Rubén Gremiger le cuenta a Al Toque Deportes su encuentro con Amadeo Carrizo que jamás olvidará. Fue el 11 de agosto de 1968 cuando Atenas y River igualaron dos a dos en el estadio 9 de Julio. El arquero del “albo” acumulaba 540 minutos sin recibir goles en la quinta división mientras que el histórico golero riverplantense venía del récord de imbatibilidad.
“Fue un día fantástico para mí. La cancha estaba llena, a pleno, y verlo a Amadeo fue lo máximo”. Rememora Rubén Gremiger (03/10/1951) en su visita a Al Toque Deportes sobre un episodio que jamás olvidará y que mantiene presente en una fotografía. Un 11 de agosto de 1968, River -con todas sus estrellas- igualó dos a dos con Atenas en un partido amistoso jugado en el estadio 9 de Julio. Matosas y Cubillas adelantaron al “millonario” mientras que Nazor y Durán marcaron para el “albo”. De ese épico empate, surge una foto con historia. “Los dirigentes de Atenas me convocaron al partido para que me saque una foto con Amadeo porque él también llevaba un largo invicto en AFA. Entonces quedó la foto entre los dos arqueros con el arco invicto (risas)”, narra Gremiger -por entonces cuidapalos de la quinta división del “albo”- mientras observa la imagen suya junto al enorme Amadeo Carrizo, que a los 42 años venía de cumplir una imbatibilidad de 769 minutos (récord en el club riverplatense que se registró el 14 de julio de 1968). Por su parte, el joven portero de 16 años acumula 540 minutos sin recibir goles en el campeonato liguero. “En ése año salimos campeones con el equipo de quinta división que tenía a ‘Cacho’ Mugnaini y ‘Rodi’ Rodríguez como grandes jugadores y que después llegaron a jugar en la primera de Atenas”, agrega.
La capacidad de asombro de Gremiger ante la imagen de “Tarzán” no escatima en elogios: “Ver un metro noventa parado en el arco impactaba y su presencia impresionaba. Me acuerdo que lo miraba mucho la forma de sacar la pelota. Tenía un manejo bárbaro, todas las que sacó con el pie fueron un pase al pecho de un compañero. Físicamente impresionaba y tenía una lectura de juego increíble porque anticipaba todas las jugadas. Fue bárbaro verlo salir en cada centro”. El ex futbolista nacido el 3 de octubre de 1951 rearma un diálogo entre un emblema ateniense y el gran Amadeo: “Recuerdo que en Atenas atajó Juan García, fue un arquero bárbaro, y después del partido se saluda con Carrizo y éste le dice ‘Chiquito pero cumplidor’”.
En relación al empate dos a dos, Gremiger repasa el recorte del diario La Calle y recuerda que “en River me sorprendió todo porque vino con todas sus estrellas. Recuerdo mucho a Matosas en el mediocampo, Cubillas se destacó mucho (ambos marcaron goles) y los Onega, tanto Ermindo como Daniel, aunque en realidad todo el equipo era bárbaro”. Además pondera que “Atenas tenía unos jugadores bárbaros, eran unos monstruos de verdad, tanto dentro como fuera de la cancha. Fue un privilegio para mí poder estar ese día cerca de ese equipo. Me acuerdo lo que jugaban los Gutiérrez, el Gato Miranda era excepcional, ni hablar Nazor”.
Por último, Rubén Gremiger expresa sin cansarse que aquella foto “es lo más lindo que me pasó. He jugado toda mi vida al fútbol, incluso en la Liga de Profesionales, pero ése recuerdo es lo mejor que me pasó, fue un momento inigualable”. Y semejante registro gráfico ocupa un lugar especial: “Está en el quincho de mi casa en donde nadie la toca (risas) y tengo una copia que quedó en la casa de mi mamá”. El fútbol, un ídolo, el hogar y la madre. Sinopsis de una foto con historia.
>Un año y un título, en medio el gran Anacleto
A inicios de 1968 se produce el arribo de Rubén Gremiger a la institución de Avenida Marconi, proveniente de Talleres de Río Cuarto, con una anécdota particular: “Recuerdo que llego a Atenas a modo de prueba después de jugar en los intercolegiales. Ése día vino San Lorenzo a jugar y me hicieron nueve goles. Después del partido, pasa Anacleto Peano y me dice: ‘Pibe, te espero el martes’. Yo no lo podía creer y le pregunto: ‘¿Yo?’. ‘Sí, sí, vos, ya vi algunas cositas tuyas, no te hagas problemas’. Así quedé en el club por un año. La verdad que fue un tipo fantástico”. El paso por el “albo” perduró una temporada en la quinta división campeón debido a que “cuando se fue Anacleto del club volví a Talleres porque se me terminó el préstamo. Después jugué en Alberdi y Universidad”.
>Síntesis del partido:
CSyB Atenas: García; Torres, Sosa, Charras y Oviedo; Peano y Gutiérrez; Lucero, Miranda, Nazor y Durán. DT: Anacleto Peano.
River Plate: Carrizo; Morcillo, López, Guzmán y Matosas; Recio y Rinaldi; Cubillas, Ermingo Onega, Daniel Onega y Montivero. DT: Ángel Labruna.
Goles: a los 10' PT Matosas (RP), 25' PT Cubillas (RP), 43' PT Nazor (A) y 10' ST Durán (A).
Árbitro: Víctor García.
Cancha: Atenas. Recaudación: 3.300.000 pesos.
Foto: Al Toque
Redacción Al Toque