Por Agustín Hurtado.
Las Leonas y la mentalidad argentina hicieron que el hockey de varones quedara relegado. En la región comenzó hace poco una nueva iniciativa que, combinada con el impacto de Los Leones, pueden hacer crecer a la rama masculina.
Hace 16 años atrás, Las Leonas nacían en la madrugada argentina y conseguían que se hablara de hockey en todo el país. A partir de allí, los clubes recibieron una gran cantidad de chicas que querían ser como Luciana Aymar. La necesidad de encasillar todo lo que tenemos en este lado del mundo, el exitismo y cierta dosis de machismo hizo que el deporte pasara a ser un "juego de chicas".
En la lógica argentina, así como el rugby y el fútbol son sólo para los varones, el hockey pasó a ser de las mujeres. El árbol que plantaron Las Leonas (no por su culpa) dejó detrás al bosque entero de la disciplina en el país. En ese panorama, los caballeros del sintético quedaron en el ostracismo. Mientras Aimar y compañía cosechaban títulos cada dos años, los varones enfrentaban frustraciones como las de los Panamericanos de Río en el 2007, cuando perdieron la clasificación a Beijing de 2008. Curiosamente, el destino quiso que en esa misma ciudad, el hockey de caballeros tuviera su redención y les mostrara a todos que existen.
En Río Cuarto, la rama masculina ha tenido algunos proyectos, pero no ha podido consolidarse. El 17 de abril dio inicio una nueva iniciativa. En esa fecha comenzó el primer torneo de Caballeros de la Asociación del Sur de Córdoba. En la misma participan Urú Curé y Universidad, además de equipos de otras localidades (entre ellos Jockey de Villa María, Ranqueles de Laboulaye, Jorge Ross de La Carlota, Villa Valeria).
En Universidad, son 30 los varones que se reúnen a entrenar e integran el equipo y hay 5 chicos de 16 años que se sumaron hace poco. En Urú, son 22 los que conforman el conjunto. En ninguno de los dos casos se han podido desarrollar proyectos formativos, pero no por problemas propios, sino por la falta de chicos. Las iniciativas tienen la idea de crecer desde abajo, pero todavía no tienen material. El fútbol, el básquet y, actualmente, el rugby absorben a la mayoría de los jóvenes.
Al igual que en el resto del país, en Río Cuarto, el hockey es un "deporte de chicas". El logro de Retegui y los suyos puede servir para cambiar esa mirada. Si es así, el hockey pasará a ser una opción más para muchos chicos y siempre que crecen las alternativas, crece la salud deportiva de una ciudad.
Agustín Hurtado