Dicen que por el gol de Ernesto Grillo a los ingleses, es el día del futbolista.- Una semana que le arranca al futbolista profesional con la sensación de estar mejor posicionado frente a los poderes, que diez días atrás.-La pregunta es, claro, y ya se ha hecho en la mesa de Competencia; hasta donde es cierto, hasta donde será cumplido, el paquete de normas homologadas en el Ministerio de Trabajo de la Nación el jueves anterior.-Es que si estuviésemos en un país donde el juego de poderes es creíble, donde las leyes y los reglamentos se cumplen a rajatabla, la cosa no admitiría análisis. Ni se nos cruzaría por la cabeza el incumplimiento de lo pactado entre las partes primero y mas aun de lo refrendado ante la autoridad competente.-Pero no es así. Las leyes se van adecuando al sujeto susceptible de su aplicación y se ha hecho cruda realidad aquello de que sólo los ladrones de gallinas están presos, y que los portadores de guantes blancos son impunes de impunidad absoluta. Y lo peor es que la línea baja desde los presuntos hilos conductores del país, esto es, sus gobernantes de ayer, hoy y siempre.-Pero uno al final decide que mas allá del saludo cordial al futbolista profesional en su día cabe y tal vez con mucha mayor propiedad, el abrazo a los que juegan el fútbol. A los que simplemente y nada menos, juegan el fútbol, con todo lo que eso significa.-A Veces pienso si a la hora de los bifes, esto es, cuando la pelota rueda un jugador profesional sentirá lo mismo que cuando jugaba por jugar. Y esto mas allá de la obviedad de la responsabilidad del caso. Me refiero a la emoción, el gusto por una gambeta, por un buen quite, por un pelotazo milimétrico y ni hablar por un gol.-Por eso decir día del futbolista es tan abarcativo que trataré de contener en el homenaje a todos los que despuntan el vicio y la pasión detrás de una esfera encantada por las que van desde La Quiaca a Ushuaia, millones de tipos sudados de gusto, de nervio a la vista, de alegría que a veces ni ellos saben que es alegría. Ser futbolista es primero que nada armar el bolso o la bolsa del súper, con las vendas, las canilleras, los botines; Los más preparados.- Es pararse simplemente de pantalones largos y hasta con el reloj puesto a un costado de una canchita esperando que a uno lo inviten a jugar; que le griten: che, flaco, querés entrar? Y uno va dispuesto a demostrar que es una mezcla de Beckenbauer y Cruyff y resulta que después le da vergüenza el baile que le pegaron. Porque entró frío, porque no conocía la canchita, porque no le pasaron una pelota. Y si la taba cae para bien se irá en silencio, ante el mismo silencio admirado de los otros que creen que les cayó un ángel al barrio y de taco les hizo ganar el duelo con los de la otra cuadra.-Ser futbolista es ser compinche. En el vestuario, con olores de los sabrosos como el del líquido del masaje y de los otros no tan santos. Las bromas llenas de códigos que sólo entienden los pares de uno, los de la misma camiseta. Los lamentos a la vuelta, la felicidad a la vuelta, el cosquilleo antes de entrar a la cancha. Los más tranquilos los más inseguros.-Ser futbolista es la gaseosa compartida bajo el árbol amigo a la par de la canchita, charlando de bueyes perdidos; desde el gol que se perdió el nueve a la morocha que se tiene apuntada para el baile de la noche en, el club del Pueblo o en el boliche mas nombrado del lugar.-Ser futbolista es el enojo. Con el rival con uno mismo con el árbitro, con algún compañero. Es calentura pura que se trica en disculpa con las horas que van pasando. Es ese hermoso dolor muscular de saber que uno ha jugado y llegar a la casa y decirle a la patrona: no me puedo ni mover..., a manera de queja y la verdad es que uno está chocho de la vida.-Ser futbolista es ser infantil o veterano. Es ser libre o federado. Es ser porteño o formoseño. Es una forma de concebir los ratos libres y hasta es una forma de vez las cosas. Quien no ha jugado al fútbol no es igual. Ni mejor ni peor. No es igual.-Ese apilada de ingleses que hizo Grillo hasta ponerla desde ángulo muy cerrado en la cancha de River, un 14 de Mayo del 53 y Argentina ganando por primera vez en la historia a los británicos por tres a uno sirvió para que con el paso del tiempo se instituyera el día del futbolista a esa fecha. Y esta bien. Es justo. Habría un montón de fechas mas, por cierto que le caerían bien al día de los que juegan fútbol. Sí, esta claro que la navidad de la redonda es el 30 de octubre y que el pesebre estaba en Villa Fiorito. Cuando nació el representante de todos los que juegan a la pelota en el reino de los cielos.
Osvaldo Alfredo Wehbe.