Por Agustín Hurtado
Con la derrota ante Alianza de Coronel Moldes, Atenas quedó sin chances de superar la primera fase del Torneo Federal B. Si bien la imagen del final es deslucida, la cantidad de puntos obtenidos y el nivel en algunos de los partidos marcan que el equipo dirigido por Diego Escobar estuvo por sobre algunas de las expectativas que se tenían. Peleó por la clasificación casi hasta el final y le ganó como local a un Estudiantes que, en preparación y en sustento económico, estaba muy por encima.
Rememoremos. Corrían los últimos días del mes de julio y Atenas venía cabizbajo, había perdido dos chances de títulos en el primer semestre. Uno de ellos fue la dolorosa final ante Luján Sport Club y la otra fue ante el Atlético San Basilio en la Liga Regional. En medio de ese contexto llegó la posible invitación. Mientras los demás equipos ya estaban de pretemporada, el "albo" pensaba sólo en la Liga.
De la nada, los dirigentes y el cuerpo técnico tuvieron que apurarse a pensar como diagramar la preparación del plantel. Conseguir los fondos, programar las fechas a destiempo y decidir que refuerzos se traían, tarea ardua en los tiempos que corren. Los refuerzos llegaron y el plantel se completó con los jugadores que ya estaban.
Así trabajaron Diego Escobar y su cuerpo técnico, sobre la marcha. De los que llegaron la evaluación es positiva: Cabrera no decepcionó, Piris fue el que más rindió, Becerra fue importante en el fondo, Baigorria aportó lo de siempre y, pese a ser fustigado, Urbano fue el que más goles anotó. Pero con esto no alcanzó.
Ahora, se escuchan voces de reproche hacia la campaña del "albo" de parte de los hinchas, pero dejando de lado algunas preguntas, como por ejemplo ¿Atenas está institucionalmente preparado para enfrentar un torneo de estas características? ¿Puede ascender un equipo al que le cuesta obtener una concurrencia que alcance el 50% de la capacidad de su estadio? ¿Los simpatizantes de Atenas entendieron que el torneo se disputó por una invitación y sobre todo porque no había descensos? ¿Puede pedírsele a un plantel y a un club que hace rato que no gana la Liga Regional que aspire a un "ascenso" a una categoría totalmente profesional? Estas cuestiones se escapan en el momento de hacer algunas críticas.
El plantel y el cuerpo técnico cumplieron. Llegaron con poco tiempo de preparación y, lejos de estar en los últimos puestos, pelearon por clasificar. Le dieron una alegría mayúscula a la hinchada al ganar el clásico contra un Estudiantes que empezó a planificarse para jugar en el Federal A y no el B. Incluso, de haber tenido más suerte y eficacia en algunas situaciones, se hubiera clasificado.
Los dirigentes se vieron tentados a participar de un torneo que, en general, les trajo dolores de cabeza. La clasificación a los playoffs era mirada de costado por los gastos que iba a generar. Queda claro que el torneo se disputó porque la invitación llegó y con la "yapa" de no tener que luchar contra el fantasma del descenso. Por todo esto insisto nuevamente con la pregunta, ¿estaba Atenas para más de lo realizado?
Se leen críticas en las redes sociales y se escuchan insultos en la cancha, pero a veces se pide demasiado. En ocasiones hay que mirar hacia adentro de los clubes para saber a que hay que aspirar. Es cierto que entre el 2007 y el 2010 Atenas pudo haber pegado el salto, pero no lo hizo y se mareó. Se olvidó de que a principios de este siglo todavía se corrían carreras de motos en su cancha. El "albo" (dirigentes e hinchas) deben recordar cuando José Sebastián Echeverría llegó en el año 2001 y empezó a reconstruir desde los cimientos la historia del club. Antes de querer aventurarse en torneos nacionales y pretender cosas "utópicas", hay que hacerse fuerte desde abajo, con un proyecto que permita volver a ser protagonistas de la Liga Regional. Fustigar a Escobar y a jugadores que cumplieron un buen papel en un torneo para el cual se prepararon a destiempo, es una falta de respeto a su trabajo. A veces, hay que volar bajo para tomar impulso.
Redacción Al Toque
Foto: Archivo Al Toque