Teniendo en cuenta que por primera vez un club de Vicuña Mackenna participa en un torneo de fútbol femenino oficial, son muchas las expectativas que se han generado en el ámbito futbolístico de la localidad por ver este domingo a las chicas de San Martín, cuando a partir de las 11.30 horas se enfrenten con sus pares de Fusión Fútbol Club de la ciudad de Río Cuarto.
El partido, que será arbitrado por Franco Bergese, corresponde a la segunda fecha del Torneo Apertura que organiza la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto.
"Las Barbies Celestes" que dirige técnicamente Francisco Pascuzzi, desde que se incorporaron al Club San Martín, no saben lo que significa la palabra "derrota" ya que ganaron los tres encuentros disputados, convirtiendo 15 goles y solamente recibieron uno en contra.
En la primera fecha, San Martín venció de visitante de manera categórica a Renato Cesarini por cinco tantos contra uno. Por todo esto y lo que significa ver por primera vez -jugando por los puntos- a un equipo de fútbol femenino representando a Mackenna, se espera que el estadio Parque Centenario se colme de público de todas las edades desde muy temprano, tomando como referencia que a continuación jugará la reserva y primera división del "patriota" ante Atlético Adelia María.
Además de las jugadoras oriundas de Mackenna, el combinado de Pascuzzi ha sumado a chicas con mucha experiencia dentro de la cancha, que vienen de otros clubes con historia en el fútbol femenino.
Juliana Berardo, de la localidad de La Cautiva, se destaca por haber integrado la Selección Nacional Sub 20 que el año pasado disputó el Torneo Sudamericano en Brasil, perdiendo la final con el seleccionado anfitrión.
Micaela Centeno tuvo un fugaz paso por River Plate, Virginia Batisttón viene de jugar dos años en Universitario de la ciudad de Córdoba, Guadalupe Debía en Huracán de Laboulaye, Florencia Canavessio de Sampacho y Eugenia Reynoso de Coronel Moldes, hermana del goleador de Atenas Juan "chivo" Reynoso.
Rumbo al juego del domingo, el técnico Francisco Pascuzzi indicó; "Después del triunfo logrado en el debut ante Renato Cesarini, a las chicas las veo más tranquilas. Rompieron el hielo y ahora esperan con muchas ganas salir a la cancha el domingo para jugar ante la gente de Mackenna. Quienes integramos este proyecto de hacer fútbol femenino estamos muy entusiasmados porque hasta ahora las cosas nos están saliendo bien. Creo que con el paso del tiempo esta iniciativa va a dar que hablar".
En cuanto al equipo, Pascuzzi no dudó al expresar su optimismo señalando que cuenta con muy buenas jugadoras que le van a dar muchas alegrías a la parcialidad "celeste" de San Martín.

"Es un sueño que se me está cumpliendo”
Virginia Batisttón espera con muchos nervios y ansiedad que llegue el domingo y la hora de pisar el césped del estadio “Parque Centenario” del Club Atlético San Martín. Si bien ella es una de las pioneras en jugar al fútbol en Mackenna -ya que lo hace desde que era una niña-, el partido del domingo ante Fusión Fútbol Club será muy especial.
"Para mi jugar este torneo para un club de mi pueblo es algo muy lindo y esperado. Empecé a jugar al fútbol acá en las escuelitas, siendo la primer mujer (niña) que se animó a jugar al fútbol con varones", comenzó diciendo Virginia, que cumple la función de volante de contención en el equipo de San Martín.
"Tuve la posibilidad de formar parte de un club de la ciudad de Córdoba (jugó dos años para Universitario) en el cual aprendí mucho, en lo que siempre me gustó hacer que es jugar al fútbol. Ahora me tocó volver a mi pueblo, integrar el plantel de un club como San Martín que por primera vez va a participar en un torneo oficial. Es algo inolvidable, histórico y un sueño cumplido", dijo con mucha emoción Batisttón en diálogo con Al Toque Deportes.
Virginia comenzó a correr detrás de una pelota cuando apenas tenía cuatro añitos e integraba la Categoría Promocional de la Escuela de Fútbol Infantil "Cebollitas" que dirigían Walter Abbona (actual técnico de Belgrano) y Mario Borgognone (actual técnico de San Martín). Claro que ella era la única nena en el equipo. Por eso, cada vez que su equipo saltaba a la cancha llamaba la atención verla jugar. Era muy inquieta y "escurridiza", corría mucho y cuando tenía la posibilidad, convertía goles.
¿Que quedó de aquella niña traviesa que hacía "malabares" con la pelota en los potreros de los barrios? Lo sabremos el domingo, cuando Virginia -ya convertida en una talentosa jugadora- pise por primera vez el verde césped del estadio “Parque Centenario” defendiendo los colores de su querido San Martín de Mackenna.
"Cada vez que piso una cancha tengo los mismos nervios que la primera vez que jugué al fútbol cuando era niña. Muchos más voy a tener el domingo, cuando tenga que jugar ante mi gente, mi familia, mis amigos. No se me pasan más las horas...", expresó con mucha ansiedad y motivación, Virginia. Quien está por completar su anhelado sueño, jugar al fútbol de manera oficial, en su pueblo, ante su gente.

Por Alejandro Fernández