Julio Humberto Grondona, de 77 años de edad, nació en Buenos Aires el 18 de septiembre de 1931, y muy pronto estuvo inmerso en la cultura futbolística.
Arsenal de Sarandi, primero desde 1957, Independiente, después y la AFA finalmente hicieron de su carrera dirigencial un apostolado que hoy controla desde “La Quiaca a Usuahia”, todos y cada unos de los movimientos que se realizan en el fútbol organizado.
Sin oposición seria dentro de la dirigencia del fútbol, se encargó desde la sede en Viamonte 1666 de disuadir cada paso que algún opositor podía dar para poner en disputa su máximo poder.
Un campeonato mundial, un subcampeonato mundial en selecciones mayores durante su gestión (1990), fueron el hito que inició su poder para firmar con empresarios de la televisación del “producto fútbol” exclusividad que se prolongan hasta la segunda década del nuevo siglo.
Los seis titulos mundiales juveniles, las dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos, lo mantuvieron con triunfos deportivos, mientras los mundiales le son esquivos a nuestro fútbol desde hace más de una década y media.
Es uno de los herederos dirigenciales que la sociedad civil aún no revisó su historia, porque no debemos olvidar que en plena dictadura militar, Grondona ya formaba parte de la estructura orgánica de AFA, al ser miembro de la comisión de selección del equipo nacional.
Su vicepresidencia seniors en FIFA, es un fiel reflejo que “Don Julio” no sólo supo tejer poder “tierra adentro”, sino que además tiene mucha ascendencia en el mundo del fútbol organizado.
Redacción Al Toque