La seria lesión sufrida de un jugador en el partido de tercera división produjo la suspensión del encuentro principal entre Estudiantes y Lutgardis Riveros, válido por la primera fecha del Apertura. La decisión fue tomada en común acuerdo entre las partes. Juan Ignacio Molinero (17/07/1999) presenta una buena recuperación.
El ingreso al estadio Ciudad de Río Cuarto minutos antes de las 15 horas presentaba una escena poco habitual. El doble portón del perímetro de la cancha se encontraba abierto y mucha gente bajaba de la tribuna para ingresar al rectángulo de juego. El clima era tenso. El partido de tercera división se detuvo cuando la visita ganaba uno a cero. ¿El motivo? El juvenil de Lutgardis Riveros, Juan Ignacio Molinero (17/07/1999) -autor del único gol del compromiso-, sufrió un fuerte golpe contra la pared lateral que da a la tribuna de Avenida España producto de una situación propia del juego cuando corría por la banda apareado por un rival y fue desplazado hacia el cartel publicitario. Fue un accidente, es decir, por definición: “Un suceso imprevisto que altera la marcha normal o prevista de las cosas, especialmente el que causa daños a una persona o cosa”. El futbolista gigenense sufrió un corte en el cuero cabelludo y posteriormente tuvo convulsiones que alertaron a los presentes. Rápidamente actuaron asistentes del club local pero faltaba un elemento clave: la ambulancia. En ese sentido, el inciso b del Capítulo IX del Reglamento de la Liga Regional explicita respecto a la organización de un partido: “La adopción de medidas que, en caso de accidente, permitan una rápida atención del accidentado (primeros auxilios), tales como presencia de personal médico o paramédico, ambulancia, etc.”. Ergo, el encuentro no debió haber empezado.
El retardo de la llegada de la asistencia médica generó impaciencia y desesperación trocando el ánimo de los padres y simpatizantes del club gigenense lo que agudizó el nerviosismo en el ambiente. Molinero ya había pasado lo peor y aguardaba la ambulancia para su traslado. Finalmente, luego de casi 20 minutos, llegó la emergencia y el futbolista fue llevado al Hospital local y posteriormente trasladado a una clínica privada de la ciudad.
Primera determinación. El árbitro Cristian De Pascuale suspendió el cotejo de tercera división a los 55 minutos de juego con el resultado uno a cero a favor de la visita. Al mismo tiempo, los jugadores del elenco “inglés” se reunieron porque no se encontraban en condiciones normales de disputar el partido ante Estudiantes. “Todavía estoy temblando”, dice Diego Mirez -preparador físico del equipo gigenense- sintetizando el estupor que invadió a los componentes del plantel de Lutgardis Riveros. La petición del capitán visitante, Máximo Meneguzzi, de posponer el compromiso tuvo una rápida aceptación del Maximiliano Gómez, capitán de Estudiantes, ante la anuencia del juez principal Raúl Luna.
Segunda definición. Dado el acuerdo entre las partes, el árbitro elaboró el informe y los delegados de ambos clubes concordaron -luego de un extenso diálogo- en reprogramar el encuentro para este lunes a las 21:30 horas. La dirigencia de Estudiantes devolvió las entradas abonadas por los simpatizantes para que este lunes asistan el compromiso reprogramado.
Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque