Por Carlos Alberto Valduvino (*)
La temporada futbolística del año 2000 llegaba a su fin y Asociación Atlética Estudiantes descendía por primera vez al escalón más bajo en la competencia deportiva que tuvo en su historia.
Desde aquella tarde de sábado en el estadio “El Coloso” del Club Atlético 9 de Julio de Rafaela, cuando perdió ante Huracán de Corrientes por 3 a 2, hasta la noche del sábado 17 de diciembre de 2016, en el estadio “Ciudad de Río Cuarto – Antonio Candini”, mucha agua corrió por debajo del puente en la entidad de la Avenida España.
Alegrías, frustraciones, ilusiones, sueños, objetivos sin cumplir, retornos efímeros, permanencias larguísimas en el fondo de la competencia deportiva nacional, fracasos deportivos y personales, sumado a un mar de kilómetros recorridos, para que la Primera B Nacional se constituya en una utopía cada vez más lejana.
El título de la nota no es casual. Es lógica de una causa. Finales de la década de 1970 (diciembre de 1977 para ser más exactos), John Travolta y Karen Gorney transformaban a “Saturday Night Fever (Fiebre de Sábado por la Noche)” en la película más taquillera en los cines argentinos.
En un contexto político de una dictadura cívico-militar que dejó en nuestro país heridas en la sociedad que aún hoy permanecen abiertas, en nuestro fútbol Asociación Atlética Estudiantes comenzaba su dominio en el sur de la provincia de Córdoba con proyección nacional.
Nueve campeonatos en catorce años de existencia de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto, hicieron del equipo de la Avenida España la entidad más importante del fútbol riocuartense para esta “nueva época”.
Los grandes planteles y el sueño de ser “el más” llevaron a que después de haber intentado en más de una decena de oportunidades, y no poder pasar los ya desaparecidos Regionales, el “Celeste del Imperio” llegara por primera vez a un torneo Nacional de Fútbol de AFA.
Tres años consecutivos, 1983, 1984 y 1985, marcan la etapa culmine. Después comienza un sube y baja difícil de explicar, porque en el fútbol -como expresa claramente en su último libro Jorge Valdano, “Fútbol, el juego infinito”- “la pelota no tiene corazón” y a Estudiantes le tocó vivir algo de eso.
Hasta los tres hitos señalados, realizar un fundamento fáctico es observar claramente cómo muchos dirigentes idearon, soñaron y ejecutaron la grandeza de una institución desde su mismo nacimiento.
A la grandeza superior, la entidad de Avenida España la obtuvo a través de la disciplina fútbol. Es por ello que, desde el último torneo nacional disputado hasta la actualidad, ya pasaron 31 años.
En este lapso, Estudiantes alcanzó sólo 8 campeonatos en los torneos de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto y en estos últimos 18 años, el sube y baja de los torneos superiores fue una constante.
El nacimiento -en este lapso- del jugador más grande que tuvo en toda su historia el fútbol de Río Cuarto es también parte de esta realidad. Pablo César Aimar –jugó hasta los 14 años en las divisiones inferiores de la entidad “celeste” y en el actual torneo integró la lista de buena fe del equipo- se enmarca dentro de estos años de sube y baja de la institución de la Avenida España.
La noche del sábado 17 de diciembre de 2016 sirvió además para romper con un mito: nunca un técnico de la zona cuyana había ganado algo importante dirigiendo la entidad “celeste”.
Marcelo Vázquez (22/11/1967, casado con Marina, tres hijos Agustín, Micaela y Emilia, fue DT de Luján de Cuyo, Gimnasia de Mendoza, Deportivo Guaymallén, San Martín de Mendoza, General Paz Juniors, Juventud Unida de San Luis, Alianza de San Juan y Estudiantes) rompió ese maleficio y llegó a conseguir un nuevo ascenso en su trayectoria deportiva, y la primera vez que lo hace con una entidad fuera de su provincia natal.
La pelota está rodando. El 2016 fue el soñado para Asociación Atlética Estudiantes. Ascenso al Federal A y llegar a lo más alto de la pirámide competitiva que tiene el fútbol del sur de la provincia de Córdoba.
Para el 2017, el equipo de la Avenida España y Sportivo Belgrano de San Francisco serán los dos representantes que tendrá la provincia de Córdoba en el Torneo Federal A.
En la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto, el “celeste” está arriba. Juventud Unida de Río Cuarto se ubica un escalón deportivo-competitivo por debajo y dos escalones atrás quedaron ahora los equipos que en enero del próximo año comenzarán a participar del Torneo Federal C: Sportivo y Biblioteca Atenas, Asociación Atlética Banda Norte, Atlético San Basilio y Toro Club Social y Deportivo de Coronel Moldes.
El párrafo final de esta síntesis de calendario tiene un solo destinario. Es el máximo responsable de esta realidad deportiva-competitiva-institucional que tiene Asociación Atlética Estudiantes y, por ello, el presidente Alicio Osvaldo Dagatti se lleva todos los “palmares” en el recuento de un “nuevo ciclo”.
Cuando se impuso en las elecciones realizadas el 30 de marzo de 2015 en el acto comicial -“Mundo Celeste” le ganó a “Pasión Celeste” obteniendo el 86% de los votos emitidos-, se inició una “nueva etapa” en la institución que no estaba viviendo su mejor momento. No sin tropiezos en la vida política-institucional (con varias renuncias en este lapso en puestos importantes de la Comisión Directiva), Dagatti fue consecuente con sus ideas. Llevó adelante el proyecto, conformó un equipo de colaboradores que trabajaron a un ritmo intenso y hoy el club recuperó su vida plena, habiendo retornado, además, al sitial deportivo en donde deberá permanecer.
Ese es el desafío deportivo-competitivo para la temporada 2017/2018 –seguramente el próximo Federal A comenzará en el segundo semestre del año venidero y muy posiblemente tenga una regionalización similar a lo que son el Federal B y Federal C-. El sueño de seguir creciendo está en marcha.
Para ello, durante el primer semestre de 2017, Asociación Atlética Estudiantes deberá al menos duplicar la cantidad de socios que tiene hoy la entidad. Es que ahora se ingresa al fútbol profesional y, con ello, la institución deberá recrear un nuevo perfil: el de ser grande, con sustentabilidad y sostenibilidad presupuestaria.
La noche del 17 de diciembre de 2016 nos demostró que el fútbol de Río Cuarto y región está más vigente que nunca y que la entidad “celeste” es la abanderada.
Fue una “Fiebre ‘celeste’ de Sábado por la Noche”, esas que no se olvidan fácilmente. Como fueron a fines de la década del ’70, los pasos de baile de John Travolta.
(*) Periodista