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12-09-2014 11:01

Pasa todo pasa, cambia nada cambia (Parte II)

Por Carlos Alberto Valduvino

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La muerte de Julio Humberto Grondona dejó abierta las puertas para el inicio de luchas políticas intestinas que llegan desde el mismo vientre entre aquellos dirigentes que se llamaban “grondonistas”.
Fidelidades, amores y odios se conjugan y pasaron al olvido a la hora de observar cómo el vacío de poder que dejó Don Julio, hoy se vuelve a llenar con viejos aliados o lo que para algunos puede denominarse, nuevos “socios”.
El golpe institucional que el actual presidente Luis Segura pegó en el Consejo Federal del Fútbol Argentino se perfecciona a cada hora que pasa. Nada se corrige, al contrario, se profundizan divisiones que en nada ayudarán en el futuro al desarrollo del fútbol organizado del interior del país.
Con aciertos y errores, el tándem Julio Humberto Grondona - Gustavo Ceresa generó una competencia y le otorgó un lugar a los clubes del interior del país y Ligas y/o Federaciones adheridas, mucho más importantes de lo que se considera desde la Avenida General Paz hacia el interior del país.
Se podrá criticar formas, no así la cantidad de equipos que hoy tienen acceso directo al profesionalismo –Primera A, Nacional B y Federal A- y al amateurismo –Federal B y Torneo del Interior-, o para las ligas con todos los torneos de selecciones, o el futsal o el fútbol femenino.
Todo esto comenzó a revisarse con la llegada de Roberto Fernández a la presidencia del Consejo Federal del Fútbol Argentino. Porque no sólo se tomó “por decreto” el cargo de Gustavo Ceresa por el actual presidente de la Liga Marplatense, sino que además se sumó un “viejo monarca” del fútbol portuario, Jorge Bosco, en condición de vocal.
No todo terminó allí. En la última sesión del Consejo Federal, el actual presidente de la Liga de Gualeguaychú, Abel Martínez Garbino –dirigente muy cercano al actual gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri-, asumió como vicepresidente primero del cuerpo y se sumó como vocal el misionero Luis María Valdovinos. Es importante recordar que el dirigente mesopotámico viene de perder la elección en su liga de origen, en manos de Timoteo Lleras.
Por si todo esto fuera poco, el presidente de la Liga Cordobesa de Fútbol, Emeterio Farías renunció al cargo que tenía en el Comité Ejecutivo de la AFA, lugar que seguramente ahora será ocupado por algún dirigente cercano al presidente del Consejo Federal del Fútbol Argentino. En esa carrera, se puede anotar el ex presidente de la Federación Cordobesa de Fútbol y actual vocal que perdura en el CFFA, Darío Eduardo Ranco.

