El pesimismo que había invadido el Este tras la dura derrota ante Estudiantes de Río Cuarto en condición de local, ya quedó en el olvido. Este equipo demostró agallas ayer en San José, se quedó con los tres puntos y tras la derrota de Atenas quedó en una inmejorable situación para abrochar ese tan deseado boleto a la siguiente instancia del torneo.
Paciencia, categoría e inteligencia, sobre todo, le sobró el equipo conducido por Marcelo Vázquez para cocinar a fuego lento una victoria fundamental, con esas que se quedan los grandes equipos, los que ganan cosas importantes.
Llegó a la calle Mitre con el peso en sus espaldas de tener toda la responsabilidad. Enfrente había un equipo que tenía todo por ganar y poco que perder, pero que salió a devorarse la cancha, dejando bien en alto su dignidad y el honor de la camiseta que defienden.
Pero esa obligación de quedarse con los tres puntos no lo hizo caer nunca en la desesperación.
Con gran temple y elogiable personalidad, el León copó la parada en San José y dejó en claro desde el primer minuto sus pretensiones.
En la primer llegada clara, Paratore llegó hasta el fondo y tiró el centro atrás para el ingreso del Chino Ríos, a quien Acuña le alcanzó a tapar con lo justo el disparo. Después lo tuvo Falcone, quien ejecutó de cabeza a De la Riba, pero el arquero con una reacción brillante tapó el remate con su pierna derecha.
El Chaca era más y sobre el final Alaniz, nuevamente dando muestras de su buena pegada, estrelló en el travesaño un tiro libre y Orduña sacó sobre la línea una definición de Ríos, con De la Riba ya vencido.
Argentino tuvo lo suyo cuando Demaría sacó sobre la línea un disparo de Yapura y cuando Battistella le sacó un muy buen cabezazo a Portillo Alvarenga.
Para el complemento, Diego Salinas mandó a la cancha al Huevo Maldonado por un Irañeta intrascendente.
La segunda parte fue decididamente mala. Imprecisiones por todos lados hicieron que el partido cayera en un pozo. Vázquez veía como pasaban los minutos, su equipo no reaccionaba y se la jugó con tres delanteros. Pero el gol no llegaba y encima Argentino tuvo una muy clara en la cabeza de Magallán a 15 minutos del final.
Se moría el partido, Vázquez se enteraba que Atenas perdía 2-0 y entonces decidió cambiar todo. Bajó a Solís como volante por derecha y el DT se enamoraba del puntito. Pero a los 45, Paratore metió un zurdazo exquisito y ahora el Chaca depende de sí mismo
Fuente: Diario Los Andes (Mza)
Redacción Al Toque