Un equipo, integrado por jugadores con discapacidad auditiva, entrena semanalmente en la Universidad Nacional de Río Cuarto. El 9 de julio animaron un amistoso preparatorio para un torneo regional, a realizarse el 1 de agosto en la casa de estudios. De qué se trata la novedosa iniciativa y cómo acompañar el proyecto.
El jueves 9 de julio se llevó a cabo un partido amistoso entre el equipo de fútbol integrado por jugadores con discapacidad auditiva de la Universidad Nacional de Río Cuarto y un conjunto invitado, tomado como entrenamiento para el torneo que disputarán los chicos de la “U” durante el primer día de agosto.
El encuentro se realizó en la cancha de fútbol siete de la Universidad -al lado del gimnasio mayor-, donde los futbolistas con discapacidad auditiva desafiaron a un elenco, a cuyos integrantes se les colocó algodón en los oídos con el objetivo que todos los protagonistas jueguen en condiciones similares.
Sebastián Irusta y Nicolás Catana, estudiantes del Profesorado de Educación Física y voluntarios de Olimpiadas Especiales de la Universidad, se animaron a contar de qué se trata esta nueva iniciativa con personas con discapacidad auditiva.
El proyecto surgió con Claudio Aruza, referente de Olimpiadas Especiales UNRC. Decidieron avalar y apoyar a un grupo de sordos que se juntaban a hacer fútbol y, en ese contexto, los voluntarios de olimpiadas empezaron a trabajar en conjunto con estas personas, buscando mejorar su desempeño futbolístico con miras a un campeonato regional. El certamen iniciará el 1 de agosto en las instalaciones de la Universidad Nacional de Río Cuarto e implicará un torneo de preparación para un campeonato provincial clasificatorio, que se llevará a cabo durante la segunda quincena de agosto.
Sebastián es el encargado de la preparación física y, además, junto a dos voluntarios más arman la parte técnica. “Hoy nos juntamos y fueron catorce discapacitados auditivos los que participaron”, declaró alegre Sebastián y añadió que los entrenamientos se realizan tres veces a la semana y duran aproximadamente 2 horas, espacio de tiempo en el que realizan el despliegue físico y el trabajo con pelota.
El fútbol en si no tiene ninguna diferencia, tanto reglas como entrenamientos son iguales. La dificultad surge a la hora de la comunicación; por ahora, los chicos utilizan como traductor e intérprete a uno de los jugadores que presenta capacidad auditiva limitada. Sin embargo, los voluntarios se están capacitando a partir de un curso gratuito de lenguajes de seña que se dicta viernes y sábados en el Centro Cívico, completando así su formación con el material del profesorado.
El torneo que se avecina
En otro tramo de la charla, los voluntarios brindaron detalles sobre el singular certamen. “El día primero de agosto se habilitarán tres canchas para recibir a siete equipos de fútbol siete de Villa María y Córdoba, con el fin de disputar un primer torneo regional”, comentó Nicolás y agregó que el campeonato es organizado y llevado a cabo por la Dirección de Deportes de la UNRC, en conjunto con los voluntarios.
Para participar, los jugadores deberán entregar un certificado de discapacidad auditiva. Los equipos contarán con diez jugadores, siete en cancha y tres en el banco de suplentes. El arbitraje estará a cargo de jueces federados de la Liga Regional y, a diferencia de lo corriente, los árbitros dirigirán los partidos con una remera o símil para que los futbolistas puedan visualizar cuando ocurra una incidencia.
Por más voluntarios y sponsors
Al margen del certamen, Nicolás y Sebastián dejaron su visión sobre los futbolistas con los que entrenan. “Es un grupo especial y muy reservado. Cuesta entrar, son muy rígidos en ese sentido y por ahí es el trabajo diario lo que abre las puertas para entablar una relación y poder ganarse su confianza”, contó Sebastián, quien día a día trabaja con el equipo.
Los entrevistados también expusieron la dificultad al momento de entrenar con los chicos, la cual no sólo se presenta en la comunicación, sino también a la hora de trabajar ya que se encuentran escasos de materiales y apoyo. Esta situación dificulta el entrenamiento y la organización de encuentros porque, si bien los voluntarios ponen a disposición sus propios elementos, muchas veces no son los adecuados y tampoco alcanzan. “Cualquiera que quiera acercarse esta más que invitado. En estos momentos estamos buscando sponsors para poder hacer aunque sea remeras y, más adelante, lograr comprarles material adecuado a los chicos”, concluyeron los voluntarios, quienes trabajan para cubrir las necesidades que permitan seguir con la actividad.
Nota: VS_Matador