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Al conmemorarse los 100 años del inicio del Genocidio Armenio, desde Al Toque Deportes destacamos cómo el deporte fue transversal a la reintegración de la comunidad en la Argentina.
“Mi familia también fue víctima de este genocidio. Mi abuelo pudo sobrevivir y dejar atrás mis seres queridos. Él llegó a la Argentina sólo buscando paz”, dice el tenista más destacado de los últimos 20 años en nuestro país. A David Nalbandian, se le sumaron otros deportistas como Juan Carlos Olave y José Meolans al llamado realizado por la comunidad armenia en Córdoba para conmemorar el centenario del inicio de la matanza sistemática por parte de los Jóvenes Turcos contra el Pueblo Armenio este 24 de abril. En la ciudad de Córdoba se estima que hay unos 10.000 descendientes del pueblo víctima.
Mariano Saravia, periodista y autor del libro “El Grito Armenio” explica: “Los primeros armenios llegaron a Córdoba hacia 1910, antes de lo que se considera el Genocidio”. El actual Barrio Pueyrredón otorgó posibilidades de trabajo en relación al ferrocarril para los exiliados de tierras otomanas y allí empezó una reconstrucción de la vida colectiva de un pueblo que fue negado, incluso, durante años previos al inicio de la masacre sistemática. En coincidencia con este punto, Pablo Wehbe, experto en asuntos internacionales, menciona: “Se blanquea una decisión que se había tomado en 1879-1880 cuando se comenzó a diferenciar a la población entre los elegidos y los inferiores; eso dio pie a un segundo paso en 1898 a que los armenios, los cristianos ortodoxos en realidad, no pudieran trabajar en la capital (otomana). Lo concreto es que el 24 de abril se transparentó una decisión de más de 20 años previos”.
La citada fecha es el aniversario del fusilamiento de 600 intelectuales armenios por parte del régimen turco que dio inicio a la continuidad de “deportaciones”, persecución, hostigamiento, vejaciones y asesinatos que culminó ocho años después con la tenebrosa cifra de más de 1.500.000 muertos.
La masiva expulsión de armenios determinó que en Argentina se asentara una cantidad importante de seres humanos que escapaban de la muerte para reconstruir la vida. Sólo en Buenos Aires la cantidad de descendientes armenios trepa a los 100.000. En esa reconstrucción, el deporte no estuvo exento. El Club Deportivo Armenio posee los colores de la bandera del actual Estado Armenio, con el monte Ararat dibujado en su escudo, emblema armenio. En su última presentación en la Primera B Metropolitana de fútbol, el elenco lució una camiseta negra con el logo determinado por la Comunidad para referir al Centenario de la masacre (el dibujo de la flor Nomeolvides).
En Córdoba, dos instituciones deportivas del mencionado Barrio Pueyrredón centran a la comunidad armenia y a los argentinos: Anntranik y Unión General Armenia de Beneficencia. “El deporte ha sido muy importante porque hay dos clubes principales en la ciudad de Córdoba y ha sido fundamental, -principalmente el vóley, el ajedrez- como apertura al barrio en general con la pileta, la clase de baile, la clase de patín. Tiene como dos aristas: por un lado, refuerza su identidad armenia y argentina. Ellos dicen siempre para ser un buen armenio, primero hay que ser un buen argentino y tienen esa doble identidad. Por otro lado, muy abiertos a la comunidad, muy abiertos al barrio. Vos hablás con cualquiera en Barrio Pueyrredón y no es que los armenios son una burbuja y se cierran” comenta Saravia. Para septiembre, los descendientes de armenios en la capital provincial están organizando una corrida atlética, la cual se suma a las múltiples actividades pensadas en el marco de conmemoración del genocidio.
Otro día 24 en busca de Memoria, Verdad y Justicia, extendido a nivel mundial. En París y en Los Ángeles, atletas armenios aprovecharon correr maratones en este mes para llevar remeras alusivas, con la leyenda “Recordamos y Reclamamos”, en referencia, además, al no reconocimiento del Genocidio por parte del Estado Turco, el cual salió en respuesta del Papa Francisco I, quién días atrás celebró una misa por el centenario y condenó el brutal hecho. “El genocidio se construye, no es un decreto. Se construye con palabras, diferenciando al otro, al enemigo y por eso uno dice cuidado cuando el poder deshumaniza al otro”, razona Wehbe.
100 años sin soledad, donde el deporte atravesó a la comunidad en su recuperación y donde figuras de nivel portaron con su mensaje de apoyo. Hace un año, los planteles principales de Boca, Belgrano y Talleres formaron con la bandera en referencia al hecho. “Siempre me impresionó eso: la constancia y la perseverancia para pedir Memoria, Verdad y Justicia en este caso después de 100 años y, justamente, el pilar es ese. Después de tanta muerte, la reacción es vida y mucha fuerza”, concluye Saravia.
Foto: www.prensaarmenia.com.ar
Redacción Al Toque