José Sebastián Echeverría. Esposo de Tere. Papá de Martin y Victoria. Abuelo de Matilda, Valentín y Gennaro. El popular “vasco” o como todos lo llamamos “el Cacho Echeverría”.
El Cacho es, sin dudas, sinónimo de Fútbol;  ¿del antiguo?. Tal vez. ¿Será del moderno, del actual, del vigente?. Sin dudas. Ya que hoy pone punto final a su carrera, coronándose campeón del Torneo José Pagliaricci y de la final anual con Asociación Atlética Banda Norte; sin olvidar un nuevo record: el director técnico que más veces dirigió al conjunto de “Los lobos del parque” con 138 partidos.
El fútbol es uno solo, y siempre, o casi siempre son 11 contra 11 los que ingresan a la cancha para jugar un partido. “Sí Cacho, sí, a los partidos hay que jugarlos”. Cuentan las voces de los vestuarios que una tarde dirigiendo la tercera división, de un equipo de una localidad vecina, que por esas cosas de los domingos a la mañana, había ingresado al campo de juego con 11 jugadores y sin suplentes, y en un momento se escucha un grito sentido: “¡¡Cambio juez!!... Sale el 7”. El árbitro del partido gira y observa a  Echeverría sin nadie al costado para hacer ingresar y pregunta: ¿Quién ingresa?; Mayor fue la sorpresa al escuchar al DT decir: “¡NADIE!.  Jugamos con 10”. Clara es la anécdota cuando el Cacho explicó que se trataba de una reprimenda para aquel desobediente jugador por haberse acostado tarde la noche anterior.
Dominador como  pocos de aquello que Roberto Perfumo denominara “La cancha Interna” (Registro de todo lo que sucede durante un partido, debilidades y fortalezas propias, por donde atacar, cuando gritar, cuando hablar con el árbitro o por qué no, con algún rival que ocasiona algún dolor de cabeza), así es el Cacho. Temperamental, polémico, motivador, amigo de los amigos y como él dice usualmente: “Amigo también de los que están en el Veraz”... destacando eso que enseña el fútbol que como vos decís es tan parecido a la vida.
Son 17 las reglas de este deporte según el reglamento, pero la principal y la que no está en los libros es una que el SEÑOR al cual homenajeamos conoce de memoria: ir de frente, ser solidario, ser compañero en las buenas y en las malas mucho más.
¿Sabían que el Cacho ha sido el creador y organizador de la “Cena del Futbolista” teniendo como invitados a todas las glorias desde el primer torneo de la LRFRC hasta el último? Él no los quería perder…los quiso juntos. Los convocó y qué mejor excusa que compartir un gran asado para recordar historias, viajes, expulsiones, gambetas. De esas que provocan risas y hasta piantan algún lagrimón.
El futbol entre tantas cosas ayer, hoy y siempre son los amigos señores. El mismo que se sacaba el buzo de DT el viernes para asar los pollos para que sus jugadores tuvieran para comer antes de volver al estudio o al trabajo. En muchos casos el mismo que buscaba pincel y pintura y pintaba los arcos y la tribuna.
Un tipo difícil de conformar. Así es el Cacho. Muchos árbitros cuando conocían su designación para el fin de semana decían “Me toca el Cacho” y se anticipaban a un fin de semana con la presencia de un hombre temperamental. Sobre todo cuando los fallos no eran correctos; algunos habrán suspirado relajados cuando el reglamento creo el “corralito” (la zona donde deben permanecer los DT), eso sí, en este caso fue como contener a un león en una jaula de cinta scotch.
¿Cuántos partidos Cacho? ¿Cuántas canchas?. Incontable ligas: Rio Cuarto, La Pampa, La Riotercerense, La Liga Roca, Los torneos Nacionales. Cuantas noches en vísperas de partido donde imaginabas jugadas y situaciones hasta que el sueño te alcanzaba.
Nos queda marcado a fuego las lágrimas después de sortear el play off por penales versus Belgrano de Mackenn. Pero claro vos sabías que se acercaba el final y que la película debía tener un buen final. Después vino Ateneo y la gran final con Sampacho.
Muchos nos preguntamos. ¿Cómo hace para dirigir con la misma intensidad de hace 30 años?  Vivir el fútbol como un trabajo, pero disfrutarlo y sufrirlo a la vez como si todos los domingos fueran el debut. Ser feliz sobre el verde césped, gritar goles, pedir foules y offside como si todos los partidos fueran el ultimo. Como si cada pelota fuera la última. Vos Cacho lograste  Juntar familias, que muchos hinchas vuelvan a la cancha a ver un equipo, que era el reflejo de su Director Técnico. Uno de esos que no se entrega nunca.
Para terminar comentar con ustedes que seguramente que SACHERI,  DOLINA, ALDO RIERA y el entrañable NEGRO FONTANARROSA lo hubieran adoptado como uno de sus personajes de algún Gran cuento de Futbol. Por suerte para nosotros es de Río Cuarto. Es nuestro y te decimos gracias por regalarnos UN CACHO DE FUTBOL.

* Amigo de José Sebastián Echeverría.