La parcialidad de San Martín colmó su sector y se hizo ver y sentir.
La final tuvo un clima especial. Humo de colores, bombos, trompetas, banderas y mucha pasión desde las tribunas. Y San Martín particularmente fue responsable de ello. Más de 500 personas llegaron a Río Cuarto para acompañar y alentar a los jugadores en una final que se escurrió en los penales. El público mackennense llenó la tubular visitante y ocupó todo el lateral dispuesto a lo largo de la cancha tiñendo ese sector de celeste y blanco. Al final del partido, el público reconoció la gran campaña del cuadro mackennense al despedirlo con un fuerte aplauso sabiendo que se avecina otro certamen nacional en el preámbulo de otra temporada larga.
Otro que vivió un partido especial fue Jorge Garoni quien no pudo estar en el banco de suplentes porque estaba expulsado y debió recurrir a la telefonía celular para estar en constante contacto con José Luis Fistori. Lo curioso que la dupla técnica no realizó ningún cambio de jugador en todo el partido.
Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque