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Opinión

02-02-2015 16:51

La década perdida

Por Marcelino Gasseuy

Asociación Atlética Estudiantes es una de las pocas instituciones importantes del interior del país que no ha podido pegar el salto deportivo tras la reestructuración del Torneo Argentino B, allá por el año 2004. (Leer el artículo ¿Qué fue de los 48 equipos que jugaron la edición 2004/2005?).
Desde entonces pasaron tres presidentes, doce directores técnicos y centenares de futbolistas, pero el celeste ha visto como otras instituciones, con mayor o menor historia futbolística, han ido abandonando el escalafón más bajo del fútbol nacional para colocarse en los primeros planos.
Tras su histórica participación en los tres Nacionales, ser protagonista en los viejos Torneo del Interior y estar siempre presente en los Argentino A, en la última década se ha transformado en un actor de reparto del fútbol argentino.
Hay quienes sostienen, con una banalidad que sorprende, que a Asociación Atlética Estudiantes le falta suerte. Sin hacer un análisis profundo se puede descubrir claramente que lo que está ausente en Avenida España es un rumbo claro en la gestión por parte de la comisión directiva.
Es hora de empezar a comprender que el éxito deportivo va acompañado de una prolija gestión institucional y eso es lo que falta en la entidad centenaria. Hoy, después de la amarga eliminación ante 9 de Julio de Morteros, el análisis en la calle, en los hogares y las mesas de café ha sido futbolístico. Pero es hora de que empezar a desmontar el árbol que tapa el bosque.
El problema es mucho más profundo y complejo. Si Estudiantes (y con él toda la ciudad) está sumergido en esta crisis es por la falta de políticas deportivas. Porque al mal momento futbolístico hay que sumarle el abandono que se ha hecho del patrimonio del club, el escaso impulso a la participación de la masa societaria, el espaldarazo a la práctica de otras disciplinas deportivas y la nula apertura social. Todo esto en el marco de una gestión conducida por un presidente ausente que lo único que ha realizado es la inyección económica para conformar y sostener a uno de los planteles más costosos de la cuarta categoría del fútbol nacional.
Asociación Atlética Estudiantes es el claro ejemplo de cómo el aporte económico por parte de unos pocos no conduce al éxito deportivo e institucional. Lo que hace falta es tener una orientación clara en la generación de políticas que nos inserten en la élite del deporte profesional. Cuando eso ocurra estaremos escribiendo de otra cosa.

Redacción Al Toque