Luego de los hechos conocidos de violencia en el barrio Las Delicias, el fútbol surgió como elemento de unión. A fin de recuperar los lazos sociales, desde la agrupación Barrios de Pie en conjunto con otras organizaciones de la ciudad pusieron a rodar la pelota. Bolivianos y argentinos, integrados por el deporte.
Hace un mes, el asesinato de un vecino de Las Delicias desencadenó en saqueos y agresiones simbólicas a la comunidad boliviana habitante en el barrio. La organización de la colectividad en la ciudad sirvió como amortiguador de la delicada situación. Asimismo, el hermano del joven asesinado tuvo un rol clave en el retorno de la convivencia entre hermanos en el barrio.
En la jornada del sábado, Barrios de Pie, con años de trabajo territorial en Las Delicias, organizó una jornada de fútbol integrador, cuando mujeres en primer término y hombres después jugaron a la pelota a fin de demostrar que la situación de postergación social que sufre el territorio no diferencia nacionalidad y que es necesaria la unión entre los vecinos. El evento tuvo la coordinación de la mencionada agrupación con el Observatorio de Derechos Humanos y la Dirección de Educación Física, Deportes y Recreación (ambos de la Universidad Nacional) y la Secretaría de Deportes municipal.
“Pensamos en una actividad que vuelva a juntar a todos los vecinos del barrio, a fortalecer los lazos sociales que hoy por hoy en los barrios marginados se han perdido”, señala Ramiro Arturo, de Barrios de Pie, sobre la cancha lindante a un vivero comunitario que tiene la organización en la calle Colombia. En sintonía, Félix Gutiérrez, presidente de la colectividad en Río Cuarto, comenta: “Me parece muy bueno e importante porque uno empieza a afianzar los lazos con vecinos del barrio y muchos de otros barrios también”. Arturo explica: “La tranquilidad y la paz no se va a generar de un día para el otro. Esto es sólo un granito y hay un trabajo muy grande que se debe seguir realizando. Apostamos que el Estado genere una presencia en los barrios, que hace muchos años que está perdida en muchos barrios de nuestra ciudad, entonces hay muchos vecinos que están a la deriva, los jóvenes no estudian, no tienen un trabajo digno y muchas veces terminan acudiendo a actividades ilícitas para poder vivir”.
En el fútbol femenino, se divirtieron vecinas argentinas y bolivianas del lugar en conjunto con jugadoras de Rosario Fútbol Club, Juventud Unida y Universidad Nacional de Río Cuarto. En el turno de los hombres, a los vecinos se le sumaron destacados actores deportivos como Julio Parejo (ex jugador de Estudiantes) y Juan “Cara” López (ex Atenas y Estudiantes, y actual jugador de Sportivo Municipal).
“Entendemos que el fútbol es una pasión nacional y que muchas veces se puede utilizar para dar un mensaje que puede llegar a la mayor cantidad de gente”, dice Arturo, en tanto que Félix agrega sobre la importancia social del deporte: “La actividad deportiva es algo que nos une y aglutina, entonces esto demuestra la interrelación entre todas las comunidades, entre todos los sectores sin menospreciar si es de tal nacionalidad, sino que todos podemos compartir una actividad de manera igualitaria”.
El fútbol como pacificador de un conflicto. Conflicto suscitado un mes atrás, con saqueos y éxodo de vecinos posteriores, que determinaron una mediación interinstitucional, donde la comunidad boliviana (organizada desde hace más de dos años, con un consejo directivo incluido) solicitó mayor presencia policial (para lo cual ellos mismos construyeron un refugio para los uniformados ante la excusa de que no tenían un espacio físico), mayor cantidad de turnos en el dispensario del barrio, iluminación y mantenimiento de las calles, además de un trabajo educativo integrador entre la colectividad y los vecinos argentinos.
Lo que pareció un ataque de xenofobia, evidenció una problemática social, urbana, económica más amplia en el contexto de una ciudad desigual, que luego de crecer durante décadas de espalda al río, giró su desarrollo hacia el agua y, negocios inmobiliarios mediante, se dio cuenta que Las Delicias es un terreno digno (y rentable) de “recuperar”. Límite de alambrado y pinos con un barrio privado, frente al río y cercano al Centro Cívico, Las Delicias continúa buscándole un empate a la realidad. Allí, donde el cemento no tapó la tierra, el fútbol une a los de abajo, cuando el poder lesiona a los sectores populares, hasta sacarlos del partido.
Fotos Al Toque
Redacción Al Toque