De democratizar, ni hablemos
Los males que atravesamos como sociedad parecen no tener cura. Toda la culpa del fútbol organizado la tenía Julio Humberto Grondona. Don Julio falleció y todo sigue igual.
Cómo Cambalache, la Biblia y el Calefón. Hubo algunos atisbos, al menos en algunos mensajes de intentar democratizar el Sistema Organizado del Fútbol (SOdF), pero muy poquitos dirigentes esbozaron que sí ese era el objetivo se debía modificar el Estatuto de la AFA.
Y allí nadie se mete. Ni dirigentes de clubes, ni dirigentes políticos partidarios, ni dirigentes políticos sindicales, ni dirigentes de los gobiernos municipales, provinciales y/o nacionales.
La Carta Orgánica del Fútbol (Estatuto de AFA), en el artículo que expresa “No dar sueldos o retribuciones de ninguna especie a sus dirigentes por el ejercicio de esa función específica, ni convertirse en sociedades comerciales”, esconde la hipocresía de todos quienes asisten con estupor a los manejos direccionados del dinero que se realiza con el deporte más popular de la Argentina, pero que ninguno ha dicho claramente que hay que modificarlos. Está claro que existen viáticos, poder discrecional para venta de entradas de los espectáculos deportivos, venta de publicidad estática o móvil, venta de patrimonios (llámese jugadores), etc., etc, etc.
Todos los dirigentes ingresan a la Asociación del Fútbol Argentino, y por ende a todos los clubes directa o indirectamente afiliados, sabiendo que ése Estatuto expresa claramente que se debe “renunciar a plantear ante los Tribunales de Justicia, (léase Tribunales ordinarios provinciales o federales) a menos que se especifique en la Reglamentación en FIFA, los litigios que pudieran tener con la AFA, con otras Asociaciones o Clubes de éstas, comprometiéndose a someter toda diferencia a los Órganos jurisdiccionales de esta Asociación, o Confederación o de la FIFA”.
Además, todos conocen que el gobierno de la AFA está a cargo de la Asamblea, del Presidente de la AFA, del Comité Ejecutivo y del Consejo Federal, y que el Presidente natural de la Asamblea, del Comité Ejecutivo y del Consejo Federal, es el Presidente de la AFA. Y en ejercicio de las funciones que le confiere este Estatuto, actúa un Tribunal de Disciplina Deportiva, un Tribunal de Apelaciones, un Colegio de Árbitros y un Tribunal de Cuentas.
Por si todo esto fuera poco, el Estatuto fija la forma de elección del Presidente de la AFA, que estará a cargo de: a) Los clubes directa o indirectamente afiliados que conforman la Primera Categoría, cada cual por intermedio del Presidente o de su sustituto estatutario de cada institución; b) Las Ligas afiliadas por intermedio de un Representante que deberá ser Presidente “o Vicepresidente de Liga por cada una de las siguientes Jurisdicciones Deportivas de Ligas”: Norte: Ligas de Salta, Tucumán, Jujuy y Catamarca; Centro: Ligas de Córdoba y Santiago del Estero; Cuyo: Ligas de La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis; Sur: Ligas de Tierra del Fuego, Chubut, Neuquén, Río Negro y Santa Cruz; Litoral: Ligas de Formosa, Chaco y Santa Fe; Mesopotámica: Ligas de Misiones, Corrientes y Entre Ríos; Bonaerense Pampeana: Ligas de Buenos Aires y La Pampa; c) Los clubes de la Categoría Primera “B” Nacional, por intermedio de ocho representantes de todos ellos (cuatro por los clubes directa y cuatro por los indirectamente afiliados), los que deberán ser Presidentes o Vicepresidentes de los clubes que integran la Categoría; d) Los clubes de la Categoría Primera “B”, por intermedio de siete representantes de todos ellos que deberán ser Presidentes o Vicepresidentes de clubes de la División; e) Los clubes de la Categoría Primera “C”, por intermedio de cuatro representantes de todos ellos que deberán ser Presidentes o Vicepresidentes de clubes de la División; f) Los clubes de la Categoría Primera “D”, por intermedio de tres representantes de todos ellos que deberán ser Presidentes o Vicepresidentes de clubes de la División; g) Los clubes de la Categoría Torneo Argentino “A” –hoy Federal A-, por intermedio de un representante de todos ellos, que deberá ser Presidente o Vicepresidente de clubes de la División.
Todos conocen que la elección de Presidente se hará en la Asamblea Ordinaria correspondiente, en votación secreta pues será nula cualquier otra realizada de manera distinta. El escrutinio estará a cargo de una Comisión de tres miembros de la Asamblea, elegidos por ella.
Y el presidente de AFA, es quien ostenta el Poder absoluto de resoluciones, ya que es quien nomina por el término de un año a los distintos Secretarios, mientras dure su mandato de cuatro.

