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Día de la Memoria, por la verdad y la justicia"

24-03-2016 11:29

Amor al deporte y compromiso social

Los encargados de enarbolar la bandera de la seguridad nacional durante la más cruel dictadura militar que se perpetró en la República Argentina, además de utilizar al deporte como un elemento perpetuador, también tuvieron entre sus enemigos a deportistas con un fuerte compromiso social. Ellos eran militantes sociales que practicaban algún deporte. Y también fueron víctimas de los asesinos con ansias de poder.

En su libro Deporte, desaparecidos y dictadura, el periodista Gustavo Veiga investigó que un total de 35 deportistas fueron desaparecidos durante la última dictadura militar.   Una veintena de rugbiers de la ciudad de La Plata, el atleta Miguel Sánchez, el tenista Daniel Schapira, la jugadora de hockey sobre césped Adriana Acosta, el ajedrecista Gustavo Bruzzone y el futbolista Carlos Rivada, entre otros, desaparecieron tras el golpe del 24 de marzo de 1976.
En la ciudad de Río Cuarto, el saldo que dejó la dictadura en Río Cuarto fue de 40 desaparecidos y aunque ninguno de los desaparecidos se dedicaba profesionalmente, algunos sí tuvieron un fuerte arraigo deportivo. Una historia que es necesaria recorrerla para que sus protagonistas se mantengan presentes, ahora y siempre.

Juan Carlos Perchante
Le faltaba una materia para recibirse de abogado en la Universidad Nacional de Córdoba. El día que la iba a rendir, el 15 de septiembre de 1976, fue detenido en su domicilio de Córdoba capital, aproximadamente a las 2 de la madrugada, por personas de civil que se identificaron como pertenecientes a las fuerzas de seguridad. Inútiles fueron las gestiones para localizar su paradero, de acuerdo a las declaraciones de Graciela Geuna, quien estuvo en La Perla, no llegó a estar detenido una semana, fue rápidamente asesinado por las fuerzas militares.
Perchante, detenido cuando tenía 27 años, completó sus estudios primarios en las escuelas Vélez Sarsfield y Nº 227 y los secundarios en el Colegio Nacional de la ciudad de Río Cuarto y tenía una pasión: el rugby. Jugó de wing en cuarta y en primera división de Urú Curé. “Era un deportista extraordinario, un jugador muy rápido”, coinciden al declarar muchos de sus ex compañeros. Mucho antes de que estallara la dictadura pudo realizar este deporte y se destacó en el elenco de la “lechuza”.

Ignacio “Corcho” Cisneros
Era guitarrero, montonero y futbolero. Estaba casado. Era ingeniero agrónomo recibido en la Universidad de La Plata, llegó a ser Secretario Académico en la Facultad durante el Gobierno de Cámpora. Fue perseguido por la Triple “A” y debió regresar a Córdoba. Desapareció el 15 de febrero de 1977 tras visitar a sus padres en Alpa Corral.  Tenía 29 años cuando lo capturaron.
Era un apasionado del fútbol, hincha de Boca Juniors. Por su cercanía al estadio de la Asociación Atlética Estudiantes desde muy chico fue socio del equipo celeste. Su padre lo llevaba ver los partidos de primera división y también jugó en las inferiores del club de sus amores. Ya en La Plata (ingresó a la Facultad de Agronomía en 1966) participaba de los partidos de fútbol que se disputaban en los torneos entre facultades.

José Alfredo Duarte
“Peco”, como lo llamaban sus conocidos por sus pecas abundantes, trabajaba en la Universidad Nacional de Río Cuarto. Entre 1974 y 1975 lo hizo en el Comedor y en el Departamento de Imprenta y Publicaciones. Además de su actividad laboral, trabajaba en los barrios humildes haciendo asistencia social y militaba en la Juventud Peronista. El 1 de marzo de 1976 fue visto por última vez.
En su infancia jugaba al fútbol y practicó boxeo. Siempre jugaba en lospicaditos junto a  los chicos del barrio Fénix. En los campeonatos de Papi Fútbol era arquero y participó en varios torneos con destacadas actuaciones que lo consagraron como uno de los mejores arqueros del campeonato.  Mientras que durante su etapa  del secundario defendía la casaca del Colegio Nacional, equipo en donde también jugaba Juan Carlos Perchante.
Como jugador de plantel federado, “Peco” jugó en la cuarta especial de Centro Cultural Alberdi. Tras vestir la casaca del “mercedario” pasó a defender los colores de Sportivo Reducción. Cuenta su hermano Miguel que “Peco” ya había comprendido que siendo arquero, puesto en el que jugó en su etapa de la niñez, pubertad y juventud, daba ventaja por la estatura. Por esta razón, es que comenzó a jugar como delantero, siendo un nueve habilidoso y goleador. No faltaba a ningún picado y era hincha declarado de Talleres de Córdoba.

Orlando Alonso Martin
En su etapa de adolescencia y juventud, Orlando Alonso Martin tuvo una pasión: el deporte. En ese período se destacó en atletismo y fútbol. Pero a Orlando Martin le arrebataron la vida muy temprano. Tenía apenas 22 años y su pecado fue haber sido un militante social con ideales opuestos a los de aquellos asesinos. Ideales que profesaban un mundo justo e igualitario. Pero antes de su triste final tejió una historia deportiva que, al igual que sus ideales, permanecerá por siempre.
Su recorrido junto al atletismo comenzó cuando cursaba el secundario en el Colegio Nacional de Coronel Moldes. Durante esa época se tuvo brillante actuaciones y se destacó tanto a nivel provincial como nacional.
Nacido en Coronel Moldes el 15 de enero de 1953, Pichi, como lo llamaban sus seres queridos, nació en el seno de una familia con un fuerte arraigo político y decidió ir a estudiar Ingeniería en Geología a la ciudad de Córdoba. Pero, a pesar de la distancia, no se despegó del deporte. Junto al fútbol continuó con su pasión y cerca de Coronel Moldes.
En su época universitaria – también lo hizo cuando cursaba el secundario – jugó, siguiendo la tradición familiar, en el Club Atlético Belgrano. Para disputar los partidos del “celeste” moldense Orlando viajaba todos los fines de semana desde Córdoba. “Jugaba de wing derecho. No era goleador pero con su velocidad sobresalía”, recuerda Daniel.
Orlando Martín tuvo la particularidad de integrar el conjunto de primera división de Belgrano de Coronel Moldes que participó en la Liga Regional Moldense y también formó parte del elenco que debutó en la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto en 1970.
Si bien no desapareció durante el golpe militar que inició en marzo de 1976 (el 12 de diciembre de 1975 perdió para siempre el contacto con su familia), Orlando Martin es un desaparecido político y en la extensa y tétrica lista de la CONADEP aparece como el número 3149 y su legajo es el 5913. Junto a él aparecen Enrique Bianco y Carla Berta Perassi, dos compañeros de la escuela primaria Nicolás Avellaneda de Coronel Moldes, que también fueron secuestrados y desaparecidos por pensar diferente en esa época oscura que atravesó a la Argentina en la década del setenta.

Redacción Al Toque

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