cancha. Una emoción impresionante pero bueno, ahora ya está, se terminó y comienza otra vida para José Alovero.
Dentro de esos recuerdos, en este último tiempo te toco vivir algunos realmente importantes…
Sin lugar a dudas. Desde esa final con Atenas donde jugué desgarrado y ganamos un partido increíble hasta haber tenido la posibilidad de jugar en el stadio mundialista de Mendoza por un Torneo Argentino. Creo que no todos tienen esa posibilidad y me siento un privilegiado por todo eso.
¿Qué opinas de los jóvenes de este plantel que por la situación del club tuvieron que saltar a defender los colores de Dolores en la primera división?
Es impresionante. Las ganas que yo veo en este plantel no la vi en ningún lado, son chicos que no les pesa la camiseta y mirá que es una responsabilidad muy grande ponerse la camiseta de Dolores, por la gente, por la institución y por todo lo que representa. Los más grandes le hacemos sentir confianza para que vayan al frente y hoy quedó demostrado que es un equipo del que se puede esperar mucho. Hay que traer un par de refuerzos nada más, no un montón como hacen otros equipos. Con dos o tres, más el plantel que hay se va a hacer un equipo muy duro para cualquier rival.
¿Te ves como técnico?
Si, pero no es el momento. Tengo el curso terminado pero voy a esperar el año que viene. Me quiero desenchufar un tiempo porque lo necesito. Yo después de la lesión en los ligamentos no volví a ser el mismo y ya creo que era el momento de decir basta después de veinte años en el futbol.
Julio Rivoira - Redacción Al Toque