Con un hombre menos, San Martín igualó ante “9”

El equipo de Marcelo Vázquez volvió a enderezar la nave en tierras cordobesas. Así como sucedió hace 12 fechas atrás, el equipo conducido por Marcelo Vázquez se llevó un punto importantísimo de Río Tercero y ahora mira mucho más de cerca la clasificación a la próxima fase del Torneo Argentino B.

El “chacarero” tuvo las más claras en la primera mitad. El equipo de Marcelo Vázquez tuvo las chances más claras, pero nunca estuvo fino a la hora de definir, cuando se encontró cara a cara con Carlos Barrios.

El equipo del Este movió con criterio la pelota en la primera parte y comenzó a llevar peligro al arco local. Lo tuvo Paratore, también lo tuvo Ríos, pero no podían dar la puntada final.

También es cierto, que el equipo del Este podría haberse ido de esta primera parte con el marcador adverso. Es que cuando restaban pocos minutos para finalizar los primeros 45 minutos, Gerardo Acuña entró con la pelota dominada al área del elenco mendocino y Claudio Demaría le cometió un claro penal que el puntano Héctor Sosa no vio.

Igualmente el equipo dirigido por Marcelo Vázquez había sido más que su rival y el empate sin goles dejaba un sabor amargo en la gente del “chacarero”.

En el complemento, San Martín siguió con el protagonismo. Sin embargo fue el “patriota” el que se encontró con la diferencia a pocos minutos de haber comenzado la etapa final en los pies del delantero Juan Bueno.

Todo comenzaba a tornarse peor para el equipo dirigido por Vázquez cuando el “beto” Falcone tenía que irse a las duchas antes de tiempo luego de ver la tarjeta roja mostrada por el árbitro puntano Héctor Sosa.

Igualmente, el técnico del “chacarero” comenzó a mover el banco como para llevarse algún punto desde esa localidad de Córdoba.

Y finalmente, cuando ya se terminaba el pleito, esa apuesta le dio sus frutos. Una vez más, el goleador que tiene San Martín, Marcelo Ríos decretó el empate.

Cuando ya no quedaba tiempo, y el “león” estaba con dos jugadores menos por la expulsiones de Falcone y Demaría (vio la roja directa en la jugada del gol “chacarero”), el “patriota” fue en busca de los tres puntos, pero San Martín se aferró al empate y defendió las últimas pelotas con uñas y dientes para quedarse con un empate que vuelve a enderezar el rumbo luego de la caída en Río Cuarto.

Apareció el fantasma del descenso por San José

Un montón de nada. Movimientos tácticos errantes, confusos, y hasta incomprensibles hacían que el “boli” no lograra manejar la pelota, algo fundamental y decisivo a la hora de buscar dañar al rival.

Lo del mediocampo de Argentino era por momentos terrible. No había un patrón de juego y todo intento ofensivo se moría increíblemente en la imprecisión de pases de cinco metros o en la total intrascendencia de un pelotazo que buscaba uno vaya saber qué.

Si ofensivamente era malo el trabajo, la tarea defensiva de los volantes era aún peor. Con asombrosa facilidad los mediocampistas de Juniors vulneraban la resistencia de los medios locales e ingresaban muy sueltos de marca, y con enormes espacios, a encarar la última línea de la “academia”, que para colmo ayer necesitaba más que nunca de sus medios ya que Funes había decidido plantarse con tres defensores tras la suspensiones de Flores y Orduña.

Por eso no extrañó a nadie que a los 19 minutos Leichner abriera el marcador tras una gran jugada individual de Caputo por izquierda, quien eliminó con su desequilibrante pique corto primero a Acuña y luego a Yapura, y cuando ingresó al área le sirvió el gol al centrodelantero.

Magallán no marcaba las proyecciones de Vaccari, y el grandote volante por derecha de Juniors, a los 35, le puso una pelota bárbara a Leichner, quien alcanzó a picarla ante el achique de De la Riba, pero la sutileza del delantero se fue apenas por arriba.

Un minuto más tarde, el mismo Vaccari decretaba el 2-0 con un disparo rasante tras otra gran maniobra de Caputo, esta vez por derecha, en la que se le escapó sobre la línea de fondo a Hernández.

Toque de primera, velocidad, triangulación. El fútbol lo ponía el equipo del “loco” Enrique, que debutaba ayer en el estadio de Atlético Argentino.

La tónica del encuentro no cambió tras el entretiempo. La “academia” no tenía juego, se reprochaban los jugadores locales entre ellos, y la visita metió bien la cola en su área y se preparaba para salir de contragolpe.

Justamente de contra, el recientemente ingresado Bruera desperdició una clara a los 8 minutos cuando se demoró una eternidad para definir y le dejó tiempo de reacción a la defensa del “boli”.

Pero Bruera tuvo revancha. A los 21, el delantero definió esta vez fortísimo al primer palo de De la Riba para poner un 3-0 que expresaba con justicia la diferencia que se había visto entre uno y otro equipo dentro del campo de juego.

El DT visitante, extrañamente ya que Argentino no había generado absolutamente nada, metió a su equipo demasiado atrás y allí el local tuvo algunas chances para descontar en un desborde de Andrade (que evidentemente no rinde como volante por derecha), quien tiró un centro rasante que no pudo conectar de lleno Maldonado y en un cabezazo del mismo “huevo”, que con un manotazo increíble alcanzó a despejar al córner Argüello.

Pobrísimo presente futbolístico de un Argentino que comienza a hundirse y a preocuparse.

Fuente: Diario Los Andes (Mza)

*Fotografía gentileza de www.clubjuniors.com.ar

Redacción Al Toque