Marcelo Merlos, director técnico de Aero Club, analizó el 2016 de su equipo. El “aviador” ascendió esta temporada y jugó por primera vez en la máxima categoría del rugby de Córdoba.
El año de rugby para el Aero Club terminó el sábado 22 de octubre con la derrota ante San Martín de Villa María. El quince riocuartense cerró un año histórico, en el que jugó por primera vez en la Primera División de la Unión Cordobesa.
La gloria había llegado el 15 de agosto cuando Aero derrotó a Los Hurones de Arroyito, quedó primero en el Ascenso y se aseguró un lugar para disputar la Zona Promoción (compitió con La Tablada, Córdoba Rugby, San Martín R.C., Universitario y Carlos Paz R.C que habían terminado entre la séptima a la onceava posición en el Oficial de Primera).
Marcelo Merlos, director técnico del plantel superior, dialogó con Al Toque Deportes sobre la gran temporada de su equipo. El balance es más que positivo para el entrenador: “Desde el punto de vista deportivo fue un año fantástico”.
El salto de calidad
“Cuando arrancamos no estaba en los planes nuestros (el ascenso), si bien siempre queremos jugar al mayor nivel. El año pasado tuvimos la deserción de muchos muy buenos jugadores y nosotros pensamos que nos iba a costar bastante y la verdad fue todo lo contrario. Sin tener grandes individualidades se logró un gran equipo y eso fue lo que sorprendió a todo el mundo. Nosotros no tenemos grandes figuras, tipos que sobresalgan del resto, pero si logramos un buen equipo, una gran regularidad. Eso fue lo meritorio”, dijo Merlos sobre el histórico ascenso conseguido esta temporada.
Sin trazarse grandes objetivos en el inicio, el entrenador del Aero apostó a ir creciendo día a día, paso a paso y sus dirigidos entendieron el mensaje. “Los chicos fueron logrando una madurez a lo largo del año muy importante. Se fue dando así, de a poco, y después nos encontramos peleando, estando a la altura de las situaciones y eso creo que en este deporte engloba un montón de cosas. Estar organizado desde el punto de vista institucional, en lo deportivo, tener un buen grupo, tirar todos para el mismo lado. Y sin darnos cuenta nos encontramos en una situación donde la pasamos muy bien”, señaló Merlos.
El “aviador” perdió los tres clásicos este año, pero el DT cuenta como ese momento fue un punto de inflexión para el equipo: “cuando perdimos los tres partidos con Jockey dijimos ´esto no puede pasar´. Y después arrancaron ellos mismos a levantar, hasta llegar donde llegamos. Nosotros nos trazamos pequeños objetivos, no son grandes. Pequeñas cosas. Y para bien de nosotros, sin darnos cuenta, la vara la vamos elevando año tras año. Todos los equipos que juegan contra nosotros nos quieren ganar, vienen y parece que jugaran el último partido de sus vidas”.
La experiencia en Primera
El debut en la máxima categoría fue nada más ni nada menos que frente a La Tablada, uno de los históricos de la provincia. Aero perdió ese partido pero, a pesar del resultado, el recuerdo es más que positivo para Merlos: “jugar con Tablada es un mundo totalmente distinto. Tienen chicos que hace de los 9 años que juegan al rugby y que tienen un proceso de aprendizaje y una técnica individual tremenda. Se planteó que es un equipo, y que se juega de igual con 15 jugadores, 15 hombres. Cuando vi el resumen del partido, en el punto de contacto vos para derribar a uno de ellos tenías que utilizar dos personas. Y cuando la jugaron afuera te superan, cuando sacan la pelota en el juego abierto te hacen mucha diferencia. Pero más allá de eso salimos muy conformes y contentos con lo que dimos. Dimos el máximo y aprendimos un montón. Nos recibieron fantástico. La atención fue tremendamente distinta a todo el resto. El tercer tiempo. Es otro nivel, que está muy bueno, pero para eso tenes que andar un montón de años para llegar”.
Sin embargo, con otros equipos la diferencia no es tan grande, principalmente con los tres restantes que compitieron en el Final Four. “Con San Martín, Córdoba Rugby, Carlos Paz las brechas son más cortas porque tienen realidades parecidas a la nuestra. Tienen planteles cortos, no tienen todas las divisiones juveniles completas, hay una igualdad más o menos de situaciones. Del quinto para arriba ya es una distancia más grande. Para competir en Primera tenes que tener un plantel de 60 o 70 jugadores, con 30 de un nivel parejo. Esa es una vara que te tenes que poner para ser competitivo, para tener una continuidad. Sino siempre vas a subir y bajar. Tenemos claro que no es nuestra realidad quedar arriba. Tenemos un equipo muy corto”.
La organización como base
“Es organización. Todos nos preguntan, porque nosotros vamos a jugar con otros equipos y nuestros jugadores son chiquititos, pero tenemos un gran equipo, que está construido con mucha base. Vamos a jugar y tenemos intermedia y primera completa, nunca faltamos a un partido con juveniles ni con infantiles, y las chicas también están en crecimiento. Eso es hoy el Aero Club. Decimos una cosa y la tratamos de cumplir al máximo. Nos cueste sudor y lágrimas. Y eso se ve reflejado en todo lo que ha pasado este año”, dice Merlos. Y agrega a la parte administrativa como otro factor importante en los buenos resultados: “hoy en día un chico para jugar tiene que estar en condiciones, fichado, con la cuota al día. Eso te permite a vos abocarte a lo rugbístico. Yo como entrenador no me preocupo por la cuota y todo eso. De eso se ocupan otras personas y yo me tengo que dedicar solo a entrenar. Eso te da cierta tranquilidad para poder trabajar”.
Todo influye en el crecimiento de las categorías menores del club. Este año, Aero presentó una M15 que logró mucha regularidad y muy buenos resultados, y una M17. Merlos define como positivo el balance en juveniles. Además, desde el 19 de noviembre suben cinco jugadores al Plantel Superior. En infantiles y en damas también hubo sorpresas: “algo que no teníamos previsto para este año y de repente nos encontramos que tenemos 35 infantiles. Eso es mérito de los entrenadores, son 9 que están martes y jueves toda la semana laburando. Y chicas ni hablar. Fue un proyecto que se dio un poco por casualidad y hoy es algo excelente. Los que trabajan en eso están abocados a full time, como es el caso de Mati (Matías Manavella). Pero más que nada creo que todo el crecimiento que se está dando en el club es porque si estamos bien adentro, en lo institucional, en los números, después todo lo demás se da solo”, concluye.
El 2017 será otra temporada intensa para el Aero, que buscará superar lo conseguido hasta ahora: “nos juntamos con el preparador físico para planificar el 2017 y estamos convencidos que si este año todos los equipos nos querían ganar imagínate lo que va a ser el próximo. Va a ser algo muy lindo, pero no nos podemos quedar dormidos en ese aspecto, tenemos que seguir elevando la vara, seguir creciendo y que siga creciendo el club. Para que las cosas salgan bien tenes que tener continuidad, ser un dedicado y tiene que haber gente que trabaje. Sin gente que trabaje no se puede lograr nada. La Universidad (varios jugadores vienen de ahí) ha sido un proceso que duró creo que 17 años, y después hubo un par de personas que por una decisión nos vinimos al Aero y creo que fue la mejor decisión que tomamos en nuestra vida deportiva. Estamos muy contentos con lo que estamos haciendo y creo que encontramos nuestro lugar en el mundo para hacer rugby, que es el Aero Club”.
Redacción: Al Toque
Foto: Al Toque