En un mano a mano con Al Toque, Julio Titarelli nos dejó sus sensaciones sobre lo éxitos de Juventud Unida de Río Cuarto. También nos habló sobre el trabajo institucional del club, los sueños de jugar el Federal B y sobre la decisión que lo llevó a abandonar el cargo de entrenador.
Juventud Unida de Río Cuarto no se detiene. Desde su nacimiento el elenco riocuartense ha consolidado su andar en el seno de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto, tanto en lo futbolístico como en lo institucional. En tan solo cuatro años de existencia ha plantado bandera y en un año y diez días logró tres títulos que ya están en las vitrinas de su sede social.
El gestor del surgimiento de esta entidad, que tiene proyectado participar a nivel nacional, es Julio Titarelli. Tras ser el director técnico del equipo en torneos amateurs, llevó a su elenco a lo más alto de la LRFRC. Pero más allá de lo futbolístico, es el ideólogo, acompañado por la novel Comisión Directiva, de todos los pasos que va concretando la institución.
La obtención del Torneo Clausura y el título de la temporada 2014 fueron las últimas estrellas de Julio Titarelli como director técnico de la Juve. Pero a pesar de sacarse el buzo de entrenador seguirá bien de cerca del club. “Las sensaciones son muchas. Retirarme con tres títulos en un año y diez días no es poca cosa. Uno fue técnico en el fútbol amateur en donde también logró títulos y entrar en el fútbol organizado y conseguir todo esto es muy satisfactorio”, dice Julio Titarelli.
¿Cuál es la clave de este éxito?
La clave está en el orden y el trabajo en el que se basó este proyecto desde que surgió. Cuando se fundó el club, dijimos que íbamos a proyectar un club distinto. Distinto no significaba ser más que los otros sino que ser distintos en el día a día con el jugador. La ropa de entrenamiento, de tener material de trabajo, las concentraciones, que costó mucho hacer entender al principio. Pero cuando los éxitos comenzaron a llegar los jugadores empezaron a comprender la importancia de concentrar. También tenemos ropa de calle que le da una imagen a la institución. Por eso hablamos de un club diferente y creo que lograr todo esto en cuatro años habla del orden económico e institucional. Cuando al jugador lo tenés bien, la mejor publicidad es la que te hace el propio jugador. Nuestro proyecto está basado en un sistema sencillo: no le ofrecemos al jugador algo que no le podemos pagar.
¿Cuál fue el cambio que se produjo luego de un irregular Torneo Apertura?
En el Apertura el equipo venía relajado de haber ascendido y además tenían que entender lo que es jugar en Primera A. Cuando lo entendieron nosotros confiamos plenamente en este plantel. Estábamos en descenso directo cuando terminó el Apertura. A la dirigencia les dije que no había que hacer gastos faraónicos sino que confiar en estos jugadores y traer refuerzos puntuales. Nos estaba faltando el gol y Lucas Peralta nos dio capacidad goleadora. Pero lo fundamental ha sido el grupo. A mediados de año se fueron jugadores que no le estaban haciendo bien al plantel y con la ida de esos jugadores el grupo se terminó uniendo.
Al torneo lo definí en tres partes: el descenso era la torta, el salir campeón era la frutilla y ser campeón del año era la cereza. El grupo fue fundamental y hoy se nos van dos emblemas como lo son Leonardo Gazzotti e Iván Pereira, que han dejado una marca imborrable en la institución.
Después de las dos derrotas por goleada ante Atlético Sampacho y Acción Juvenil, ¿cómo hicieron para revertir ese momento y no perder más?
Hubo un toque interno con el plantel de decir “muchachos qué pasó”. En cuatro fechas nos habían convertido dos goles y en estos dos partidos nos convierten nueve, creo que algo estaba pasando. Se habló puertas hacia adentro con el plantel y los jugadores terminaron entendiendo. Cuando hay grupo esto se puede corregir, el problema es cuando no tenés el grupo consolidado.
Además el título llega en un momento en el que al fútbol de Río Cuarto le está costando lograr resultados.
Hay que recordar que el último campeón fue Banda Norte en el 2009, pero no llegó a ser campeón del año. El último equipo que logró quedarse con ambos títulos fue Sportivo Atenas en el 2005. Hoy traerle un título nuevamente a la ciudad es un logro importante no sólo para Juventud Unida sino que también para Río Cuarto.
¿Cuáles son los próximos objetivos?
Como todos lo saben porque ya lo he dicho, al Torneo Federal C no lo jugaremos porque los chicos se merecen un descanso. Paralelamente estamos haciendo las gestiones necesarias para entrar en el Federal B. Esperaremos para ver si existe la posibilidad de una invitación pero lo importante de todo esto es que estamos pensando en hacer crecer a la institución. Pero esto siempre teniendo como prioridad el orden. Siempre digo que los clubes que desproporcionan el fútbol con erogaciones elevadas lo único que consiguen es complicar a clubes como los nuestros, que no pagamos sueldos elevados sino que priorizamos un proyecto ordenado.
¿Cómo te toma en lo personal no ser más el técnico?
Fue una decisión, en lo íntimo, de llorar una semana. Fue una decisión que la tomé solo y debía hacerlo. Como en esta sociedad las cosas se mezclan, yo no quería perjudicar mi lugar de trabajo. Hoy cambié mi trabajo por la pasión. Fue una semana muy dura porque la pasión es mucha y tomar la decisión costó.
¿Cómo están las inferiores de Juventud Unida de Río Cuarto?
Siempre sostenemos que un club que no tiene inferiores no va a progresar nunca. La idea siempre fue tener un equipo compuesto por jugadores de inferiores. Todos los años estamos llevando entre dos o tres jugadores a primera división. Estamos haciendo un buen trabajo pero en tan solo cuatro años de existencia no podemos pretender estar peleando bien alto. Recién este año se logró clasificar una categoría y creo que es algo importante porque esa categoría se inició hace cuatro años y está cumpliendo el ciclo.
Redacción Al Toque
Fotos: Al Toque