No hay intenciones
Sólo en el discurso de algunos dirigentes se intentó utilizar la palabra democratizar. Si esto verdaderamente sucede, ¿Qué pasaría?
La FIFA actuaría con todo su poder hegemónico y mandaría a revisar los Estatutos modificados y los intentos de democratizar y transparentar el negocio económico-financiero y sus negociados que llegan de la mayor disciplina deportiva que tiene el mundo.
Así ingresó en el circuito del fútbol dinero que llegó del Narcotráfico (Colombia como país emblemático y los carteles de Cali y Medellín); hoy ese mismo flagelo lo sufre el fútbol mexicano, aunque con pantallas muchos más grandes como son las universidades que se crean en derredor de esta disciplina deportiva; el dinero que ingresó cuando se cayó el muro y el ingreso de Rusia y algunos países de la ex República Socialista Soviética; el que se observa en Argentina a través de evasiones, o transacciones financieras que son difíciles de seguir para un Fisco que no realiza una política persecutoria de cada uno de los movimientos económicos, o del que llega del extractivismo de bienes comunes en muchos países de Sudamérica.
Detrás de las Sociedades Civiles Sin Fines de Lucro (llámense clubes, ligas y/o asociaciones), el fútbol organizado no ha podido seguir la ruta del dinero, más allá de las serias sospechas de nichos de corrupción en los presupuestos y/o cifras imposibles de sostener para nuestra economía.
En nuestra región, la República Bolivariana de Venezuela intentó una revolución en el fútbol organizado. La amenaza inmediata de desafiliación por parte de la CONMEBOL y la FIFA hicieron que rápidamente el líder de la Revolución Bolivariana, comandante Hugo Chávez Frías, instruyera a sus dirigentes para que redactara el nuevo Estatuto de la Federación Venezolana de Fútbol, donde en su primer párrafo se declara como “una entidad de carácter Nacional, Privada, sin fines de lucro y autonomía funcional, que coadyuvará con los órganos competentes del Estado al desarrollo del fútbol. Disfruta de personalidad jurídica y patrimonio propio. Está constituida por sociedades civiles denominadas Asociaciones de Fútbol, una por cada Estado que conformen la integridad territorial de la República Bolivariana de Venezuela y por Entidades Profesionales, etc., etc.”.
De los clubes, expresa claramente que son entidades privadas que se sustentarán con la comercialización de su producto o el ingreso de capital externo.
El Sistema Organizado del Fútbol (SOdF) fue perfeccionado por dirigentes como lo fue Julio Humberto Grondona pero, todos y cada uno de los que ingresan en su mundo, no quieren perder los privilegios que otorga y, en consecuencia, será muy difícil democratizar y mucho menos transparentar el recorrido del dinero público y privado, que en él hoy conviven.
El fútbol es un juego, el más ilógico de todos, el que despierta alegrías y tristezas. Es el deporte donde un resultado modifica un estado de ánimo; así se sepa que hay menos plantel, siempre existe la esperanza del “batacazo”, que en muchos casos son realidades.
Es por ello, que democratizar y transparentar en Argentina llevará un largo camino. Mucho más ahora, donde en una excelente iniciativa que es la televisación de los encuentros de las dos máximas categorías por canales de aire, el dinero que invierte el Estado Nacional a través de su actual gobierno es de más de 1.200 millones de pesos por temporada.
Por esa caja ya comenzaron las disputas y lo peor es que, de esa cifra, nada cae para quienes son los generadores de los mayores talentos (llámese futbolistas) que tiene el deporte en nuestro país: el fútbol del interior.
En consecuencia, cuando se habla de democratizar, la revolución debería llegar desde abajo hacia arriba:
Desde la primera semilla que son los clubes, pasando por las Ligas, ingresando en las Federaciones, metiéndose en el Consejo Federal para llegar a la AFA. Pero cabe una pregunta, ¿El hincha de fútbol, aguantará este largo proceso de transformación o el domingo quiere ganar el clásico ante su tradicional adversario y nada le importa la estructura donde se encuentra inmerso el equipo de sus amores?
La respuesta está entre nosotros.
Sólo arriesgo a dar la mía:
El Fútbol Organizado es el Sistema Capitalista más perfecto y perfectible que tiene el planeta. Se podrá controlar y transparentar como en toda economía el manejo del dinero, pero, hoy suena a un imposible, llegar a modificar éste sistema de organización, sin tener un mundo que sea mayoritariamente más humano y solidario, y no capitalista y caritativo como el actual.
En la próxima y última entrega, intentaremos explicar con números cuánto es el aporte que realiza el fútbol amateur organizado de Río Cuarto y región al poder central de AFA, y cuánto reciben los clubes afiliados a la Liga de lo que genera el fútbol profesional que se nutre de éstos futbolistas.

 

Epígrafe, Foto 1: Abel Martínez Garbino, presidente de la Liga de Gualeguaychú y actual Vicepresidente 1° del Consejo Federal de AFA. Dirigente cercano a Sergio Uribarri, gobernador de Entre Ríos.
Epígrafe, Foto 2: Luis María Valdovinos, ex presidente de la liga posadeña, llega como vocal al Consejo Federal del Fútbol Argentino decretado por Luis Segura.