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En estos meses, el fútbol argentino se encuentra en pleno debate debido a como reorganizar sus campeonatos profesionales. Cuestiones políticas y económicas recorren esta discusión y, desde Al Toque, proponemos un recorrido comparativo sobre cómo se disputan los campeonatos en el resto de Sudamérica. En esta entrega analizamos al fútbol colombiano.
Restan sólo tres casilleros por llenar para que esté listo el cuadro del nuevo torneo de 30 equipos que pasará efímeramente por nuestro fútbol. En un nuevo mamarracho, las finales de la B Nacional se jugarán sin público. Hasta ahora la federalización de la primera división no es tal. De los 7 equipos que ascendieron, 2 pertenecen a Capital Federal, 2 a Santa Fe, 1 a la provincia de Buenos Aires, 1 a San Juan y otro a Misiones, por ende sólo dos nuevos distritos se suman a primera. En medio de estos cambios, desde Al Toque seguimos recorriendo Sudamérica para analizar las estructuras de los distintos países. En este caso repasaremos al fútbol colombiano.
Los escritores Andrés Dávila y Catalina Londoño en su texto “La nación bajo un uniforme Fútbol e identidad nacional en Colombia 1985-2000” (2003), destacan que la historia del fútbol “cafetero” se puede entender desde tres aristas: la tardía profesionalización (1948), la gran cantidad de futbolistas extranjeros y su fuerte relación con actividades ilegales.
Si bien el fútbol se hizo profesional en 1948, se práctica desde principios de siglo y empezó a desarrollarse de manera un poco más organizada con la creación de la Liga de Atlántico en 1924. La profesionalización llegó en 1948 con la creación de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), la cual fue instituida para agrupar y fiscalizar a todos los clubes del país. Mientras tanto, los destinos de la selección eran manejados por la Asociación del Fútbol Colombiano (Adefútbol).
Ni bien empezado el profesionalismo, las irregularidades que se cometían antes, se multiplicaron con los dineros que empezaron a manejarse. Entre finales de la década del ´40 y el inicio de los ´60 el fútbol colombiano vivió su mejor época, conocida como El Dorado, ya que a través de los fondos relacionados a apuestas y al narcotráfico consigue estrellas de toda Latinoamérica y Europa. Alfredo Di Stéfano y otros jugadores argentinos emigran al país “cafetero” luego de la huelga de 1948. En esa misma época la FIFA expulsa a Colombia acusando a su liga de “pirata”, pero no duró mucho ya que en 1951 se reincorporó en el pacto de Lima.
Esta etapa culminó a mediados de 1960, cuando se registra el enfrentamiento entre la Dimayor y la entonces regente Adefútbol. Ambas propusieron técnicos distintos para el equipo que participaría del mundial de Chile 1962 y a partir de allí el conflicto fue sumando ribetes hasta la intervención de la FIFA y la disolución de la Adefútbol.
La historia culminó con la Federación Colombiana de Fútbol manejando los destinos del deporte y dentro de ella la Dimayor ocupándose del fútbol profesional. Por otro lado se creó la División Aficionada del Fútbol Colombiano para que manejara al fútbol amateur, hasta la actualidad.
Más allá de estas desorganizaciones, el fútbol colombiano junto al brasileño, parece ser un fútbol federal. Si tenemos en cuenta que, de 33 departamentos, 11 poseen títulos de primera división. Hoy por hoy, son 11 también las regiones representadas en primera división y 24 los que alguna vez estuvieron en la primera división. Así, en ciudades como Medellín, Bogotá, Cali y Barranquilla se pueden encontrar equipos con identidades bien marcadas. Es decir, el que vive en Medellín es de Independiente o de Atlético Nacional y es difícil encontrar un simpatizante de América de Cali.
Si analizamos profundamente, también supera al fútbol argentino en la participación en la segunda división, ya que son 7 los departamentos que se suman al fútbol profesional. De todos modos, el inconveniente está en que no existe una tercera división. Es decir, no existen estructuras intermedias entre la segunda división y las ligas regionales. El salto de trascendencia es muy alto y no hay instituciones que puedan pegar el salto.
El lado más negativo de esta organización tan federal es que detrás de esas identidades y clubes departamentales se encuentran los oscuros negocios del narcotráfico. Durante mucho tiempo (y en la actualidad también, aunque maquillado) los clubes fueron apadrinados por los famosos carteles de droga, cuyos jefes utilizan a las instituciones con diversos motivos. Prensa, lavado de dinero, pasatiempo, notoriedad política, son las distintas operaciones que se tejen a expensas del fútbol.
Quizás el ejemplo paradigmático es el Atlético Nacional de Medellín que se hizo famoso por Pablo Escobar Gaviría, el patrón del cartel de la “ciudad de la eterna primavera”. Si bien el “verde de la montaña” fue manejado desde mucho antes por el narco-fútbol, fue cuando Escobar ascendió que el equipo se metió en la historia, por ejemplo obteniendo la Copa Libertadores (1989). Otro ejemplo es el del América de Cali, él equipo del cartel de esa ciudad. Hoy el equipo “rojo” sufre en el descenso luego de los desmanejos financieros de este grupo.
Ezequiel Fernández Moores describe que en la actualidad los carteles están un poco más ocultos detrás de los clubes, aunque muchos de ellos se han privatizado y el dinero sigue marcando los destinos de la Liga Postobon. Esta denominación se debe a la gaseosa patrocinante principal de la Dimayor. El accionista principal de Postobon es el grupo Ardila Lulle, poseedor de los derechos de televisación de la liga a través de RCN y Windsports.
Además, Carlos Ardila Lulle es el principal propietario de Atlético Nacional, equipo otrora de Escobar y tricampeón actual. Por ende, como dice el columnista de Canchallena.com, “Carlos Ardila Lulle, dueño de una fortuna estimada en 3000 millones de dólares, es el campeón de la Liga que patrocina y que televisa”.
Por todo lo dicho, el fútbol colombiano es uno de los más federales de Sudamérica, pero los orígenes de ese federalismo, están viciados. Los caudillismos malentendidos y los carteles de droga han hecho que las grandes identificaciones territoriales se diluyan.
Fuentes: -http://canchallena.lanacion.com.ar/1748972-el-cartel
-Dávila, Andrés y Londoño Catalina. “La nación bajo un uniforme Fútbol e identidad nacional en Colombia 1985-2000”. ED. CLACSO. 2003
Gráfico: Al Toque
Redacción Al Toque