Lucas Simone es uno de los voleibolistas riocuartenses de mayor trayectoria. En el año 2006 partió hacia Italia para formar parte de varios equipos de la Liga más poderosa del mundo. Este año volvió a Río Cuarto y despunta el vicio en el vóley de playa. En diálogo con FM Góspel, analizó la medalla dorada obtenida por la selección argentina dirigida por Julio Velasco en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

-Imagino que para alguien que jugó y juega al vóley lo que significa la medalla de ayer.

- Sí, creo que estábamos todos, los del vóley y los que no son del vóley, enganchados con la final, porque ha sido una emoción muy grande. La verdad que fue un resultado histórico, muy, muy lindo para todos.
 

¿Es un hecho aislado o tiene que ver con el fruto de un trabajo a largo plazo?

-Esto sin lugar a dudas es producto del trabajo. El oro es el fruto de un proceso de trabajo en tres áreas principalmente. Me parece que esto manifiesta lo bien que se está trabajando a nivel nacional en los clubes. Creo que con la llegada de Bolívar y el modelo de desarrollo que implantó Marcelo Tinelli, si  se quiere empresarial, la Liga Argentina ha crecido mucho y eso ha permitido que se llegue después a estos resultados. Aquí no hay 12 o  24 jugadores que nacieron, crecieron y tienen este resultado, Sino que son muchas las variables que cuentan acá como el nivel de la Liga. UPCN fue tercero en el mundial de clubes y eso también marca que hay un crecimiento. Volviendo a las tres áreas, para mí son la Liga, el trabajo de los clubes detectando talentos y la selección creciendo en su preparación.

¿El quiebre fue en el año 2006 cuando empezó la renovación?

-Yo creo que sí. A veces somos muy resultadistas y cuando se perdieron algunas clasificaciones hubo muchas críticas, pero esto del domingo demostró que a los procesos hay que esperarlos y muchos de los jugadores que arrancaron el proceso en 2006 hoy están con una medalla de oro colgada.

¿Tuvo la oportunidad de conocer a Julio Velasco?

-Sí, lo conocí personalmente a través de Lorenzo Bernardi, quien fue el capitán de la selección italiana en la época de Velasco, en la cual ganaron casi todo… Lorenzo jugó conmigo en mi primera temporada en Italia y en un partido de liga me lo hizo conocer. Realmente lo que ha hecho con algunas selecciones como la de Irán, donde el vóley era un deporte casi desconocido y hoy está entre las diez mejores del mundo es impresionante. Hoy lo está haciendo con la selección argentina y eso es una doble alegría. Él ha puesto en el equipo argentino un montón de jugadores que, a lo mejor, nunca han tenido roce internacional, que han jugado solo en la liga argentina, no muy conocidos, y el pudo sacarles lo mejor. Esa es una de sus grandes capacidades, el poder sacar lo mejor de cada jugador. Mentalizar al jugador de que puede hacer grandes cosas. Creo que cuando un entrenador obtiene eso de sus jugadores se transforma en un director técnico de elite. Por otro lado, tiene una gran capacidad de organización y estructuración en su trabajo. El sabe que el deporte tiene muchas aristas y las analiza a todas. Por caso, el de los medios de comunicación. El tiene en claro que son claves para la difusión y también se mete en esos temas. El domingo dijo que era bueno que la final haya sido un domingo a la tarde para que mucha gente pueda verla y se conozca lo que se está haciendo.

Finalmente le pregunto por su actualidad ¿Hoy está jugando al Beach Vóley? ¿Por qué lo decidió? ¿Qué diferencias hay con el indoor?

-La decisión fue para despuntar el vicio y probar algo nuevo una vez que volví al país. Las diferencias son muchas, hay más cancha para cubrir y por sobre todas las cosas hay que ser jugadores más completos. En el vóley indoor  las posiciones y funciones están bien definidas, en el beach los dos tiene que saber hacer todo. Hay grandes jugadores de indoor que no se han adaptado a jugar al beach y viceversa. Es el caso de una de las argentinas que ganaron el oro, ella contaba que le costó bastante pasar de uno a otro.     

Redacción: Al Toque